Un proyecto audiovisual para la Televisión de Galicia (TVG), concretamente una comedia que gira sobre un coro, buscaba en la comunidad el perfil de alguien ciego, cantante y actor. El coruñés Jesús Suárez cumplía dos de los tres requisitos y a pesar de no haberse puesto delante de una cámara en su vida para interpretar, aceptó el reto.
Rememora con nostalgia como un "desastroso y sobreactuado" primer cásting derivó en una segunda prueba a solas con el director y sin cámaras en la que dio con la clave y lo demás ya es una historia que se podrá descubrir a partir del estreno de A Coral este domingo 9 de febrero en la televisión autonómica.
En esta serie, el también popular cantante del grupo Mar de Fondo y voz del emblemático tema 1906, además de impulsor del proyecto Escoita orientado a ayudar a personas con discapacidad en los estadios de fútbol, interpreta a Pintos, alguien que usa el humor negro para sobrellevar la realidad que supone su discapacidad y con el que el propio Jesús Suárez se siente muy identificado.
Se muestra orgulloso de la "pequeña familia interpretativa" que ha conseguido junto a actores de la talla de Carlos Blanco o Marta Larralde tras trabajar en esta serie y una de sus metas futuras sería participar en una segunda temporada del formato.
Sin duda, un coruñés polifacético que no se pone límites a pesar de su falta de visión y que lucha día a día por la accesibilidad. Suárez ha contado a Quincemil los entresijos entre bambalinas, cómo ha vivido el proceso de rodaje y como no podía ser de otra manera, ha sacado a la palestra su corazón blanquiazul.
¿Cómo surgió esta oportunidad de ser intérprete en un proyecto de la televisión autonómica?
Yo estaba en casa muy tranquilo y me llama Ricardo Llovo diciendo que quiere montar una serie centrada en un coro y que están buscando a un cantante, actor y ciego y yo cumplía dos de tres. Me encantan los retos, porque era una experiencia nueva para mí y acepté la oportunidad. Él sabía de mí porque habló con Xurxo Souto de Diplomáticos de Monte Alto.
Hice un primer cásting en Ordes y no me salió muy bien porque no sabía el patrón a seguir, si había que sobreactuar... y tuve la suerte de poder hablar antes de la prueba con el director y la producción y vieron cómo era yo, que encajaba en el personaje, y me dieron una segunda oportunidad sin cámaras con Ricardo, el director, y todo salió rodado porque ya tenía más conocimiento de cómo proceder.
Ser el primer actor ciego para mí es un honor, sobre todo que la TVG apueste por personas con diversidad funcional para programas y series. Esto es importante porque es clave en el mundo en el que vivimos la inclusión laboral. Estamos totalmente preparados para hacer trabajos porque nuestra discapacidad no nos limita, los límites nos los ponemos nosotros mismos o las otras personas. Abrir la diversidad a la TVG para mí es una honra.
¿Cómo ha sido preparar tu papel?
Yo recibía ficheros en Word de los capítulos y mi ordenador está adaptado con un sintetizador de voz, por lo que escucho el guión y tengo que memorizarlo. En el rodaje todos mis compañeros tenían los papeles delantes con su escaleta, pero yo lo llevaba todo en la cabeza y me lo sabía de memoria, tal cual como la tabla del cinco (risas). Calculo que habré fallado el 2% de las frases aproximadamente.
El texto necesito escucharlo para aprenderlo y memorizarlo, interiorizarlo. Nos aconsejan a los actores noveles que no mirásemos para las cámaras y yo como no veo ya no sabía dónde estaban. Otra cosa que hago es que me dejo guiar por la voz, por el sonido y miro para la persona que habla porque escucho de dónde sale su voz y me oriento en torno a ella.
Me encanta ponerme retos y la vida me puso el de perder la vista, entonces yo le planteo otros a ella también
¿Cuál es tu personaje y cuál es el argumento de la serie?
El personaje de Pintos es un tío que como yo se ha quedado ciego por una enfermedad y ha aprendido a vivir con su discapacidad. Ha superado los problemas que han aparecido en su vida y al entender esa enfermedad ha empezado a reírse de sí mismo. Aplica el humor negro para tratar de hacer reflexionar sobre reacciones ante situaciones complicadas.
Susana es mi compañera en la serie que está en silla de ruedas y Pintos trata de pellizcarle para demostrarle que más allá de que te hayas quedado ciego o en silla de ruedas hay cosas mucho más bonitas a tu alrededor que están ahí y tienes que aprender a mirar con otros ojos. Eso es lo que hace Pintos, utiliza la retranca y el humor para hacer que las personas respondan, actúen y vean las cosas bonitas de la vida.
Pintos se parece mucho a mí, soy yo, no me exigió mucha complicidad la preparación.
¿Por qué aceptaste este proyecto?
Me encanta ponerme retos y la vida me puso el de perder la vista, entonces yo le planteo otros a ella también. Actuar era algo que nunca me planteé hacer pero se me puso delante.
Me encontré con actores de la talla de Carlos Blanco, Marta Larralde, Eva Iglesias, Marcos Pereiro, María de Fillas de Cassandra y otros actores primerizos que me han dado la oportunidad de crear una familia interpretativa que me ha ayudado mucho.
Lo hemos pasado bien y ese buen rollo ha ido más allá del plató y se verá en la serie, además de que se mantiene en la vida real porque a día de hoy todos somos amigos. El campamento base era en Ordes, estuve un mes allí grabando, me iba los lunes y volvía los viernes.
