Karina Pombo, científica gallega con un laboratorio en Oxford: "Ter boas referencias é crucial"
La joven de Carballo es desde este 2024 jefa de grupo en una de las ciudades con más historia científica del mundo e investiga cómo los tejidos epiteliales están unidos por complejos proteicos llamados uniones estrechas y cómo estos afectan a distintos tipos de patologías
9 junio, 2024 05:00Oxford tiene desde este año un laboratorio con acento carballés y apellido gallego: Pombo-García. La responsable de que esto sea así es Karina Pombo García, que celebra haber llegado hasta donde está con esfuerzo, trabajo y el apoyo de su círculo más cercano y a pesar de todas las piedras del camino, muchas de ellas derivadas de ser mujer: las probabilidades de que una científica abra un laboratorio en Europa son del 20%.
Precisamente, esta joven de 36 años quiere inspirar a las nuevas generaciones y hacer que las niñas crean que son lo suficientemente buenas para llegar a donde quieran (porque lo son). Ella es un ejemplo: desde que comenzó la carrera de Farmacia en Santiago de Compostela hasta que se ha convertido en jefa de grupo en Oxford han pasado varios años en los que no ha dejado de trabajar con la cabeza y el corazón en la ciencia.
Pombo, además, ha trabajado mano a mano con grandes referentes gallegas como María José Alonso, de la que aprendió cuando cursó el máster en Nanomedicina antes de doctorarse en Química en Alemania. Fue su época en este país, donde investigó diferentes tipos de materiales para el diagnóstico del cáncer centrándose en la química de materiales, el que marcó en gran parte su futuro y, ahora, también su presente.
Un largo camino hasta Oxford
"Para o meu post doc decidín cambiar totalmente de gama porque estaba moi interesada en como os nanomateriais que estivera investigando durante o doctorado se incorporaban nas céclulas. Para iso necesitabas un tipo de microscopía moi específico, por resolución, e por iso decidín centrarme nisto", explica Pombo, que señala que esta época coincidió con el premio Nobel de Química en este tipo de estudios, otorgado en 2017 a Jacques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson.
La científica carballesa también estuvo unos meses en Harvard y el MIT antes de regresar al Instituto Max Planck de Alemania para investigar como las células epiteliales se unen unas a otras usando microscopía de súper-resolución. "Aí, durante os últimos sete anos, descubrirnos un proceso biofísico que se chama separación de fases líquidas, que é como cando mesturas aceite e auga na cociña, pero pasa dentro das células para formar complexos proteicos", indica Pombo.
Tras estancia en Alemania con un profesor especializado en microscopía de resolución y otro en la separación de fases líquidas, la carballesa finalizó su posdoctorado y comenzó a darle forma a un sueño que se cumpliría gracias a su trabajo duro: la apertura de un laboratorio. Y es que este logro nada sencillo ni habitual requiere cumplir con varios requisitos que la joven había ido atesorando a lo largo de su trayectoria.
El trabajo de Karina Pombo despertó el interés de numerosas instituciones, con las que se entrevistó, y finalmente apostó por Oxford por ser la opción que, cree, más beneficios puede darle a largo plazo. "É un sitio onde a ciencia está á cabeza. Estou asociada á universidade de Oxford, e dentro dela hai varios institutos. Eu estou no Rosalind Franklin, que é novo e punteiro e céntrase no uso de novas tecnoloxías para facer descubrimentos científicos", explica la carballesa.
Entender mejor las enfermedades
El Laboratorio Pombo-García está centrado en seguir potenciando la microscopía de súper-resolución para intentar entender qué pasa en enfermedades intestinales como el cáncer gástrico o la enfermedad de Crohn. "É unha serie de enfermidades na que semella que a razón fisiolóxica é bastante xeral, que é como se coordinan certas proteínas nas células epiteliais formando as unións estreitas, que son o complexo proteico no que eu me centro", explica Pombo.
Un trabajo que se centrará en la aplicación clínica de los mecanismos estudiados a través del análisis de muestras de pacientes reales, según explica la científica: "Extraemos biopsias, levámolas ao laboratorio e facemos o proceso de visualización no microscopio. O seguinte paso sería intentar entender que pasa cando algo vai mal nunha enfermidade e intentar desenvolver ou ter o coñecemento para que a xente poida desenvolver mellores fármacos ou tratamentos".
En resumen, el trabajo de Karina Pombo se centra en las células epiteliales que cubren los tejidos y el intestino, intentando entender cómo las uniones estrechas afectan a distintos tipos de patologías utilizando microscopía de súper-resolución y cómo el proceso biofísico que descubrieron durante su postdoctorado puede estar afectado en diferentes patologías.
Una labor que desarrolla acompañada por un equipo en el que se incluyen estudiantes de doctorado y postdoctorado que aprenden mano a mano con la científica de Carballo. "Seremos sobre seis a finais de ano contando comigo", explica la carballesa, que está motivada con la oportunidad de guiar a los nuevos científicos a que hagan mejor ciencia y una carrera más profesional. "Ter bos mentores no meu caso foi crucial, ter boas referencias é crucial", indica esta mujer científica.
Y es que el camino de Karina hasta ver reflejados en un laboratorio sus dos apellidos ha sido largo y constante, lleno de esfuerzos y sacrificios. La joven ha superado la frustración que provoca que no todo salga como se quiere y ha conseguido poner un poco de pausa en este mundo en el que todo se quiere para ya hasta llegar a Oxford, donde ahora desarrolla contenta su trabajo y forma a futuros científicos que, con la misma ilusión que ella, comienzan a abrirse camino.