Los nombres de las calles son mucho más que apelativos, son ventanas a la cultura y la tradición de los lugares. Cada calle y avenida cuenta su propia historia, y Santiago es una ciudad con una red que se ha desarrollado a lo largo de los siglos.
Esta evolución ha provocado que algunos de estos vayan cambiando. De manera que zonas que hace años se llamaban de una manera, hoy lo hacen de otra completamente distinta.
Los cambios de nombre en las calles pueden producirse por muchas razones, y a menudo reflejan cambios en la sociedad, la política y la cultura. En ocasiones, una calle puede llevar el nombre de una persona o figura histórica cuyas acciones han sido reevaluadas con el tiempo.
También pueden cambiarse para promover la inclusión, para conmemorar personas o, incluso, para eliminar duplicados o reducir la confusión en la navegación. Sin embargo, estas alteraciones no siempre son asimiladas por la población.
En Santiago existen muchas calles que se conocen con nombres distintos a los oficiales porque sus habitantes los siguen llamando como antaño, o porque la tradición popular las ha bautizado con los apelativos de algún comercio o negocio. Algunos de ellos han llegado, incluso, a convertirse en sus nombres oficiales con el paso del tiempo. Este es el caso de la plaza Roxa, que antes se llamaba plaza de José Antonio.
Estos son algunos ejemplos de calles que los compostelanos conocen con nombres “no oficiales”:
Cuesta de La Camelia
Este es el nombre que recibe la cuesta de Santo Domingo de la Calzada, que conecta la plaza Roxa con la famosa librería Follas Novas. Lo cierto es que ningún letrero identifica esta calle como cuesta de La Camelia, pero nadie la llama por su nombre real. Es tan antigua esta denominación popular que su origen no se conoce con exactitud.
Hay quien dice que se debe a que, antes de construirse la cascada que decoró la pendiente hasta 2012, allí había una finca con este tipo de flores. Pero, también hay quien atribuye este apodo a una supuesta granja de pollos que se llamaba así y se encontraba en esa ubicación en los años 50.
Calle Nueva
Justo al lado de la librería está también la rúa Nova de Abaixo, más conocido como calle Nueva. El cambio de nombre llegó en los años 80 y 90, cuando el lugar se convirtió en la zona de ocio nocturno por excelencia.
Todos los jóvenes comenzaron a llamarla calle Nueva para diferenciarla de la otra rúa Nova de Abaixo, ubicada en el casco histórico. Durante muchos años fue el epicentro de los jueves universitarios, sin embargo, cuando los locales próximos al Obradoiro se pusieron de moda la calle Nueva se volvió a convertir en un área residencial más.
Camiño Novo
Más de 50 años han pasado desde que la vía estrecha por la que apenas circulaban coches se convirtiera en la avenida de Rosalía de Castro, una de las principales arterias de entrada a Santiago.
En sus inicios, fue conocida por los compostelanos como Camiño Novo, aunque lo que ahora se llama así es más el tramo de la plaza de Vigo a la rotonda de Avenida Rosalía con Romero Donallo y Mestre Mateo.
Calle del Asilo
En esta misma avenida, en la de Rosalía de Castro, se sitúa también la conocida “calle del Asilo”, que conecta la gran avenida con el campus universitario mediante un paso de cebra.
Este cruce debe su nombre a la antigua residencia de ancianos que ocupaba la zona en su momento y que, más tarde, fue derribada y sustituida por nuevos edificios como el hotel Peregrino o Maestría, actual Politécnico. El cierre del hospicio se vio favorecido por un incendio que acabó con prácticamente toda la construcción.
Calle del Pilar
Otra de las calles que los santiagueses conocen con un nombre distinto al oficial es la avenida de Xoán Carlos I, que une el casco histórico con Rosalía de Castro por la zona de la Alameda. Recibe el nombre de calle del Pilar, pues en el medio de la vía se encuentra la capilla del Pilar.
Esta no es la única calle que se apoda del Pilar. Al Preguntoiro también se le conoce popularmente con este nombre, ya que en su momento existió un comercio que se llamaba Almacenes Pilar. Se trató de la primera gran área comercial del casco histórico de Santiago, y a pesar de que cerró sus puertas a finales de los 90 este apelativo todavía se utiliza en la actualidad.
Calle de Simago
Bautizada también por culpa de un comercio está la calle de Simago, que no es otra que la República do Salvador. La gente la conoce así por el ‘Simago’, una superficie comercial que nació en el año 1976 y que supuso todo un acontecimiento para los compostelanos.
En él se podía adquirir todo tipo de comida, pero también juguetes y otros objetos que, hasta la fecha, no era habitual encontrar en un “supermercado”. Más tarde ‘Simago’ fue sustituido por ‘Champion’, y más tarde por ‘Carrefour’, que en el presente ocupa este local con doble entrada por Montero Ríos y República del Salvador.
Hospital Vello, Galeras
Por último, otro de los clásicos compostelanos es la conocida zona del Hospital Vello o, de manera oficial, Galeras. Y es que, aunque cada vez más gente se refiere como Galeras a la gran zona verde bañada por el Sarela, todavía hay quien se aferra a la imagen del antiguo hospital. El Hospital General cerró en 2003, tras la apertura del Hospital Clínico. Hoy en día el antiguo centro está tapiado por motivos de seguridad, ya que durante años fueron muchos los que habitaron su interior y se llevaron ventanas y material que todavía permanecía dentro.