La divulgadora coruñesa Deborah García Bello: "Enamorarse de la química es hacerlo de la vida"
- La doctora en Química y especialista en ciencia de materiales defiende que "nunca hay que dar nada por sabido" al explicar la ciencia a la sociedad. Claridad, veracidad y proporcionalidad son sus mandamientos como divulgadora en medios de comunicación
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Estudió Química, la enseñó como profesora y se especializó en ciencia de materiales. Poco a poco fue compartiendo sus investigaciones y conocimientos en distintos foros: mantiene su blog Deborahciencia y participa como divulgadora en emisoras de radio y cadenas de televisión. Quincemil habla con Deborah García Bello (A Coruña, 1984) para abordar cómo la sociedad ve al científico y cómo las personas nos enfrentamos a los retos de una revolución como la inteligencia artificial.
En uno de sus últimos artículos en laSexta, No disparen al científico, recopila muchos insultos que ha recibido mientras ejercía como divulgadora científica. ¿Están los científicos perdiendo respeto y prestigio en la actualidad?
En realidad no, y esto lo tenemos medido, porque cada dos años la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología hace estudios sobre la percepción social de la ciencia, y nuestra profesión es de las mejor valoradas por la población. ¿Qué ocurre? Que cuando te enfrentas a las redes sociales, donde hay energúmenos o está normalizado el insulto, y no siempre desde el anonimato, a los científicios se nos ataca como a cualquier otra persona. Se nos lincha cuando decimos algo que no se corresponde con un prejuicio o una ideología.
Los medios de comunicación siguen teniéndolos mucho en cuenta.
Sí, para proporcionar información de calidad, clara y veraz. Yo estoy curada de espanto, pero cuando atacan e insultan a expertos en cosas muy concretas, luego hay algunos que no quieren volver a salir en los medios.
Parece que cuanto más confianza debemos tener en la ciencia más la ponemos en tela de juicio, bien sea por las vacunas y las pandemias o por el cambio climático.
Sí. Si no dices algo que sea lo que ya la gente cree, se pone en tela de juicio la ética profesional y la objetividad de los datos. A mí me han dicho que soy de un partido o del contrario, de una industria o de la otra. Ocurre cuando hablas sobre un tema controvertido del que no hay mucha cultura.
"Debería haber una formación mucho más profunda en cultura científica en las primeras etapas escolares, por parte del profesorado, porque a veces encuentras en los libros de texto cosas que no son del todo ciertas"
¿Por ejemplo?
Plásticos. Es muy difícil hablar sobre este tema porque hoy es el material del demonio y con cualquier información en positivo que tenga que ver con polímeros plásticos, te van a linchar. Con la energía nuclear pasa igual. Con la ingeniería genética, digas lo que digas. Es comprensible, los prejuicios los hay por alguna razón.
O la inteligencia artificial.
Otro tema controvertido, muchísimo. Hay mucha información en negativo: derechos de autor, de imagen. Incluso en el uso de la IA en investigación, salud o agricultura en términos de eficiencia, se parte de una impresión negativa de la sociedad. Hay que ir con mucho cuidado porque la gente puede ir en contra y luego se legisla en contra. La IA es un asistente que se usa para muchas cosas útiles, como en la detección precoz de enfermedades, y en Galicia somos líderes detectando enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué revolución supone la IA para el desarrollo científico?
Ya solo en el ámbito sanitario, para la medicina personalizada y por la agilidad en la detección de enfermedades y la elaboración de diagnósticos. La IA permitirá ser más eficientes, gastar menos recursos y menos tiempo, hacer cálculos de optimización.
"Cuando te enfrentas a las redes sociales, donde hay energúmenos o está normalizado el insulto, a los científicios se nos ataca como a cualquier otra persona. Se nos lincha cuando decimos algo que no se corresponde con un prejuicio o una ideología"
Usted es química, escritora, pedagoga y divulgadora. ¿Cómo hay que hacer sencilla y accesible la divulgación científica?
Hay que tener bien ajustada la vara de medir, hablar con gente que no sea de tu gremio y nunca dar nada por sabido. Si yo explico algo que tú ya sabes, no te va a molestar, pero si utilizo conceptos que la gente no entiende haré que la gente se sienta mal o pierda el hilo y el interés. Explícalo todo siempre porque ¿qué sabe la gente sobre un tema?
Aunque hayas oído o leído sobre cambio climático o calentamiento global, sobre huella de carbono o gases de efecto invernadero, no sabes diferenciar términos relacionados que significan cosas diferentes. Como divulgador tienes que conocer y explicar bien estos términos. Y otro consejo es que lo que cuentes sea cierto, claro y proporcional, y esto es algo muy importante en ciencia.
¿Por qué?
Porque en ciencia, en temas de medio ambiente, se habla de cantidades, y se debe dar algo que lo compare. Siempre pongo este ejemplo: nos enfadamos cuando nos olvidamos de llevar nuestras bolsas al supermercado y nos tienen que dar una de plástico; el último dato que vi es que una persona consume 180 de estas bolsas al año, una cantidad importante, pero que al compararse con el impacto medioambiental de moverse en coche es mínimo: un año entero de consumo de bolsas equivale a las emisiones de Co2 al recorrer tres o cuatro kilómetros en tu coche.
Esto que explica, y en estos tiempos de extremismos y negacionismos, ¿es más fácil de explicar a los niños que a los adultos?
No sé qué decir. Hay de todo. Me tengo encontrado con público preadolescente con muchas ideas en la cabeza que no siempre son las correctas, ese público no tiene aún educado el pensamiento crítico. Creo que debería haber una formación mucho más profunda en cultura científica en las primeras etapas escolares, por parte del profesorado, porque a veces encuentras burradas en los libros de texto, o cosas que no son del todo ciertas.
"La IA es un asistente que se usa para muchas cosas útiles. Pero hay mucha información en negativo y hay que tener cuidado, porque la gente puede ir en contra de la inteligencia artificial y luego se legisla en contra"
Si vamos a Google y tecleamos su nombre, en las últimas dos semanas aparecen textos suyos opinando sobre gas radón, tóxicos en la alimentación, lactancia materna y cerveza. ¿Usted habla y opina de todo?
Todo tiene química, desde luego. Unos temas me tocan más de cerca, aunque no sea experta. Soy especialista en ciencia de materiales y medio ambiente, mi campo de investigación, un tema amplísimo porque materiales es todo, es de lo que están hechas las cosas. Si se fija en los temas que trato, aunque parezcan variopintos, todos tienen que ver con el impacto medioambiental de algo diseñado con determinados materiales, desde la industria cervecera hasta lo que uno pueda imaginar.
Durante la pandemia, por ejemplo, fui muy combativa con que las mascarillas pasasen una homologación, porque sé de ciencia de materiales y no todos los materiales sirven para frenar determinados virus. O cuando ardió un edificio en Valencia, cuando se debatió sobre los rellenos de la fachada. Todo se va al registro de la química pura y dura y de la ciencia de materiales.
Cuando estudiaba Química, ¿tenía ya claro que quería divulgar?
Qué va, no sabía que existía la divulgación científica como profesión. Pero siempre tuve claro que quería estudiar para contar lo que estudiaba. Di muchas vueltas, quise estudiar Literatura o Filosofía hasta que me enamoré de la Química, la cosa más bonita que había visto en mi vida. Enamorarse de la Química es como enamorarse de la vida. Fui profesora durante años, hice mis pinitos de divulgación y me llamaban para contar cosas que escribía en un blog, y muy poco a poco una cosa llevó a la otra.