Ferrol aguardaba con muchas ganas el regreso de la Semana Santa a las calles de la ciudad. Fieles, comerciantes y hosteleros viven estos días una de las épocas más importantes para la ciudad y ayer, Domingo de Ramos, se constató esta realidad.

Lleno en Amboage para la bendición de los ramos. Foto: Quincemil.

Las tres procesiones programadas pudieron salir con total normalidad y gran afluencia de gente. La tradicional bendición de los ramos en las Angustias y Amboage contó un importante seguimiento, acompañada por unas temperaturas agradables y sin lluvias.

En el caso de la Cofradía de Dolores, la procesión volvió a dejar imágenes emblemáticas en la ciudad como las formaciones de los tercios antes de salir los pasos de la Plaza de Amboage, los nervios y, sobre todo, la curiosidad de los más pequeños que, a causa de la Covid, han vivido en este 2022 su primera Semana Santa.

La plaza de Amboage congregó a una importante cantidad de personas que acudieron a escuchar a Xosé Francisco en la tradicional bendición de los ramos y también a muchos otros que tras la salida de la procesión aprovecharon para disfrutar de los rayos del sol en las distintas terrazas.

El centro de la ciudad rebosó ayer, tras dos años de parón, del aroma de la Semana Santa. Las trompetas y los tambores volvían a marcar el paso de la procesión y, sobre todo, de la sensación de que Ferrol recupera uno de sus emblemas más destacados.