Historia del antiguo sanatorio de San Lourenzo, en Santiago

Hay edificaciones que generan un aura de misterio per se. Si a ello le añadimos que en su fachada pueda leerse todavía impoluto el letrero de un antiguo sanatorio la encarnación del suspense y nuestra imaginación van de la mano hasta límites insospechados.

Corría el año 1955 cuando un médico natural de Barallobre (Fene) decidía adquirir una antigua casa sacerdotal en la santiaguesa carballeira de San Lourenzo que contaba con un importante terreno que multiplicaba las posibilidades de su proyecto. El doctor Pablo Ares Feal (1907, psiquiatra y profesor de Farmalocogía de la Universidad de Santiago de Compostela, comenzaba la andadura del centro psiquiátrico La Robleda que tardaría unos cuantos años en empezar a funcionar.

El sanatorio, que en un primer lugar se bautizaría con el nombre del doctor Ares Feal, contaba con más de mil ochocientos metros cuadrados de parcela en la que estaban albergadas un total de veintiséis habitaciones, una gran cocina, un gimnasio dotado de una sauna, diferentes salones y espacios comunes destinados al ocio y tiempo libre así como sendas consultas para los servicios médicos  y de enfermería que allí se prestaban, a través de diferentes tipos de terapias. El jardín, actualmente bastante cuidado( tal y como se puede apreciar en las fotografías) pese a que el edificio esté desocupado, era uno de los puntos fuertes de las instalaciones ya que la extensión superaría los tres mil metros cuadrados y contaba con frutales históricos, plantas ornamentales, un amplio estanque y un manantial propio.

La clínica estaba situada en un enclave tranquilo y aislado pero a la vez muy allegado al centro de la ciudad. Pablo Ares Feal estuvo al frente del mismo hasta su fallecimiento en el año 1962. En 1974 el centro reabría con un nuevo nombre pero continuando con la misma actividad de sanatorio de salud mental.

La edificación albergó hasta 2007 la actividad de sanatorio psiquiátrico pero ese año la empresa que gestionaba el centro adquiría una nueva propiedad en el Lugar de Santiso y los usuarios del centro eran trasladados a las nuevas instalaciones que comenzaban su nueva andadura en O Pino con la intención tanto de ampliar las plazas de los pacientes que el centro podía acoger como con la de aumentar los servicios que venían prestando durante las más de tres décadas que el equipo médico estuvo alojado en el barrio de San Lourenzo. El centro se había quedado obsoleto y pequeño así que con la mudanza lograron también aumentar su equipo contando casi con un centenar de trabajadores especializados en el campo de la salud mental.

En el año 2010 saltaban las noticias a la prensa sobre la venta del edificio de San Lourenzo por el que las titulares de la propiedad pedían  4,2 millones de euros. En aquel momento estaba en manos de las hermanas Ares Lois, herederas del doctor Ares Feal. Pero en medio de una crisis inmobiliaria como la que se estaba produciendo por entonces y pese a que habrían estado interesados más de veinte compradores, el contrato de venta no se habría cerrado.

Pese a que el inmueble podría reconvertirse en una residencia geriátrica, hotel o incluso en alojamiento para universitarios parece que la sombra de la leyenda negra que suele sobrevolar sobre estos centros también se sumaría a la coyuntura económica y por el momento no se tienen noticias de que nadie haya adquirido la propiedad.Lejos de pensar que está en estado de abandono, si uno pasea por las inmediaciones puede apreciar que su jardín se encuentra en perfecto estado de revista y que aunque la edificación muestra signos del paso del tiempo que causan el lógico deterioro en la fachada o en las ventanas, parece estar esperando expectante la visita de algún posible comprador…