Carla Antonelli

Carla Antonelli Salva Musté (Shangay)

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Carla Antonelli, actriz y activista: "La meta es no hacer solamente papeles trans en el cine"

La exdiputada de la Asamblea de Madrid visita A Coruña para participar en el Norte Cinema Diverso. "Nos hemos convertido en la cortina de humo de la derecha y ultraderecha", cuenta

22 abril, 2023 05:00

Carla Antonelli (Güímar, Tenerife, 1959) lleva el título de pionera en varios ámbitos. El de primera actriz trans con un papel fijo en televisión, en la serie de TVE El síndrome de Ulises, o el de primera diputada transexual en España, ocupando el cargo en la Asamblea de Madrid entre 2011 y 2021, cuando también dejó la militancia en el PSOE.

Este sábado visita A Coruña para participar en la primera edición de Norte Cinema Diverso, un festival de cine LGTBIQ+ en el que se proyectará el documental Triángulo Rosa, donde participa, un trabajo sobre la memoria trans de Tenerife. Una isla de la que prácticamente escapó el año 1977 por su conservadurismo, camino a un Madrid en el que comenzaba la Movida y donde descubrió a Bibiana Fernández y vio la película Cambio de Sexo, un "faro de luz". Siempre acompañando esta faceta de artista con un firme compromiso con las personas transexuales y el colectivo LGTBI.

¿Son importantes iniciativas como la del Norte Cinema Diverso?

La iniciativa es importantísima y necesaria, sobre todo en los momentos sociales que estamos viviendo. Los discursos de odio se alzan con más potencia día a día y todo aquello que sea, desde la cultura y la visibilidad, un camino a la normalización es importante. En este caso con películas y documentales que reflejan el día a día y señalan las discriminaciones que vive el colectivo LGTBI.

¿Qué ha pasado en los últimos años para que se alcen esos discursos de odio contra las personas trans?

Mi tesis es que ha habido un caldo de cultivo perfecto. La historia lo señala, cuando hay una situación de descontento social, por motivos económicos o laborales, siempre han aparecido los falsos profetas para decir lo que la gente quiere escuchar y buscar chivos expiatorios. De alguna manera es como si se quisiera descargar la frustración en un grupo de personas y se crean este tipo de fobias. La realidad está ahí, nos hemos convertido en la cortina de humo de la derecha y ultraderecha.

Además, contra las personas trans, se han normalizado los insultos y vejaciones, con ello la transfobia. Si las cosas que hoy se escuchan, que son muy bárbaras, se dijeran hace tres años nos echábamos las manos a la cabeza. Las herramientas para combatir el odio y la desinformación es la información, la cotidianización y la reflexión, en este caso en un festival de cine LGTBI.

En este festival se proyectará el documental Triángulo Rosas, en el que participas, sobre la vida de personas trans en las Islas Canarias. Cómo era tú vida en Tenerife y como cambió en Madrid?

El documental habla de la memoria trans de la isla de Tenerife y va de la mano de varias personas, todas amigas mías, como Marcela, Terri y Dona. Las Islas Canarias tienen esto de la insularidad, que nos alejaba del resto de España, aumentando el conservadurismo. Aún siendo un destino turístico, con alza en los años 60, los que se le permitía al turismo de una forma abierta y acogedora no podía suceder en las casas. Se podía ver en las playas extranjeras en bikini pero se aceptaba en las mujeres de ahí. Canarias, en esos tiempos, seguía atrapada en el pasado.

"Contra las personas trans se han normalizado los insultos y vejaciones, con ello la transfobia. Si las cosas que hoy se escuchan, que son muy bárbaras, se dijeran hace tres años nos echábamos las manos a la cabeza"

Una vez que llegas a Madrid para ser actriz, ¿cómo fueron los inicios?

