Galicia es una tierra con incontables rincones mágicos y lugares que sorprenden por las historias que guardan un importante legado cultural. Entre estos espacios, hay barrios que destacan tanto por su belleza como por la riqueza histórica que les precede. Así, en toda la comunidad solo hay un barrio que ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad, subrayando su importancia.
Este reconocimiento resalta su valor arquitectónico y cultural, además de que invita a reflexionar sobre las tradiciones y la historia que le han llevado a ser lo que es hoy en día, uno de los lugares más emblemáticos de Galicia y un orgullo para todos los gallegos: el casco histórico de Santiago de Compostela.
Patrimonio de la Humanidad desde 1985
Plaza de la Quintana, Santiago de Compostela
Pasear por el casco histórico de la capital gallega es todo un disfrute para los amantes de la historia y la cultura, sin dejar de lado la belleza que supone caminar por las calles empedradas mientras se observa las fachadas antiguas de las casas. Por ello, el 4 de diciembre de 1985, las campanas de la catedral compostelana sonaron para celebrar la inclusión del casco histórico de Santiago de Compostela en el listado de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) incorporó la ciudad gallega "por ser un extraordinario conjunto de monumentos agrupados alrededor de la tumba de Santiago El Mayor, y destino de todas las rutas de la mayor peregrinación de la Cristiandad entre los siglos XI y XVIII".
Los inicios de Santiago de Compostela como conjunto histórico-artístico
Santiago Apóstol, Catedral de Santiago de Compostela
El 9 de marzo del año 1940 se llevó a cabo un hito significativo en la historia de Galicia: la delimitación del conjunto histórico-artístico de Santiago de Compostela. Desde ese momento, la Dirección General de Bellas Artes asumió la responsabilidad de supervisar las intervenciones de la zona, asegurando que se preservara tanto el paisaje como la silueta urbana de una ciudad, que tiene sus raíces en el siglo IX.
La historia de Santiago comienza el 25 de julio del año 813, cuando el obispo Teodomiro, originario de Iria y según las fuentes históricas, descubre la supuesta tumba del Apóstol Santiago en la pequeña aldea de San Fiz de Solovio. Este hallazgo marcaría el inicio de lo que acabaría convirtiéndose en la emblemática ciudad de Compostela. Como medida de protección, el rey Alfonso II el Casto ordenó la construcción de un templo, y así es como se originó el camino de peregrinación que atraería a fieles no solo del territorio gallego, sino también de toda Europa.
Con el paso del tiempo, Santiago de Compostela se convirtió en un importante centro de peregrinación y un símbolo emblemático en la lucha cristiana contra los musulmanes, quienes devastaron la ciudad en el siglo X. Sin embargo, bajo el reinado de Alfonso VI, en 1075, la ciudad vivió una etapa de estabilidad que propició la creación de un templo que hoy conocemos como la catedral actual: una construcción románica con planta en forma de cruz latina y diversas capillas laterales.
Catedral de Santiago de Compostela
Entre los elementos más destacados de la famosa Catedral de Santiago se encuentran el impresionante Pórtico de la Gloria, el Botafumeiro y el Museo de la Catedral, donde se conservan valiosas piezas relacionadas con su construcción, obras de arte y reliquias veneradas por los devotos del Apóstol Santiago.
Qué ver en el casco histórico de Santiago de Compostela
Si te sitúas de espaldas a la Catedral de Santiago, tendrás ante ti la inmensidad de la plaza del Obradoiro. De frente verás un gran edificio, que se corresponde con Pazo de Raxoi y, a mano derecha, el Hostal de los Reyes Católicos, un antiguo hospital de peregrinos que se convirtió en parador.
Otros lugares del casco histórico que debes visita son la plaza de la Inmaculada, situada al norte de la catedral, y enmarcada entre el monasterio de San Martiño Pinario y la fachada de la Azabachería. Allí termina el último tramo urbano de los Caminos Francés, Inglés y del Norte, que entra al casco histórico por la llamada Puerta del Camino.
No puedes perderte una visita a la plaza de Quintana, la cual está dividida en dos partes por unas escaleras que separan la parte de arriba (Quintana de Vivos) de la de abajo (Quintana de Muertos). Por otro lado, la plaza sur de la Catedral llamada la plaza de Praterías, cuyo portal está enmarcado por el arranque de la Torre del Reloj y claustro.