Galicia es todo un referente del audiovisual en España. En los últimos años, sus películas y series han recibido un amplio reconocimiento a nivel nacional, arrasando en diferentes festivales y galas de premios. Este auge no solo se debe a la calidad de las producciones, sino también al trabajo y dedicación de los actores y actrices gallegos que no dejan de acumular premios por su talento. Pero ¿cómo ha llegado el audiovisual gallego hasta este punto? Todo comenzó el 2 de septiembre de 1896 con la primera sesión de cine en Galicia que tuvo lugar en 'El Circo Coruñés'.
Hace 128 años que el Teatro Circo de A Coruña acogía la primera proyección de cine en Galicia. Situado primero en la plaza de María Pita en 1884, pasó a mediados de 1888 al terreno donde hoy se encuentra el edificio de la Autoridad Portuaria.
La primera sesión de cine en Galicia
Lejos de lo que conocemos hoy en día como una película, A Coruña fue la encargada de reproducir la primera proyección de imágenes en movimiento. Un evento sin precedentes que marcaría la historia del audiovisual en Galicia y que supuso toda una revolución para el entretenimiento de la ciudad.
Se trataba de una sesión previa a la exhibición pública promovida por los empresarios Pedregal y Ramos, cuya proyección estuvo reservada a las autoridades y periodistas. Al día siguiente, 3 de septiembre, se abrió al resto del público con una entrada de una peseta para poder disfrutar de las innovadoras "vistas" o "cuadros" (así se le llamaba en la época).
El 'Teatro Circo', también conocido como 'Teatro Coruñés', era un espacio basado en un diseño de Juan de Ciórraga, autor de gran parte de los edificios que dotan de personalidad arquitectónica a A Coruña. Contaba con capacidad para cerca de 2.000 espectadores y en él se celebraban diversos espectáculos, siendo las actuaciones líricas su principal acogida.
En un principio se creyó que la proyección tuvo lugar a manos del cinematógrafo creado por los hermanos Lumière por ser el aparato popular en aquel momento, pero el periódico El Telegrama señaló que "se están realizando en el Circo Coruñés los complicados preparativos que exige la imitación del Cinematógrafo", aludiendo al animatógrafo inventado por Robert W. Paul en 1896. En este caso, serían Pedregal y Ramos quienes trajeron el aparato desde Reino Unido.
Primeras películas proyectadas en A Coruña
Aquellas históricas proyecciones estaban compuestas por ocho sesiones que tenían lugar cada media hora, desde las 20:30 hasta las 00:00 horas. Durante ese tiempo los espectadores tenían la oportunidad de fascinarse con las "vistas" que sucedían delante de sus ojos. Entre estas, destaca la conocida 'Llegada del Express a la estación de París' y 'Carreras de caballos del gran premio en Londres'. Tal y como indican desde la revista Luzes, podrían tratarse de las cintas del propio Robert W. Paul, 'Arrival of the Paris Express' y 'The Derby'.
En mayo de 1897 el fotógrafo José Sellier Loup filmó en A Coruña las primeras películas con cámara Lumière, confirmando la importancia de Galicia y la ciudad herculina en torno al cine español. Los títulos eran Orzán, oleaje; Fábrica de Gas o Plaza de Mina.
El Teatro Circo mantuvo estas proyecciones hasta su demolición en el año 1901 para edificar, en su lugar, el Teatro Circo Emilia Pardo Bazán. Este proyecto fue elaborado por el arquitecto bilbaíno Atanasio Anduiza y no abrió sus puertas hasta el 15 de abril de 1903. Apenas 12 años después echó el cierre.
La llegada del cinematógrafo a Galicia
Una empresa portuguesa sería la que el 17 de abril de 1897 llevaría el cinematógrafo Lumière a Pontevedra, convirtiendo a la ciudad del Lérez en la primera localidad gallega en recibirlo. Recordemos que el aparato utilizado en 'El Circo Coruñés' era el animatógrafo. Su instalación tuvo lugar en el Teatro del Liceo de Pontevedra (hoy, Teatro Principal), tras intentarlo primero en Vigo y no encontrar el local adecuado.
No cabe duda de que Galicia no solo cuenta con un estupendo pasado en el séptimo arte, sino que también está forjando un futuro prometedor lleno de historias que merecen ser contadas para que el público disfrute de narrativas a través de diversas miradas que den realidad a cada relato.