Si naciste o creciste en Ferrol, lo que vas a leer te resultará muy familiar. Y si no eres de la ciudad naval, seguro que conoces a algún ferrolano que te lo puede contar. Estas son las 15 cosas que Quincemil ha recopilado en una lista que todo habitante de la ciudad departamental reconocerá.
Fardar de playas
Si hay algo por lo que es conocido Ferrol a día de hoy es por la belleza exuberante de sus playas. Situadas en entornos prácticamente vírgenes, los arenales de Ferrol (y comarca) se presentan como los mejores del norte de Galicia. Desde Doniños hasta Vilarrube, pasando por San Xurxo, Meirás, Valdoviño o Pantín, las playas de Ferrolterra no dejan a nadie indiferente. Quizá el agua no esté siempre a la temperatura ideal, pero el paisaje, el olor del mar y las dunas que las rodean hacen de este patrimonio natural un reclamo para los visitantes y un orgullo para los vecinos.
Presumir del patrimonio local
Ferrol es una villa histórica, y como tal cuenta con un patrimonio variado y abundante. El barrio de A Magdalena, ubicado en el centro histórico, destaca por su diseño y arquitectura. Declarada Conjunto Histórico-Artístico de corte modernista de la época de la Ilustración, A Magdalena se erige sobre un plano urbano ortogonal único, similar al de Barcelona. En este distrito, ubicado entre el Parador y la plaza de España, se encuentran la rúa Real y otros monumentos emblemáticos: el mercado municipal, la concatedral de San Xulián, el teatro Jofre, el Cantón de Molíns o las plazas de Amboage y Armas.
Pero la joya de la corona se halla en la desembocadura de la ría. El castillo de San Felipe, que se postuló como candidato a Patrimonio de la Humanidad, pone el broche de oro a esta ría de boca estrecha. Aunque esta hermosa construcción del siglo XVI no tiene el mejor de los accesos, es posible realizar visitas. Consejo: comprueba antes el horario.
Quedar en Correos como norma general
Quedar en Correos es uno de los grandes clásicos que todo buen ferrolano ha hecho en muchos momentos de su vida. Los escalones del edificio de Correos, situado en la plaza de Galicia, han sido siempre uno de los grandes meeting points de Ferrol. Frente al teatro Jofre y junto a la Puerta del Arsenal, el entorno privilegiado y céntrico en el que se sitúa la institución postal hacen de ella un lugar ideal como punto de encuentro entre los ferrolanos.
Sin embargo, no vamos a menospreciar emplazamientos como Armas, Amboage, el puerto o la esquina del Avenida como lugares en los que encontrarse.
Tomar unas cañas en el muelle
Sin duda, el muelle de Curuxeiras es uno de los lugares más pintorescos de la ciudad. Aunque no es muy grande, cuenta con un paseo por el que caminar entre la mansa ría, las embarcaciones del puerto deportivo y la ciudad vieja, sin olvidar la agradable sombra de las palmeras en el entrañable jardín de la Ranita. Además de estos encantos, la zona ofrece la posibilidad de disfrutar de una agradable consumición en las varias cafeterías con terraza que se encuentran en el paseo de la Mariña ferrolana.
Dar una vuelta por Odeón
Aunque este centro comercial inaugurado en 2002 se encuentra en suelo naronés, son muchos los ferrolanos que lo consideran suyo. Y es normal; únicamente una frontera imaginaria que nadie tiene muy claro dónde situar separa ambos concellos hermanos. Odeón u "Ode", dividido en dos plantas comerciales y otra subterránea de aparcamiento, reúne la mayor oferta comercial de toda la comarca, por lo que es muy habitual encontrar compradores de todos los municipios aledaños.
Salir de fiesta
Sí, aunque la noche ferrolana no es la más popular, existen locales y pubs donde tomar una copa y posteriormente salir de fiesta. En el barrio de A Magdalena puedes encontrar numerosos garitos en los que tomar algo después de cenar para calentar los motores que luego vayas a gastar sobre la pista de Onda (Zebra y Velvet pertenecen a un pasado glorioso sin retorno). También en Catabois puede haber locales de tu agrado, sin olvidar la larga carretera de Castilla, en cuyo transcurso también puedes elegir sitio.
