"La peatonal". Así es como conocen los vecinos del barrio coruñés de Os Mallos la calle Ángel Senra. Esta vía lleva el nombre del que fuera el alcalde de A Coruña en el año 1931. Este conocido empresario montó en esta zona una gran fábrica de calzado. De ahí el motivo de por qué esta calle lleva su nombre, Ángel Senra.
Tal fue el éxito de este empresario nacido en Noia que llegó a exportar miles de zapatos diarios. Unos zapatos que, algo más modernos, pasean en la actualidad por esta calle peatonal que ahora presume de terrazas. Y es que los locales de hostelería inundan desde hace años los bajos de esta vía que hace cerca de dos décadas vivió su gran transformación.
Fue el exalcalde Francisco Vázquez quien inició las obras, que se dieron por finalizadas en el año 2003. Por aquel entonces se construyó una plataforma única y se limitó la circulación de vehículos, pero lo cierto es que la peatonalización tal y como se conoce ahora no se produjo hasta el año 2009. Ese año, con el socialista Javier Losada como alcalde, se inició una remodelación con el objetivo de revitalizar la única calle peatonal de Os Mallos.
La única, por el momento. En breve también será peatonal la calle Ramón Cabanillas, que formará parte de la futura ronda peatonal que proyecta el gobierno de Inés Rey.
Una calle de tradición comercial
Ángel Senra ha dejado de ser una calle más para convertirse en "la calle peatonal" de Os Mallos. Una calle en la que, además de una gran cantidad de cafeterías, nos encontramos con otros establecimientos que, sin duda, no se ven en cualquier otro sitio. Nos referimos a la tienda El Caldero de Peltre, un auténtico oasis para los fans de Harry Potter.
Además de otros locales más comunes, en esta calle peatonal, al igual que ocurre en otros puntos de la ciudad, también hay negocios víctimas de la crisis económica. Locales que, por un motivo u otro, se han visto obligados a bajar las verjas de su negocio. La tradición y la historia se funden en este barrio de A Coruña, donde se encuentran locales de hostelería emblemáticos como la pulpeira A Nova Lanchiña.
Otras de las peculiaridades de Ángel Senra es su arquitectura. Antiguos y sin las comodidades de los nuevos inmuebles, como son los garajes, la estética de sus edificios nos traslada décadas atrás. De aquella, los edificios no superaban las cuatro plantas y presumían de color en su fachada. Y así sigue siendo en Ángel Senra.
Limpieza e iluminación, las asignaturas pendientes
La polémica, como siempre, estuvo servida en su día; pero hoy, casi veinte años después, la calle tiene una imagen mucho más atractiva. Aunque lo cierto es que todavía tiene muchos aspectos en los que mejorar, según comenta Alba Balsa, de la tienda Luces de Bohemia.
Tras llevar 16 años regentando un comercio en esta calle peatonal, Alba nos desgrana algunos aspectos que, en su opinión, deberían mejorarse en esta zona de "tradición comercial" en A Coruña. Se declara partidaria de las calles peatonales, pero siempre y cuando estas sean diseñadas teniendo en cuenta la opinión de vecinos y comerciantes.
No todo es tan bonito como se pinta. Y es que, tras charlar con esta comerciante, queda claro que la calle Ángel Senra, así como toda sus zonas colindantes necesitan una mayor atención. La falta de limpieza y el déficit de iluminación son dos de los problemas que menciona Alba, quien también reconoce que se palpa "inseguridad" en el barrio.
Una calle en un barrio "abandonado"
La falta de aparcamiento en un barrio en el que la mayoría de viviendas no tienen garaje es otro de los puntos débiles, a los que se suma la problemática con la zona de carga y descarga que supone en una calle peatonal. "A veces el horario es muy reducido", dice Alba, quien demanda una mayor dinamización de la calle en la que trabaja desde hace 16 años.
¿Cómo? Esta comerciante lo tiene claro: con iniciativas del estilo de las que se llevan a cabo en zonas céntricas de la ciudad. Menciona, por ejemplo, el mercado ecológico que se celebra dos veces al mes en la Plaza de España.
"El barrio en general está abandonado", lamenta Alba, que pide al Concello que "cuide" más al pequeño comercio. Un sector que, tras ser sacudido por la crisis económica, trata de levantar cabeza en un barrio comercial por excelencia: Os Mallos.