El verano ha tocado a su fin, pero todavía queda tiempo para disfrutar de paseos por los alrededores de Santiago. A escasos kilómetros de la capital gallega se pueden encontrar auténticas maravillas naturales y arquitectónicas. Aquí tenéis una lista de algunos de los lugares a los que ir a dar un paseo relajado sin alejarse de Compostela.
Paseo del Río Sarela y Monte Pedroso
Sin alejarnos demasiado de Santiago ni abandonar su término municipal podemos disfrutar de unas maravillosas vistas de la capital gallega. Partiendo de las inmediaciones del Casco Histórico y a través del paseo del Río Sarela se puede dar un agradable paseo a las orillas del río, atravesando también el Parque de Galeras.
Una vez comienza el ascenso, el caminante se va encontrando con diferentes parques en las faldas del Monte Pedroso que merece la pena disfrutar, como la Granxa do Xesto o la Selva Negra. Tras un recorrido de alrededor de una hora es posible alcanzar la cima del Pedroso y, en el horizonte, el Pico Sacro.
Mirador de Gundián y Santa Cruz de Rivadulla, en Vedra
Precisamente por la cara opuesta del Pico Sacro discurre este segundo paseo, que se puede realizar en ambas direcciones y con una duración aproximada de 45 minutos: el recorrido entre el Pazo de Santa Cruz de Rivadulla y el Mirador de Gundián, sobre el río Tambre.
Este pazo posee un precioso jardín en el que la estrella indiscutible es el Paseo de los Olivos, donde es posible caminar entre 500 olivos centenarios que crean una atmósfera única. Desde el Mirador de Guntián se puede apreciar el paso del río Tambre y dos descomunales puentes ferroviarios.
Ponte Maceira
La aldea de Ponte Maceira, en Negreira, fue la primera localidad de A Coruña en entrar en la lista de los pueblos más bonitos de España. Buena parte de la culpa la tiene su puente sobre el río Tambre, una construcción medieval realizada sobre unas ruinas romanas que marca el límite entre Negreira y Ames.
Totalmente integrado en el Camino de Santiago -los peregrinos que se dirigen a Finisterre lo recorren a diario-, Ponte Maceira es el perfecto punto de partida para un paseo siguiendo el curso del río.
Puente colgante y central eléctrica del Tambre, en Noia
La última parada en el río Tambre la encontramos cerca de su desembocadura, en Noia. Allí podemos visitar una central hidroeléctrica construida en 1924 que todavía sigue activa y es toda una joya arquitectónica. A escasos metros de ella está un puente colgante desde el que se puede apreciar todo el esplendor del río.
Precisamente desde el puente colgante parten una serie de senderos con que recorren las orillas del Tambre, señalizados según su grado de dificultad, ya sean para paseantes ocasiones o para caminantes avezados.
Fervenzas do Toxa y Monasterio do Carboeiro, en Silleda
El Sendeiro do Deza es, sin duda, uno de los más especiales de Galicia. Además de la propia belleza natural del entorno, recorriéndolo podemos visitar dos joyas como son el Mosteiro de Carboeiro y las Fervenzas do Toxa.
Arrancando desde la Fervenzas do Toxa, las cascadas con mayor caída libre de Galicia, es posible alcanzar el monasterio atravesando el Ponte do Demo y un bosque repleto de mitos y leyendas. El Mosteiro do Carboeiro es un monasterio benedictino abandonado que recientemente ha sido escenario de múltiples videoclips y películas.