Nacida en 1983, la banda ferrolana Los Limones (que en un principio se apellidaban "del Caribe") supo tocar la gloria desde el suelo. Los inicios amateur del grupo dieron un paso adelante en su estreno fuera de casa en 1984, cuando actuaron en el colegio mayor Fonseca de Santiago de Compostela. Desde entonces, hasta 17 miembros distintos han ido pasando por un grupo lleno de cambios cuya voz nunca ha dejado de poner el cantante Santi Santos.

Fueron tendencia

En 1987, la productora gallega EDIGAL edita el disco de pequeño formato "Sun", por el que Los Limones reciben el premio al grupo revelación de Radiocadena Española. Ahí empieza su momento, cuando el grupo se abre paso en el mercado nacional con la grabación de "Sube la Marea" en 1989, gracias a Grabaciones Accidentales. Con esa misma productora graban en 1990 un segundo disco llamado "Donde acaba el mar", que les catapulta a la fama de las radiofórmulas. En 1992 consiguen posicionarse como número 1 en Los 40 Principales con el tema "El canto de la sirena", single de su tercer largo "Música Clásica". Un año después ya traen consigo un cuarto álbum: "Por las estrellas".

El que se cae, se levanta

A partir de ese momento y debido a diversas circunstancias Los Limones pierden el fuelle que durante diez años había impulsado su carrera. Los títulos "Amigos" (1995) y "7 mares" (1997), intercalados por el recopilatorio "Los Singles" (1996), no solo resultan un fracaso sino que provocan la disolución del grupo en 1997.

Pero el vocalista Santi Santos no tira la toalla y se atreve con "Volver a casa", un disco en solitario lanzado en 2001 que consigue resucitar las salas y disparar las ventas. El consecuente resurgimiento de la banda se materializa en 2004, cuando Los -nuevos- Limones deciden probar con "El directo", un disco en ese formato grabado en La Botellita de Madrid y que cuenta con diversas colaboraciones, entre las que destaca la de Javier Urquijo, entonces integrante de Los Secretos. Ese mismo año, la banda compone el tema "Camiño das estrelas" con motivo del año Xacobeo.

Nuevo camino

Público en el concierto de María Pita en 2014 (Los Limones vía Facebook)

La actividad continúa en 2006, cuando sale el elepé "Palabra" con colaboradores tan importantes como Antonio Vega, Susana Seivane o Miguel Costas. Dos años más tarde, el álbum "¡Sigue!" contiene el tema futbolero "Vamos Getafe" que se convertirá en el himno del equipo de esa localidad madrileña. En 2010 ve la luz, cada vez más apartado de los focos, el repertorio "Arriba esas gaitas", al que sucederán el proyecto personal de Santos "13 limones" en 2014 y, finalmente, la edición "Quinto del 64" en 2015. Desde entonces, la actividad del grupo, centrada en la persona de Santos (o Santi Limones), se enfoca en la pequeña actuación.

Como curiosidad, Los Limones ha compuesto las cuatro canciones promocionales de las elecciones autonómicas de 2009, 2012, 2016 y 2020 para el Partido Popular de Galicia. Este año, Santi Santos ha sido la voz de "Galicia é moito", el tema electoral de Alberto Núñez Feijóo durante la pasada campaña.

Una banda sonora para Ferrol

Con todo, el legado más significativo del grupo amarillo tiene que ver directamente con la ciudad de Ferrol. Y es que el topónimo de la ciudad naval constituye el título de su canción más escuchada, que supera las 1,2 millones de reproducciones en Spotify. Aunque de letra desalentadora, el tema "Ferrol" ("Música clásica", 1992) constituye todo un cántico para una ciudad que ya entonces se mostraba nostálgica. Recordamos sus descriptivos versos:

Vivo al lado del mar,

en un pueblo donde

perder es lo normal,

los que pudieron escapar

juraron no volver jamás.

Hoy empezó a llover,

y todo va a seguir igual,

igual de mal, igual de bien

y para qué, no tengo prisa,

y no nací para perder mi tren.

Las rías altas llevaran

los sueños y la realidad,

sera otro día más,

simplemente un día más.

La fábrica cerró,

las máquinas pararon

se secó el sudor.

La cabeza bien alta

cuando se tiene valor,

para andar por la vida

como el mejor perdedor.

Qué importan hoy,

los bolsillos del pantalón

lo que esta dentro se lleva,

se tiene o no.

La costa oeste mirará

toda la vida cara el mar,

aquí me encontraras,

aquí tengo mi hogar.

Se que aquí nací

y aquí quiero quedarme

aquí está mi hogar,

donde se acaba el mar.

Muelle de Curuxeiras, en Ferrol (Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao)

Sigo una tradición,

costumbres que esta vez

mi tierra me enseñó

vivir con el misterio

de saber si vengo o voy

y aunque lo tengo claro

solo muestro indecisión.

La confusión no es mi defecto

y hasta hoy me entrego como

y cuando quiero solo yo.

Ahora ya sabes como soy,

dónde dejé mi corazón

donde mi corazón, donde mi corazón.

Se que aquí nací

y aquí quiero quedarme

aquí esta mi hogar,

donde se acaba el mar.