No creía en mis capacidades de memorizar porque soy de números, no de letras y mi memoria no es visual. Obviamente es auditiva y responde a lo que pueda imaginar mi mente sobre lo que estoy leyendo, por eso me llevó tiempo preparar mi papel, porque tenía que aprenderlo de memoria.
Son capítulos cortos de 15 minutos y cada día me marcaba el reto de saberme mi guión, cada dia un capítulo y el segundo día reforzar el capítulo. Dos días de trabajo de memorización por episodio.
Fotograma de 'A Coral'.
¿Repetirías la experiencia?
Me gustaría repetir con la segunda temporada de A Coral y dependerá del volumen de gente que vea la serie. Me lo he pasado muy bien, soy novato en esto y desconozco si es siempre el mismo el ambiente en los rodajes pero ha sido increíble, ha sido como estar en una casa de universitarios.
No tendría problema en probarme en otros registros más dramáticos alejados del humor, tampoco en un principio me veía en un papel cómico, hacer reír es siempre muy difícil y en nuestra vida generalmente vivimos más en drama que en la comedia.
Eres popular en A Coruña como abanderado de la accesibilidad...
No me considero un abanderado, soy una persona que tiene una discapacidad y que por desgracia me ha tocado convivir con ella. Cuando me detectaron esta enfermedad tenía poco más de 20 años y sé que mi madre se fue preocupada por cómo iba a ser mi futuro.
Tengo retinosis pigmentaria, es decir, que se van muriendo paulatinamentte las células de la retina y creo que se me han muerto casi todas. Mi madre murió pensando que iba a ser de mi, un chaval de veintipico años que estaba quedándose ciego, pero soy una persona que no se rinde y cuando considero que algo es justo lucho por ello.
Soy incansable y quiero demostrar a las personas que hay cosas en la sociedad que pueden cambiarse. No elegí ser ciego, me tocó y me lo dio la vida. Quiero remover almas y conciencias y que A Coruña entienda que si hay que regular el sistema de terrazas para que los invidentes puedan caminar por las calles hay que hacerlo.
Agradezco que vuelvan los acústicos a los semáforos y desde el Concello de A Coruña cuando les escribí entendieron el problema y pretendo que se tomen decisiones propuestas por una raíz con conocimiento como yo para que la ciudad sea la más accesible del mundo y que personas como yo vivamos de manera más sencilla.
A día de hoy no tengo una lucha activa, pero cuando hablé con Inés Rey le propuse que sería positivo tener una concejalía de accesibilidad, que fuera totalmente transversal a todas las concejalías. Es decir, que cada vez que una concejalía tomase una decisión que asesores de accesibilidad decidiesen lo que añadir a ese concepto.
A Coruña es bastante accesible en pavimento urbano y material podotactáctil desde el punto de vista de la discapacidad visual, pero el Concello de A Coruña debería darle protagonismo propio a una concejalía de inclusión y accesibilidad.
Actores de 'A Coral'.
Eres muy polifacético y deportivista
Hace 11 años tuve la posibilidad de montar mi grupo, nunca había sido cantante, solo cantaba en la ducha, y con 35 años monté el grupo Mar de Fondo y lanzamos el tema 1906, que a día de hoy supera el medio millón de visualizaciones. Así me demostré a mi mismo que escribía canciones que le gustaban a la gente.
Este 2025 cumplimos 10 años y grabaremos nuestro cuarto disco de estudio y hacer música propia salvo que seas famoso te vacía el bolsillo, pero hay que intentar subvencionarse. Lo hago con la banda de barrio que he montado con unos amigos donde hacemos entretenimiento con versiones de rockde ACDC, Scorpions, Los Suaves... todo en distintos sitios de A Coruña.
Ser deportivista no es que te guste el fútbol, es un sentimiento que llevas dentro y que se pasa de padres a hijos, mi madre me inyectó el ADN deportivista, que lo llevo en la sangre como parte de mi vida y se lo transmití a mi hijo Juan.
Independientemente de en qué equipo esté la categoría, ser del Deportivo es un sentimiento que no se puede entender y que llevas dentro en el corazón. Estoy orgulloso de ser blanquiazul.
Jesús Suárez en la serie.
¿Cómo es el día a día de Jesús Suárez?
Mi rutina es muy dinámica, me levanto a las siete de la mañana y me pongo en el ordenador a trabajar en el proyecto Escoita que ya está implantado en el Deportivo, en el Racing de Ferrol y en la Federación Española de Fútbol y dentro de poco en Primera División.
Luego entreno con mi amigo deportista olímpico Andrés Díaz unas horas y muchos días voy a clase de inglés porque me gusta formarme por si Escoita se vuelve internacional. Al mediodía como, duermo una siesta y voy a clase de canto. Llevo una década formándome para convertirme no en el mejor, sino para hacer lo que hago de la manera más profesional posible.
Mis semanas pasan entre diferentes actividades para ocupar huecos, voy a tocar, hago conciertos, quedo con mis amigos y disfruto de la vida, que me gusta beberla a sorbos y a tragos largos. Hay que vivir el día a día porque sin el hoy no hay mañana. De hecho no sabía cuando iba a ser la última vez que iba a dejar de ver y eso es lo que me ha enseñado mi discapacidad.