Corría el año 2016 cuando se empezaba a hablar de la obsesión por fotografiar puertas y ventanas. Tal era la fiebre que hasta The New York Times dedicó un amplio reportaje a analizar esa incipiente tendencia. El conocido como movimiento Doortait o lo que es lo mismo, retrato de puertas, tiene su mayor álbum de fotos en la red social Instagram y si hacemos una búsqueda de ese hashtsag podemos encontrar millones de fotos y vídeos de puertas hermosas, curiosas o llamativas.
Las puertas son un elemento icónico, por ejemplo, en el mundo del cine. Quién no se acuerda de la puerta del pomo rojo en El sexto sentido (1999), de la azul que abren Hugh Grant y Julia Roberts en Notting Hill (1999) cuando son sorprendidos por los paparazzi o de la que abre Dorothy en El Mago de Oz (1939) pasando del mundo real al imaginario.
Han pasado ya unos cuantos años desde que esta tendencia comenzó a invadir las redes sociales pero está claro que llegó para quedarse. Por ello y porque en Quincemil Santiago nos gusta aportar ideas, hoy hacemos un breve repaso a las puertas más instagrameables del casco histórico compostelano. Preparen la cámara y sonrían.
La puerta musical
El azul de la puerta de Crechas funciona como un fondo fantástico en las fotos. El pub situado en el número 3 de la Vía Sacra ofrece conciertos cada semana y desde su terraza podemos apreciar esa imponente puerta en la que tomar una instantánea.
Uvas y parras
A escasos metros se encuentra la Casa de la Parra, un edificio barroco del 1683 situado en la Praza da Quintana. Fue diseñado por Domingo de Andrade tras el encargo por parte del arzobispo Raxoi. Se restauró en el siglo XX y aunque se encuentra en desuso y vacía de contenido desde el año 2010, los racimos de uva que forman parte de la ornamentación de la fachada y que rodean a la puerta son centro de atención de turistas y paseantes, que toman este lugar como escenario de sus imágenes en Compostela.
Algo más que soportales
Bajando las escaleras de la Quintana y atravesando Praterías nos dirigimos a la Rúa do Vilar, famosa por sus soportales con solera y donde nos encontramos con una puerta que no deja indiferente a nadie. Concretamente hablamos de la puerta del número 22, pintada en marrón y con una decoración en líneas modernistas que invitan a inmortalizarla.
La majestuosidad del Pazo de Bendaña
Siguiendo con el paseo llegaremos hasta la Praza do Toural, donde nos encontramos con la Fundación Eugenio Granell en el Pazo de Bendaña, un edificio levantado en la primera mitad del siglo XVIII. La puerta que da hoy acceso al museo es la de la fachada principal del pazo y se dispone en cuerpos con una distribución de sus vanos totalmente simétrica, con alternancia ventana y puerta-ventana excepto en su puerta central.
De chocolate a local de hostelería
Nos dirigimos ahora a la Rúa das Orfas, en donde recientemente en el número 15 se reabrió el local que ocupó la antigua fábrica de chocolates Raposo hasta mediados de los años 90. Esas enormes cristales presididos por los letreros de la fábrica y que hoy albergan un local de hostelería son ideales para tomarse una foto.
Una mano que atrae a tus ojos
Y a pocos metros está la puerta con el que posiblemente sea el llamador más fotografiado de la capital. Se trata de la casa en la que vivieron Victoriano García Martí (1881-1966), reconocido humanista, escritor y defensor de Galicia y el profesor de la Facultad de Química, Francisco Bermejo Martínez, también en Orfas.
Coronando esa imponente puerta verde está esa mano que hace las labores de llamador y que se popularizó tras la revolución industrial, cuando las clases más pudientes comenzaron a sentir la necesidad de proteger sus casas.
Modernistas
En la ruta modernista compostelana no podemos olvidarnos de dos edificios. El primero es la casa de López Pedre, en el Pombal, y la segunda en la Praza de Entrepraciñas, haciendo esquina con la Rúa do Castro, en donde se sitúa una casa de autor desconocido cuyos detalles geométricos y botánicos junto al azul de sus puertas y ventanales, llaman poderosamente la atención.