En los últimos años han proliferado en las grandes ciudades las huertas urbanas, pequeños espacios verdes que posibilitan la práctica de la horticultural ecológica, la aplicación de técnicas agrarias tradicionales y los hábitos de vida saludables.
Santiago de Compostela arrancó en 2008 su proyecto de huertas urbanas municipales en Belvís y fue sumando espacios en Fontiñas, la Almáciga, Caramoniña, las Brañas del Sar y Santa Marta, para un total de 240 parcelas.
Sin embargo, las más llamativas son sin duda las del Campo das Hortas: 54 parcelas situadas a los pies de la Catedral de Santiago, a escasos metros del kilómetro cero de la capital gallega y el final de la Ruta Jacobea.
Historia
El origen del Campo das Hortas se sitúa en el medievo, con la construcción de la muralla de Santiago. Una de sus siete puertas, la Porta da Trinidade, se encontraba muy cerca de la zona, en la calle Carretas.
Por esa puerta, que servía como punto de inicio del Camino de Santiago a Fisterra, también llegaban la mayor parte de productos hortícolas a la ciudad, lo que le valió el sobrenombre de Porta dos Carros.
La Rúa das Hortas también recibe su nombre de aquella época, en la que atravesaba dos grandes agrupaciones de parcelas dedicadas al cultivo.
El desarrollo urbano de Santiago a lo largo de los próximos siglos no afectó a los usos de uno de esos espacios, situado tras la Igrexa de San Fructuoso: el Campo das Hortas.
Actualidad
Aunque se intentó alcanzar un acuerdo con los titulares de los terrenos en 2008 para integrar el Campo das Hortas en el proyecto de las Hortas Urbanas de Compostela impulsado por el Concello de Santiago, este no se pudo cerrar hasta 2019.
En ese año comenzaron los trabajos de acondicionamiento del Campo das Hortas, en un cierto estado de abandono, que permitieron habilitar un total de 54 parcelas con una superficie media de 60 metros cuadrados.
Un total de 68 solicitantes pidieron utilizar estas parcelas, que fueron repartidas siguiendo un orden de prioridad. Así, el ANPA del Colexio Raíña Fabiola, el Centro Vieiro de Cáritas y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) recibieron sus terrenos para usos comunitarios.
Posteriormente, once personas mayores de 65 años escogieron parcelas y otras 32 fueron concedidas a vecinos del entorno. Un sorteo decidió el destino de las seis parcelas restantes, a repartir entre otros 21 solicitantes.