- LA NOTICIA: Aparecen carteles que prohíben el baño en el Parrote
- LA REACCIÓN: El Concello estudiará la apertura al baño del Parrote tras las críticas
Hasta 1941 A Coruña contaba con otra playa. Era la del Parrote. Hoy, esta zona vuelve a estar de actualidad por la prohibición del baño establecido por el Puerto y el Concello. El gobierno local ya está estudiando su habilitación para el futuro, siempre que se cumplan las condiciones. Recordamos el arenal situado a los pies de los jardines de San Carlos y el "botín de guerra de los vencedores", tal y como define la Comisión Abierta en Defensa de lo Común el relleno y expolio que derivó en el actual paseo.
La historia de la playa del Parrote es la historia de un expolio. Fue tras la guerra cuando el nadador Armando Casteleiro Varela, con numerosos servicios al fascismo y miembro de la primera milicia franquista coruñesa, reclamó para la ciudad unas instalaciones acordes. En 1941 y en apenas unas semanas se aprobó la creación en el Parrote de una piscina de grandes dimensiones, una sala de fiestas y un hotel. La construcción ocupó la playa y los terrenos de la antigua cárcel, terminando todo ello en manos privadas.
Solo un año después, el 17 de julio de 1942, abrió sus puertas el complejo conocido hasta hoy en día como La Solana. Pero el expolio no terminó ahí. En 1948 se terminó de edificar el Finisterre, un lujoso hotel con 126 habitaciones.
El relleno final del Parrote y la ampliación de La Solana hasta su estado actual tuvo lugar en 1968. De este modo, se puso fin a toda esperanza de recuperar la antigua playa, que quedó sepultada sobre toneladas de hormigón. El Parrote, el hotel Finisterre y La Solana constituyen hoy en día unos 25.000 metros cuadrados de terrenos que debían ser de titularidad pública más los que se ganaron al mar.
De nuevo de actualidad por su posible venta
La concesión del hotel y el complejo deportivo finaliza dentro de una década, pero hace 3 años, dentro del plan de Puerto para financiar el coste de la construcción del puerto exterior de Punta Langosteira, se pusieron a la venta. El rechazo del gobierno local, de la Marea Atlántica, fue total.
El precio fijado por el puerto fue de 3 millones de euros. El Concello llegó a plantearse la compra de los terrenos por 1,6 millones para devolverles la titularidad pública. Por el momento, se desconocen cuáles serán los próximos movimientos, pero el Puerto mantiene su plan de venta del Finisterre y La Solana para este mismo año.