El 5 de junio de 1999 quedará en la memoria de los Museos Científicos de A Coruña, pues ese día un compañero con olor a mar se sumaba a la familia. Abría sus puertas el Aquarium Finisterrae, también conocido como la Casa de los Peces. Su inauguración coincidió con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente y con el 200 aniversario de la salida del puerto de A Coruña de la expedición americana de Alexander von Humboldt.
Hoy el Aquarium Finisterrae cumple veinte años, tiempo en el que ha recibido más de cinco millones y medio de visitantes, de los que aproximadamente un 30% han sido escolares.
Para agradecer al público su apoyo, que ha sido determinante para el éxito del museo, el Ayuntamiento de A Coruña ha decidido celebrar jornadas de puertas abiertas. El día 2 fue la primera jornada y continuarán los días 9, 16 y 30 de junio. Estas jornadas de acceso gratuito se suman a la ya existente del 24 de junio, festividad local de San Juan.
Para conocer un poco mejor las entrañas del acuario hablamos con el director de los Museos Científicos coruñeses, Marcos Pérez Maldonado, quien nos cuenta algunas de las "miles" de historias que guarda en su interior la Casa de los Peces.
Una ventana abierta al mar de los gallegos
A diferencia de otros acuarios, la Casa de los Peces no nace con el objetivo de mostrar peces espectaculares, de esos que dejan con la boca abierta a cualquier visitante. El acuario de A Coruña "nació con la vocación de enseñar la fauna marina con la que convivimos en el Océano Atlántico". "Se pueden ver los mismos peces que uno se encuentra cuando va a la plaza de abastos", explica.
Además de tener su propia filosofía, otra de las las singularidades de este acuario es su ubicación, al pie de la Torre de Hercules, donde las olas rompen. Precisamente, aprovechando su ubicación junto al mar, la Casa de los Peces es uno de los pocos acuarios que se nutre del agua del océano que baña sus paredes. Esto permite la entrada de organismos y pequeños invertebrados que después se muestran en los tanques de los peces.
Esta técnica de llenado de agua "es muy poco habitual", según apunta Maldonado. Y es que abastecerse del agua de fuera tiene sus inconvenientes, como ellos mismos pudieron comprobar cuando fue la catástrofe del Prestige. Más adelante te contamos el porqué, aunque seguramente ya te estés haciendo una idea.
Acontecimientos memorables
Los veinte años de vida del Aquarium están repletos de acontecimientos memorables y muchas anécdotas que quedarán en la historia de este acuario.
Muchos de los acontecimientos más importantes tienen que ver con la incorporación a su colección biológica de animales singulares que con el paso del tiempo se han convertido en los favoritos del público.
- El 13 de abril de 2000 llegaron Petra (1998) y Hansi (1997), las primeras focas.
- Tres años más tarde, a principios del verano de 2003, nacieron Deneb y Altair, las primeras focas coruñesas.
- El 10 de febrero de 2006 hizo su entrada estelar Gastón (1996), el enorme tiburón toro que vive en la sala Nautilus.
El ataque de Gastón
Precisamente, Gastón es el protagonista de una de las últimas anécdotas ocurridas en el acuario. Los peces y demás animales que viven en los tanques del Aquarium Finisterrae son alimentados con regularidad, pero esto no evita el instinto depredador de algunas especies, recuerda Maldonado. Es el caso de Gastón que hace unos meses se hizo famoso cuando fue sorprendido por el personal del acuario coruñés capturando y engullendo un pargo de 9 kilos que nadaba junto a él, momento que pudo ser grabado.
El efecto de una gran ola
Esta es solo una de las anécdotas que guarda el Aquarium en sus 20 años de historia. Otra de los momentos que recuerda Maldonado sucedió en el año 2014 cuando el Aquarium fue víctima de un fuerte temporal marítimo. Una ola muy grande se llevó por delante parte de las instalaciones, causando destrozos importante en la zona exterior del recinto, como fue el estanque de las focas que permanecieron a buen recaudo durante lo peor del temporal.
A raíz de este suceso, cuando hay avisos de temporal el acuario sigue abierto pero las zonas exteriores permanecen cerradas al público.
Alerta por el Prestige
Otro de los sucesos marítimos a los que tuvo que hacer frente el Aquairum fue al hundimiento del petrolero Prestige que provocó una marea negra que alcanzó las bahía coruñesa, y que puso en alerta estas instalaciones marítimas que vieron en riesgo su colección. Pero, por suerte, actuaron antes de que entrase el agua contaminada.
El acuario habitualmente funciona con la propia agua del mar, pero en esta ocasión "tuvimos que trabajar en un ciclo cerrado durante unos días hasta que se pudo garantizar que el agua estaba completamente limpia", explica Maldonado, quien nos cuenta que ese este episodio "se vivió con mucha preocupación" porque estaba en riesgo toda la colección biológica del acuario, además de todo el sistema de filtrado.
Bajo el océano
Dejamos los sucesos, es momento de hablar sobre una anécdota muy curiosa que se repite bastante entre los visitantes al acuario, según comenta Maldonado. Y es que son muchas las personas que cree que la sala Nautilus está fuera del Acuario. Es tal el realismo que evoca estar en el interior de esta sala que muchos de los que allí entran se creen que están en el mismo Océano Atlántico.
El Nautilus alberga "la piscina de acuario más grande de toda España" y está pensada como "pecera invertida" ( las personas están dentro de la pecera mientras que fuera nadan los peces). Si uno está dentro de esta sala y mira a lo lejos le da la sensación de que no hay fin, solo el infinito del mar.
"Hay mucha gente que se cree que estaba fuera del acuario, que eso era el oceano", señala Maldonado, que recuerda también otra detalle relacionado con esta sala. Ahí que ver que juego da, ¿verdad?
Este singular espacio decorado como la sala de mando del submarino del capitán Nemo "ha dado lugar a muchas historias de gente que piensan que el capitán Nemo es un personaje histórico real y que el submarino existe".
Ahora que ya nos hemos adentrado en la "otra historia" (más bien, las otras historias) del acuario, hablemos de futuro. Maldonado, lo tiene claro: el futuro de acuario pasa por seguir investigando y avanzando, pero siempre manteniendo la misma filosofía que el primer día: ayudar a dar a conocer la biodiversidad de nuestro océano.
Y es que, 20 años después de su nacimiento, el Aquairum Finisterrae es y seguirá siendo "una ventana abierta a ese mar al que los gallegos accedemos diariamente".