Hay que tener en cuenta que en ese momento estaba en vigor la figura del escándalo público. De hecho, el primer colectivo trans se crea por las detenciones arbitrarias bajo esa ley. Estábamos con un pie en la legalidad y otro en la ilegalidad. Aprendes a convivir con un pie en un lado y otro, casi pidiendo permiso.

En Madrid al principio pasé hambre, hasta que conseguí empezar a trabajar en una sala de fiestas. En los 80 participé en películas como Hijos de Papá o Adolescencia y comienzo a levantar cabeza. Además, caigo de lleno en la época de la Movida Madrileña, por lo que había libertad, pero al mismo tiempo una serie de permisos para existir y vivir, no las tenías todas contigo. Estábamos ahí pero en cualquier momento se podían aplicar figuras jurídicas todavía en vigor. España salía de una dictadura, se quería sacar esas cargas y hubo una explosión de libertad. Había cierta permisividad, a no ser que te tropezaras con torturadores como Billy El Niño.

Abriste camino a muchas actrices y hoy en día eres todo un referente, pero ¿tuviste alguna figura así en tus inicios?

Eché de menos referentes mientras estaba en Tenerife, durante mi infancia no tuve, tampoco existían mediáticamente. Cuando salgo de casa, en el 77, descubro a Bibiana Fernández y pocos meses después veo la película de Vicente Aranda Cambio de sexo, para mí aquello fue como un faro de luz. Hoy puede ser contemplada como un estereotipo, pero cuenta la historia de una persona trans que se marcha de su casa por un rechazo familiar y va a Barcelona intentando buscar su lugar en la vida. Es verdad que muchas películas en esa época, por decirlo de alguna manera, buscaba morbosidad de la situación, nada que ver con hoy.

¿Cómo es la situación hoy en día de las actrices trans?

Algo bueno habremos hecho porque ha habido una explosión, en parte gracias a Los Javis -los directores Javier Ambrossi y Javier Calvo, autores de series como Veneno-. Por ejemplo, en una serie de policías de TVE hay una chica trans que es inspectora y tiene un papel fijo. Tenemos nombres como Abril Zamora, Lola Rodríguez o Daniela Santiago… Están ocupando espacios en este campo, donde la meta es no hacer solamente papeles de personas trans, si no hacer papeles en general.

Siempre hay esta polémica de que los papeles de personas trans lo tienen que hacer actrices y actores trans, porque a veces no se les da una oportunidad ni siquiera en estos casos. Lo que reclaman al menos conseguir esos papeles. Yo creo que muy poco a poco llegará un momento en el que todo el mundo haga papeles de todo tipo, pero entiendo donde se sustenta esa reivindicación. La culpa no es de los actores o actrices, es de las productoras o los directores que deciden qué actores o actrices quieren. Ellos bastante tienen con salir adelante en una profesión de largas temporadas sin trabajar y otras cortas trabajando.

"En la Movida Madrileña había libertad, pero al mismo tiempo una serie de permisos para existir y vivir, no las tenías todas contigo"

Si tuvieras que hacer una película con tu vida, ¿cómo sería?

Si hay que ponerle un título podría ser "Cuando todo mereció la pena".

Y sigue mereciendo la pena?

Sin duda alguna. Yo miro hacia atrás y no movería nada de todo lo vivido y sufrido porque todo ha hecho a la mujer que soy hoy. Además, viendo el recorrido que hemos hecho tantas personas, porque es una labor conjunta, todo mereció la pena desde la primera vez que vi una chica trans con la bata de farmacéutica. Poder ver a las personas integradas en la vida laboral, que pueden estudiar… Todo merece la pena en la construcción de un país en el que tenemos que caber todas, todos y todes.

Tendremos que volver a andar los caminos rotos por el odio y la transfobia cotidianizada y a veces institucionalizada, como hemos visto en Madrid con Ayuso haciendo burla de las personas trans. Si tenemos que desandar esos caminos lo volveremos a hacer porque si algo ha aprendido este colectivo es a caernos y volvernos a levantar cuantas veces sea necesario.