Las viviendas pareadas de Ciudad Jardín de A Coruña: Arquitecturas interpretables
Las viviendas pareadas de Ciudad Jardín son una promoción de la Cooperativa Domus, que encargó el proyecto al popular arquitecto coruñés Santiago Rey Pedreira. Se trata de un tipo de arquitectura tan integrada en la ciudad que a veces, pasa desapercibida. Es casi interpretable
21 julio, 2021 06:00A menudo, se considera el adocenamiento como una cualidad positiva en la arquitectura. Ese progresivo desvanecimiento de la obra nueva en el organismo urbano, es una disolución natural que termina por integrar todas las piezas en la ciudad y dotarlas de una identidad social. Casi todos los edificios adquieren esta cualidad aparente cuando se les observa como un conjunto gregario, pero poco a poco, el gris homogéneo de la primera mirada se transforma en una composición multicolor, en la que cada pieza reclama su presencia urbana para sí. Existe, a pesar la aparente apatía de esta consecuencia temporal a la que aboca la integración arquitectónica, una virtud sigilosa: la interpretación.
Nicolás Maquiavelo, publica en 1532 El Príncipe, un tratado diplomático y teórico-político que marca un punto de inflexión en la modernidad narrativa del momento, uno de los primeros textos de filosofía moderna. Resulta casi irónico que este tratado que busca de alguna forma determinar cómo ha de ser la presencia, comportamiento y expresividad de una figura notable en términos públicos, sea contemporáneo de una de las personalidades más enigmáticas del momento: Cosimo de Médici. De él se decía que era “una esfinge indescifrable” a la que incluso sus íntimos y criados no entendían. La posición de Cosimo no era una representación de la dejadez o del desconocimiento, sino una estrategia muy inteligente. Este daba señales polivalentes, respuestas ambiguas o a veces en forma de proverbios o dichos. El resultado era la interpretación, un trasunto anticipado del test de Rorschach en el que cada receptor podía comprender, digerir y trasmitir sus palabras de forma distinta. El poder de esa estrategia residía en una equidistancia adaptable, algo sin duda complejo en el campo de la política, pero realista y virtuoso en el campo de la arquitectura. Si un edificio es capaz de mostrar respuestas interpretables desde la neutralidad expresiva, su posición urbana habrá comenzado a formar parte del paisaje.
Quizás sea esta una estrategia propia del arte, de engañar a las personas para conseguir su fin: “El arte también pasa a la historia, pero lo hace más despacio, porque es más astuto” (Sharon Stone en The New Pope. Paolo Sorrentino, 2020). La arquitectura como arte poliédrico en el que una de sus caras es la funcionalidad tiene su atención garantizada en el uso. Pero la lectura de la obra de arquitectura va más allá de lo funcional, especialmente con una cierta perspectiva urbana, lo que la hace poseedora de un discurso más profundo y en ocasiones autoritario. Pocas veces admite visiones reduccionistas.
La Ciudad Jardín coruñesa
"Lo bello hace pedazos aquel pedazo de ser que es la obra de arte. Es la patente insuficiencia del ser lo que nos hace anhelar lo bello" Manlio Sgalambro
La primera mirada sobre Ciudad Jardín en A Coruña es la de un barrio estético, es decir, en la que cada uno de los elementos que la componen tiene una unívoca voluntad estética. Sin embargo, el barrio va más allá. La Ciudad Jardín de Coruña es una iniciativa que busca emular las experiencias europeas de los asentamientos residenciales postulados por teóricos como Ebenezer Howard (1850 – 1928). Los conceptos desarrollados por este en Mañana: Un camino tranquilo hacia una reforma real (publicado en 1898), se popularizaron entre los arquitectos europeos, pero también se distribuyeron a través de muchos foros de pensamiento político y social. De hecho, en 1928 Santiago Rey Pedreira imparte una conferencia en el Círculo de Artesanos con el título “La expansión de las urbes modernas. La Ciudad Jardín, forma de comunidad”. El resultado de esta teoría en España es la creación de pequeños barrios jardín integrados en las ciudades, pero que inicialmente se situaban en la periferia: Ciudad Lineal de Arturo Soria (1844-1920), la Ciudad Jardín de Santa Clara en Sevilla, el barrio Reina Victoria de José María Pérez Carasa y Gonzalo Aguado o la Ciudad Jardín de Santander. Muchas de estas actuaciones urbanas nacen vinculadas a una gran industria, otras a la actividad inmobiliaria de la ciudad y otras a la intención de dotar de una vivienda digna a las clases más modestas.
