No es un gigante, sino un molino de viento. Lo que para Don Quijote de la Mancha parecían brazos, son las aspas que hacen andar un molino. Así se lo explicó Sancho a su amo. En el municipio coruñés de Miño, en Boucelo, tienen un molino semejante al que aparece en este clásico de la literatura.
Galicia fue una tierra de molinos de vientos. Sin embargo, en la comarca de As Mariñas fueron escasos, por lo que este molino de Boucelo "tiene mayor relevancia", tal y como señala en el cartel informativo que hay en las inmediaciones de este molino de viento.
Construido en 1840
En una zona alta de este municipio nos encontramos con esta singular construcción que data de 1840, como figura en la inscripción de una de las puertas. Este molino dejó de moler después de apenas sesenta años en funcionamiento. ¿El motivo? Desaparecieron sus velas y no se repusieran. Y así sigue en la actualidad.
La torre está construida en mampostería y recubierta de cal. Los dinteles y marcos están hechos en cantería. Sus dimensiones aproximadas son 6 metros de altura y un diámetro interior de 3 a 3 metros y medio.
"La cubierta es giratoria para así orientar el mecanismo en la dirección en la que soplan los vientos montada sobre unas ruedas que encajan en una canaleta practicada en la coronación de la torre", explica el cartel informativo.
Desde agosto de 1989 se encuentra inventariado en el Centro Nacional de Molinos de Viento de España.
Este molino es un buen lugar para hacer una parada si uno va de ruta por esta zona de la costa coruñesa. De hecho, para aquellos que quieran contemplar este molino de viento, dispone de una zona con mesas en las que preparar un picnic campestre o simplemente descansar durante unos minutos.