Hace años que la Plaza Roja mantiene la misma imagen, con sus bancos alargados y sus techos rojos. Lo más parecido a una fuente que se recuerda es la cascada de la cuesta de la Camelia, hoy reconvertida en un espacio vegetal.
Sin embargo, desde el momento de su construcción como punto neurálgico del Ensanche, la imagen de la plaza siempre estuvo marcada por fuentes que, pasados los años, fueron pasando a mejor vida. ¿Dónde se encuentran a día de hoy?
La primera fuente
La primera fuente de la Plaza Roja se proyectó en 1969 como colofón a la construcción de los últimos tramos del Ensanche de Santiago. El arquitecto José María Banet y Díaz Varela diseñó esta fuente ornamental de granito, con un muro de diez metros de diámetro y 0,75 metros de altura y un cuerpo central de 1,75 metros.
Esta estructura, que se utilizó como rotonda, estaba rodeada por un pequeño espacio ajardinado, contaba con un juego de chorros de agua y, más adelante, se le añadió un sistema de iluminación.
Las obras para su construcción terminaron en 1972, aunque con un importante sobrecoste: el Concello de Santiago había presupuestado menos de medio millón de pesetas, pero el coste final ascendió hasta las 705.812 pesetas.
La fuente presidió la Plaza Roja hasta 1990, cuando fue trasladada a Vite, donde permanece a día de hoy en una pequeña zona verde detrás de la escuela infantil del barrio, entre la Avenida do Burgo das Nacións y la Rúa de Alexandre Bóveda.
La segunda fuente
La segunda fuente de la Plaza Roja se construyó en 1990, en el marco del proyecto "Humanización del Ensanche" diseñado por el arquitecto Felipe Peña Pereda.
En sus inicios estaba previsto que esta estructura fuese una escultura en forma de cáliz con un sistema de iluminación. Sin embargo, la Comisión de Goberno municipal decidió construirla como fuente.
De este modo, se construiría con granito, hierro y latón y mantendría su función como rotonda, aunque rodeada de ocho piedras esféricas. Lo más llamativo era su iluminación, coronada por un rayo láser verde visible a más de treinta metros que tan solo se encendió el día de su inauguración.
Su construcción trajo consigo también una remodelación de la Plaza Roja, que pasó a contar con aceras y bancos de mayor tamaño. Además de como rotonda, esta fuente también servía como escenario de las celebraciones de los triunfos de la SAD Compostela, siendo especialmente recordada la del ascenso a Primera División en 1994.
Tan solo trece años después de su instalación, en 2003, la fuente fue trasladada al Polígono do Tambre, donde se puede observar a día de hoy en una parcela entre la SC-20 y la N-550.