Es posible que durante estos últimos días se hayan encontrado por las rúas compostelanas con algún que otro artista que, cuaderno y pincel en mano, observaba atento alguna fachada mientras dejaba fluir su creatividad.
Y es que el pasado fin de semana se celebró en la capital gallega la sexta edición del Encuentro Internacional de Ilustradores de Cuadernos de Viaje Compostela Ilustrada.
Han sido unos días de colores, texturas, técnicas y sobre todo de encuentro entre profesionales y apasionados del sector a los que dio una artística despedida con una original actividad a cargo de Oniel Rodriguez en donde el café se convirtió en el pigmento para dar color a estampas tan emblemáticas como la fuente de Platerías o alguna cafetería con solera.
Estampas compostelanas con café en una mañana de domingo
La jornada del domingo comenzaba con una clase teórica en la que el profesor explicaba las peculiaridades que tenía pintar con café. Algunas de las alumnas ponían en práctica lo aprendido en el Airas Nunes, la mítico cafetería de la Rúa do Vilar, dejando una estampa que llamada la atención a todos los que disfrutaban de su desayuno. Entre ellas comentaban lo complejo que era superponer capas de café y cómo variaba la técnica de la pincelada con respecto a la acuarela convencional.
Después de compartir espacio en el interior del Museo de las Peregrinaciones los artistas estuvieron haciendo uso de los soportales y locales colindantes para dejar plasmado en papel la belleza ante la que se encontraban. Compostela Ilustrada volvió a demostrar que por encima de todo es desde el año 2016 una gran oportunidad para el encuentro entre los amantes de la ilustración en cuaderno de viaje y una forma diferente de conocer la ciudad.
Oniel Rodríguez López es un artista cubano afincado en España y que explora sus circunstancias y conflictos a través de su obra. Además de acrílicos, pasteles y collage, es experto en aguadas con café y en su manejo como pigmento.
Origen y uso del café para dibujar
La historia documentada del café se remonta al siglo XIII pero esta bebida que ha conquistado al mundo entero llegó a nuestro país a través de los turcos otomanos en el XVI. Desde entonces además de beberlo lo hemos utilizado para fertilizar plantas, ambientar espacios, como repelente de hormigas y gatos, en la ducha al convertir los posos en exfoliante corporal y como tinte para el cabello. Este último uso nos puede dar una pista de que ese pigmento podría tener un uso artístico si daba con las manos adecuadas y el talento necesario.
Lo que ahora se conoce como coffee painting lleva siendo una actividad más común de lo que pareciera y surge de una forma espontánea entre consumidores de la bebida que tuvieron a bien darle un uso artístico. El crecimiento de esta técnica ha dado lugares a diferentes movimientos, como puede ser The Coffee Art Project, una plataforma que organiza exposiciones y ventas de obras de arte en ciudades como Londres, Nueva York, Milán, París o Buenos Aires y en donde los artistas además de vender sus obras donan un 50% de las ganancias a causas benéficas.
En España destacan nombres como Juapi, ilustrador profesional especializado en coffee painting.
Compostela repleta de ilustración en los escaparates
Tal y como hemos dado cuenta en Quincemil, durante los días que ha transcurrido esta nueva edición de Compostela Ilustrada han tenido lugar otras actividades que proponían intervenir espacios diversos, como los escaparates de algunos locales del casco histórico.
En esta ocasión la encargada de dar forma y color a esta propuesta fue la catalana Montserrat Fortino, Montsino, documentalista, urban sketcher e ilustradora, que llevó a cabo el Escaparatismo Ilustrado en las tiendas Ela Diz, Maravalla y en la oficina de Turismo de la Rúa do Vilar y que de nuevo sorprendía a todos aquellos vecinos o turistas que se encontraban a la artista en el interior de los establecimientos, dejando sus dibujos en las cristaleras.