De entre los numerosos barrios que ahora tiene A Coruña, el de la Pescadería fue el primero de la ciudad, rápidamente se convirtió en el más poblado y aún hoy constituye uno de sus centros de ocio y comerciales. Se trata de la zona de la ciudad que va desde la plaza de María Pita hasta la calle Juana de Vega, exceptuando la zona del orzán (desde la calle Orzán hasta las playas). Se llama Pescadería en castellano, mientras que en gallego ha tenido diferentes denominaciones a lo largo de los años como Pescadaría, Pescaría, Peixería o Peixaría. Este último, Peixaría, es el que más se está usando en los últimos años.
El origen del nombre se debe a la gran cantidad de pescadores que se instalaron allí cuando el barrio comenzó a poblarse en el siglo XIV. A Coruña recibió la categoría de ciudad del rey Alfonso IX en el año 1208, y cien años después la ciudad ya excedía los límites de la Ciudad Vieja, por aquel entonces Ciudad Alta.
La zona de la Pescadería se extendía desde las viejas murallas de la Ciudad, en la zona de María Pita, hasta una nueva muralla que fue construida al inicio del istmo de la península de la ciudad, y que estaba justo sobre lo que hoy es la calle Juana de Vega. De hecho, A Coruña conserva un resto de aquella muralla: el rompeolas que separa las playas de Riazor y Orzán.
Este barrio fue el primero y único de la ciudad durante siglos, ya que A Coruña tardaría mucho en rebasar los límites de aquella fortificación defensiva que contaba con dos fuertes: Caramanchán y Malvecín. La zona de la pescadería no tardó en superar la población de la propia Ciudad Vieja. Entre finales del siglo XIX y principios del XX A Coruña se transformó: se derribaron las viejas murallas de la Ciudad Alta, ya Vieja; se edificó la plaza de María Pita, se rellenaron los terrenos del puerto, creándose los jardines de Méndez Núñez, y se derribó la muralla de Juana de Vega para plantear desde ahí el ensanche de la ciudad. La Pescadería siguió siendo su corazón.
Campo de batalla contra los ingleses
La Pescadería estaba protegida por esa primera muralla, pero aun así la zona fue devastada en la famosa invasión del pirata inglés Francis Drake. El corsario destruyó numerosos edificios de esa parte de la ciudad hasta darse de bruces con la férrea defensa realizada por los coruñeses desde las murallas de la Ciudad Vieja. Una heroína de aquella batalla Inés de Ben, era en realidad una tendera de la Pescadería que usó suministros de su propia tienda de quincallería para ayudar en la defensa de la ciudad.
El barrio no tardó en recuperar su viejo esplendor previo a 1589 y desde entonces y durante más de 400 años ha vuelto a ser escenario de algunos de los sucesos más memorables de la ciudad. En ella todavía están algunas de las arterias comerciales y sociales de la ciudad en el siglo XXI: la calle Real, Riego de Agua y sus paralelas, la zona de San Andrés o la zona de San Agustín, entre otras.