A los pies de la Torre de Hércules, en la antigua Brigantia (A Coruña), desde donde la leyenda sitúa a Ith, hijo del rey Breogan, divisando las costas irlandesas, entrena el equipo Fillos de Breogan, pionero en Galicia en fútbol gaélico.
Se trata de una disciplina deportiva que mezcla el fútbol y el rugby y que llegó a Galicia en el año 2010 de la mano de Wenceslao García Zapata. Durante unas vacaciones en Dublín, picado por la curiosidad, este coruñés se acercó hasta un estadio para ver in situ qué disciplina deportiva local movía masas en Irlanda.
Quedó impactado con la manera en que los deportistas jugaban al fútbol con pies y manos. Algo a lo que no se está acostumbrado en el deporte rey en España, el fútbol.
Desde entonces, el futbol gaélico traspasó fronteras y llegó a Galicia. Aquí, en tierras gallegas, este deporte local se ha convertido en toda una potencia mundial. Y todo gracias al trabajo de los descendientes de Breogán.
El fútbol gaélico está de moda
La disciplina importada de Irlanda, donde es deporte nacional, ya cuenta con varios equipos en Galicia, gracias al empuje inicial del Fillos de Breogán. Tal es el crecimiento de este deporte que ya existe una liga masculina en la que disputan varios equipos gallegos, entre ellos el coruñés. Y no solo eso, sino que en el fútbol gaélico también hay espacio para las mujeres.
Al igual que ocurrió con el equipo masculino, las Fillas de Breogán- así se llama el equipo de mujeres de este club herculino- fueron las primeras en lanzarse al terreno de juego. Tras ellas, otras muchas mujeres gallegas se animaron a participar, lo que motivó la formación de más equipos por las diferentes provincias gallegas.
Pero si hay un equipo por excelencia del fútbol gaélico son los Fillos de Breogan, por algo son los pioneros en esta disciplina deportiva. El proyecto que empezó en A Coruña con la idea de popularizar este deporte ha colaborado en el desarrollo de otros proyectos en A Estrada, Santiago, O Grove, Pontevedra y Vigo.
Pero…¿Qué tiene el fútbol gaélico que engancha a aquellos que lo practican? Una de las cosas por las que la gente quiere repetir es porque, a diferencia del fútbol tradicional, en el gaélico cada gol vale tres puntos; lo que hace que el juego sea más dinámico y se alcancen puntuaciones más elevadas. En ese aspecto es similar al baloncesto, un deporte ágil y en el que también se alcanzan altas puntuaciones.
Además, otro de los aspectos que mas gusta es que uno puede servirse de las manos y los pies para enviar la pelota a las porterías con forma de U, como en el rugby.
Sencillo y abierto a todos los perfiles, así es el deporte emergente que importó a Galicia el club coruñés. Ahora, a seguir cosechando éxitos.