En A Coruña, ciudad Jardín nace vinculada a la Sociedad Cooperativa de Edificación creada en 1921. Esta Sociedad promueve la creación de una ciudad jardín en A Coruña, proyecto de ordenación que encargan a Eduardo Rodríguez-Losada, quien también fue autor de algunas viviendas y edificios del conjunto. Dentro de este contexto, La Cooperativa Domus adquiere terrenos en la parte superior correspondientes a las actuales Calle Valle-Inclán y Calle Filantropía (antes calle Coronel Teixeiro). Esta cooperativa desarrolla la urbanización de la calle además del proyecto de viviendas que encargan a Santiago Rey Pedreira (1902-1977). Ya desde 1929 había participado en el proyecto de desarrollo del ensanche de Ferrol, y en 1934 comenzó su propuesta para las viviendas pareadas de Ciudad Jardín.
Las viviendas pareadas de Santiago Rey Pedreira
Rey Pedreira desarrolla una nueva tipología de vivienda para el barrio, que permite además ser repetida de manera indefinida. La propuesta es muy vanguardista, especialmente debido a la búsqueda de la sencillez. Las viviendas son pareadas, de forma que el aprovechamiento estructural se optimiza. Esta estrategia compositiva crea una nueva forma de organizar el espacio interior de la vivienda, de manera que se garantice la privacidad de los usuarios y la calidad del hábitat. La organización interior de la planta está muy optimizada, utilizando la escalera como el eje central que ordena las estancias de la vivienda. Todas estas pequeñas acciones de proyecto, contribuyen a la creación de un modelo arquitectónico repetible mucho más rentable que otras viviendas previas.
Las viviendas pareadas de ciudad jardín, son en apariencia austeras, ya que se perciben como volúmenes muy compactos y graves, con cubiertas de gran tamaño. La morfología de estas viviendas parece acercarse al lenguaje arquitectónico de la vivienda británica. Un aspecto que tiene cierto sentido, ya que los primeros ejemplos construidos de ciudad jardín provenían de Reino Unido. Estas eran austeras, con muros blancos y cubiertas de cerámicas muy potentes, todas ellas rodeadas de vegetación de tal forma que proporcionaban una sensación externa de protección y privacidad frente al espacio público. La presencia de vegetación es fundamental para la ciudad jardín, ya que es entre otras la herramienta para crear un espacio más higiénico y saludable, en el cual es posible un buen soleamiento, una ventilación adecuada y unas condiciones térmicas agradables. Los postulados iniciales de la ciudad jardín utilizaban este criterio basándose en la imagen romantizada del rural. Los teóricos de la ciudad jardín veían en la comunidad rural una mayor calidad de vida, más saludable, especialmente en oposición a la configuración de los slums periféricos a las grandes ciudades en áreas industriales.
Sin embargo, a pesar de la ausencia de expresividad de estas viviendas, hay un pequeño rasgo que permite obtener de ellas múltiples interpretaciones. En una de las fachadas Rey Pedreira diseña una “bow window” de forma tímida, es decir, un pequeño saliente en pico casi como un amago de galería. El arquitecto se refería a este elemento “la nariz de la casa”, quizás porque es el único elemento formalista que permite entender una cierta identidad inmediata al mirar el edificio.
Interpretaciones
La presencia ausente de estas viviendas, muestra una diversidad interpretativa de la obra de arquitectura. Pasan desapercibidas en el conjunto de la Ciudad Jardín coruñesa debido a que se han integrado de forma silenciosa en la trama del barrio. Los usuarios de las viviendas las han adaptado a sus necesidades, trasladando la domesticidad privada a la de la ciudad, creando una dinámica residencial integrada en el organismo de la ciudad.
“Los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos. Todos pueden ver, pero pocos tocar. Todos ven lo que pareces ser, pero pocos saben lo que eres” El Príncipe, Nicolás Maquiavelo
La interpretación de la arquitectura en obras de identidad discreta es algo natural, que abre debate y que crea diferentes puntos de vista sobre la construcción de la ciudad. Rey Pedreira contribuyó a partir de estas viviendas a la difusión de las ideas urbanísticas de Howard, Unwin y Cerdá. La divulgación de este tipo de teorías urbanas contribuyó a la modernización de la ciudad a través de un crecimiento racional, higiénico y ordenado. Hoy en día podrían leerse como viviendas contemporáneas, aunque ya cuentan con más de ochenta años en su biografía.
Casas con nariz, que representan la modernidad de una época que buscaba cambiar la vivienda en favor de la salud y la dignidad. Hoy en día este planteamiento se representa como una utopía cuya imposibilidad, de argumentos transversales, sólo permite mirar con romanticismo a estas piezas de arquitectura. Una forma de interpretar que permite aprender herramientas que aplicar en la ciudad que se construye día a día.