Toparte con alguien en Alcampo
A diferencia de Odeón, Alcampo sí se encuentra en el término municipal de Ferrol, a pesar de que apenas 200 metros separan ambas superficies comerciales. Habrás escuchado a muchos ferrolanos referirse a su Alcampo como un "fenómeno social", ya que, hasta hace no mucho tiempo, era el único hipermercado de la ciudad. Actualmente sigue congregando a miles de clientes cada día, pero especialmente los sábados por la mañana, días en los que tienes todas las papeletas de encontrarte en sus pasillos con algún tío, prima o conocido.
Subir a Chamorro
La ermita de Chamorro, donde se encuentra la Virgen homónima, también denominada "Virxe do Nordés", es uno de los lugares de culto más célebres de Ferrol. Con más de 350 años de historia, cada año se celebra una romería el primer lunes posterior a la Semana Santa, en la que algunos ferrolanos realizan sus ofrendas. Desde la ermita, situada en un montículo de la parroquia de Serantes, se contempla una vista panorámica de la ría de Ferrol, con Fene y Mugardos incluidos.
Tomar un receso en tu paseo por la Estrada de Castela
Con unos 7 kilómetros de longitud, la carretera de Castilla es una de las avenidas interurbanas más largas de Galicia. El paseo, que parte de la plaza de España, atraviesa el ensanche ferrolano, cruza Narón y termina en Xubia, ya en el concello de Neda. Numerosos establecimientos comerciales (de ropa a calzado, pasando por iluminación, muebles o cosmética) se mezclan con peluquerías, bancos o restaurantes, entre otros, para dar vida al principal nexo de unión entre el centro urbano y el extremo interior de la ría. Resulta complicado realizar toda la caminata del tirón, sin sucumbir al descanso que ofrecen las múltiples terrazas en las que tomar un refrigerio.
Encontrarte cerrado el AquaCiencia
No hay explicaciones suficientes que justifiquen por qué tantas veces que quisiste entrar a AquaCiencia te encontraste el parque cerrado a cal y canto. Tal vez quisieras llevar a tus hijos, sobrinos, hermanos pequeños o a tu cita secreta, pero se te estropeó el plan. Este espacio científico, ubicado dentro del parque Raíña Sofía (el más ilustre de la ciudad) y rodeado de pavos reales por doquier, cuenta con una serie de instalaciones y juegos en clave didáctica que muestran las distintas utilidades del agua. Si te llevaron de pequeño y estaba abierto, seguro tienes un recuerdo sobre la lanchita de lo más fantasioso.
Palmar a clase
Aunque en Quincemil estamos en contra de esta práctica poco recomendada, reconocemos que palmar a clase es algo que solo se puede hacer en Ferrol. En otros lugares se falta, se lata o se hacen pellas, pero en Ferrol se palma. Si lo has hecho no te vamos a felicitar, pero sí a decirte que fue algo único.
Colar a amigos en el Montón
Alguna vez has o te han colado en el Montón, un club de oficiales y suboficiales de la Marina con instalaciones deportivas al aire libre, al lado de la ría y, lo más importante: con piscinas. Puede que te hayas sentido un influencer invitando allí a tus amigos porque perteneces directa o indirectamente a la Armada, o tal vez le hayas puesto ojitos a tu amigo para que te llevara, pero sea como fuere pasaste tardes para el recuerdo dentro del club.
Depender del coche
El transporte urbano de Ferrol no destaca por su densidad horaria ni su variedad de rutas. Por ello, lo más habitual es coger el coche para casi todo, desde ir a la playa hasta visitar amigos y familiares en las afueras. Aunque la ciudad es pequeña, casi todo queda lejos, por lo que disponer de un vehículo privado suele resultar esencial.
Quejarte de Ferrol
Que si cada vez hay menos gente, que si Ferrol ya no es lo que era, que si la ciudad solo se llena en Semana Santa, que si Ferrol Vello está muy mal conservado, que si la plaza de España fue una obra faraónica fallida, que si la gente se va a Narón… en fin, ferrolano, ¿cuántas veces habrás rajado de tu ciudad?
Defender Ferrol
Seguramente alguna vez hayas tenido que defender Ferrol con uñas y dientes. Siempre hay quien no lo conoce y se deja llevar por habladurías que atacan su particular belleza y personalidad urbana, pero ahí estás tú, ferrolano de pro, preparado para limpiar esa imagen equivocada que algunos tienen de tu ciudad. Solo los ferrolanos pueden permitirse el lujo de hablar mal de Ferrol, y aun así tampoco es plan. Porque en el fondo siempre estuviste de acuerdo con los célebres Limones y sabes que, a pesar de todo, Ferrol mola.