Riazor puede presumir de ser uno de los estadios más céntricos y mejor ubicados de España: a solo un paso de la playa, fue uno de los estadios más vanguardistas en su momento, con una arquitectura que introducía el racionalismo de la mano del arquitecto Santiago Rey Pedreira.
Un 29 de octubre de 1944 se inauguraba el terreno de juego con un encuentro que el Dépor disputó contra el Valencia resultando en una derrota por un tanto (2-3). Costó conseguir la primera victoria, por lo que se llegó a pensar que el estadio estaba "gafado". Nada más lejos de la realidad, ya que el estadio fue testigo de años felices del Súper Dépor.
Tal día como hoy hace 75 años el capellán municipal Ricardo Rodríguez Dopazo bendecía el nuevo estadio de Riazor, que se preparaba así para vivir su primer partido ante las autoridades locales de la época. El estadio que se inauguró hace 75 años fue el de mayor capacidad de la historia, con un aforo para 37.000 personas sentadas, que llegaba a 60.000 si se sumaba la capacidad para personas de pie.
Santiago Rey, un arquitecto coruñés de vanguardia
Santiago Rey era arquitecto municipal y había recibido uno de los encargos que le hizo pasar a la historia, la construcción de un estadio para el Dépor. Pérez Ardá fue el alcalde que impulsó la construcción de un estadio a la altura de un equipo de Primera, una decisión tomada en 1939.
La obra original de Rey se ha modificado en sucesivas remodelaciones, como la de acondicionamiento para ser sede del Mundial de 1982 que llevó a cabo el arquitecto Antonio Desmonts. Eso sí, ahí sigue, desde 1944 la Torre Marathon presente en el plano original de Santiago Rey, aunque las pistas de atletismo desaparecieran en los 90.
El arquitecto Rey construyó años más tarde el Palacio de los Deportes de Riazor, que fue inaugurado el 1 de agosto de 1970 y hoy es la casa del Liceo y la familia naranja del Basquet Coruña. Un espacio en el que se jugaron dos mundiales de Hockey patines, en 1972 y 1988 y el año pasado el Europeo de Hockey Patines.
Suyas son también las proyecciones de varios "rascacielos" coruñeses, como por ejemplo la Torre Golpe, ubicada en el "Scalextric" de Linares Rivas, que fue, entre el año de su inauguración en 1955 y el año 1971, el edificio más alto de A Coruña.
También construyó la Torre Riazor y tuvo en su hija, Milagros Rey Hombre, una discípula, (aunque le costase aceptarlo) ya que fue la primera mujer en Galicia que obtuvo el título de arquitecta, proyectando obras como la fuente de Cuatro Caminos o la Torre Dorada, de 22 pisos.
Un estadio de hitos
El último de los hitos alcanzados por el estadio de Riazor fue el récord de asistencia a un partido de fútbol de la Selección española de fútbol femenino. El pasado día 4 de octubre, Riazor se llenaba de 10.444 personas que pudieron presenciar la arrolladora victoria contra Azerbaiyán.
Las jugadoras de la Selección femenina de fútbol se deshicieron en halagos al estadio en el que iban disputar un encuentro por primera vez; un lugar donde tenían "ganas de jugar". "Va a ser muy bonito jugar en un estadio mítico", fue una de las frases que la portera Sandra Paños dedicó a Riazor.
En Riazor la Selección española masculina jugó cinco partidos, cuatro amistosos y uno oficial, el de clasificación para el Mundial contra Bélgica en 2010, en el que el equipo, entonces entrenado por Vicente del Bosque, goleó 5 a 0 a los belgas. Por ahora, la Selección no conoció nunca la derrota en Riazor: un estadio talismán, desde el que se puede oír el mar.