La transformación de los barrios en las ciudades a lo largo del tiempo es un fenómeno fascinante, pues refleja la evolución de la sociedad, de la economía y de la cultura de ese lugar. A medida que pasan los años, los barrios van experimentando cambios en su apariencia o en su funcionalidad.
Esta evolución se puede deber al crecimiento poblacional, al desarrollo económico o tecnológico, a cambios en la cultura o el estilo de vida, o a las decisiones políticas de los distintos partidos que van gobernando. Santiago, conocida por su rica historia y su arquitectura centenaria, también ha experimentado transformaciones notables en sus barrios en los últimos años. Uno de los cambios más importantes ha sido la modificación de la infraestructura y el desarrollo urbano, orientado a la modernización y la mejora de la calidad de vida en la ciudad.
En algunas zonas estas variaciones han estado orientadas a la preservación del patrimonio, pero en otras se han centrado en hacer florecer nuevas empresas, en impulsar el turismo o, incluso, en grandes procesos de gentrificación. Estos son los barrios que más han cambiado en los últimos años:
Santa Marta, el barrio de moda
Santa Marta es considerado ahora el barrio más “chic” de Santiago, pues cada vez más familias y parejas jóvenes lo eligen para vivir. Sin embargo, hace unos años esto no era así, pues Santa Marta estaba situado casi en las afueras de la ciudad y su población era muy inferior.
Se extiende entre la avenida Barcelona, Volta do Castro, Avenida da Liberdade y el hospital Clínico y, en superficie, es tan grande como el Ensanche. El resurgir de la zona comenzó con la construcción de casas unifamiliares, pues antes abundaban las viviendas humildes.
La apertura del Clínico, en 1999, supuso la explosión final. Se urbanizaron 30 nuevas hectáreas y se crearon más de 2.000 viviendas. Por primera vez, se levantaron bloques de edificios e urbanizaciones que animaron a la gente a mudarse, lo que obligó a los colegios de la zona a triplicar sus plazas.
Poco queda hoy del barrio que ocupaba la zona sur de Santiago entonces. En tan solo unas décadas, Santa Marta ha pasado de ser un barrio desconectado de la vida compostelana, a ser el barrio de moda.
Conxo, un ayuntamiento independiente
Conxo es otro de los que más han cambiado con el paso del tiempo. Entre 1835 y 1925 fue un ayuntamiento independiente muy extenso, más que la propia ciudad de Compostela. Sin embargo, el crecimiento del núcleo urbano de la capital gallega acabó con la absorción del mismo. En su momento, Conxo incluyó las parroquias de Aríns, O Eixo, Marrozos, Villestro, Laracha, y hasta buena parte de la zona del Ensanche. Además, fue el lugar de acogida de episodios tan importantes para la historia de Santiago como el conocido Banquete de Conxo, o de hospitales tan destacados como el psiquiátrico.
En el año 2000, Volta do Castro fue el lugar escogido para la construcción de una urbanización que hizo aumentar, todavía más, su población. En la actualidad, la zona está llena de familias y estudiantes, pues se trata de un barrio con precios asequibles y muy buena ubicación.
Cornes, un pasado vinculado al ferrocarril
En septiembre de 1873, hace ahora 150 años, Cornes vivió uno de los cambios más importantes de su historia: la inauguración de la primera línea de ferrocarril de Galicia. Esta unió la estación de Cornes, Santiago, con la de Carril, en Vilagarcía.
En un inicio, esta ubicación fue provisional, pues el barrio estaba muy alejado del centro de la ciudad, por lo que la construcción del edificio fue austera y sin demasiados miramientos. 47 años después, se levantó la estación definitiva, pues la anterior era muy pequeña y los pasajeros se quejaban de su incomodidad.
En 1943 la apertura de la línea A Coruña-Santiago propició el cierre de la estación que, en 2005 y tras muchos años de desuso, reabrió en forma de la Casa das Asociacións.
Hoy en día, Cornes es considerado una de las zonas residenciales mejor ubicadas de Compostela, pues se encuentra a tan sólo 500 metros de la Plaza Roja o de la estación intermodal. La construcción de los bloques de pisos que forman ahora parte del barrio, por el estudio compostelano Carbajo Barrios, ha modificado el horizonte de la zona sur de la ciudad, dotándolo de múltiples premios de arquitectura y una estética muy moderna.
Vidán, un barrio con proyección de futuro
Por último, el área de Vidán, situado al suroeste de Santiago en su salida hacia Noia, también es otro de los lugares que más han cambiado y que más lo harán en los próximos años.
Lleno de restos megalíticos, puentes romanos y molinos de trigo y maíz es uno de los sitios por los que pasan los caminos de Santiago a Finisterre y Portugal. En 1999, la vida en la zona cambió por completo con la construcción del Clínico, que unió Vidán con el resto de Santiago y de su gente.
Ahora, sus habitantes esperan que se lleve a cabo un proyecto urbanístico por el que llevan esperando años. Se trata de un conjunto de viviendas y un área comercial que revalorizarán y llenarán de vida el barrio. Su proximidad con la Universidad y el Hospital podrían servir de aliciente para muchos de sus trabajadores, que contarían con el trabajo muy cerca de casa de vivir por la zona.