A Coruña guarda cientos de sorpresas en sus calles y avenidas y una de ellas es que el Parque de Santa Margarita, el más grande de la ciudad con 53.000 metros cuadrados, estuvo muy cerca de convertirse un parque de atracciones. De haberse aplicado el proyecto inicial, Santa Margarita hubiese sustituido los árboles, la Casa de la Ciencias y el Palacio de la Ópera por montañas rusas, atracciones y una enorme torre de 100 metros de alto.
A finales de 1960 el monte de Santa Margarita tenía un aspecto descuidado, poco urbanizado, con estructuras abandonadas y calles muy mal delimitadas, según ha recordado a través de sus redes sociales el concejal de Urbanismo de A Coruña, Francisco Dinís Díaz Gallego. Por ello, en 1968 el Concello encargó a los arquitectos Vicens Moltó y Domingo Tabuyo un proyecto que permitiese trasformar la zona en un espléndido parque de 50.000 metros cuadrados.
Sin embargo, el parque no "terminaba de cuajar". En 1970 el proyecto inicial comenzó a desvanecerse y el alcalde Pérez-Ardá puso encima de la mesa la posibilidad de convertir Santa Margarita en un parque de atracciones. El antiguo regidor incluso llegó a dar una rueda de prensa para explicar el proyecto acompañado del consejero delegado del parque de atracciones de Madrid, Juan Botas.
Si la idea hubiese salido adelante, Santa Margarita habría tenido un gran auditorio, una zona con animales, una montaña rusa, un planetario y una gran torre de 100 metros de alto con un restaurante panorámico giratorio en lo alto. El parque ocuparía 20.000 metros cuadrados y supondría una inversión próxima a los 50 millones de pesetas, lo que equivaldría a 300.500 euros.
Tres años después, en 1973, el Concello ya había desechado la idea del parque de atracciones, pero mantenía la intención de construir la gran torre. El proyecto estuvo a punto de convertirse en realidad gracias al arquitecto Santiago Rey Pedreira, que apuntó a la necesidad de trasladar el antiguo palacete de Santa Margarita a la plaza de la Palloza. Sin embargo, el proyecto quedó guardado en un cajón.
Diez años más tarde ese pequeño palacete se convertiría en algo mucho más grande: la Casa de las Ciencias. A Coruña se quedó sin su parque de atracciones, pero tal y como recuerda Fran Dinís Díaz Gallego "del primer proyecto de parque de atracciones algo si vio la luz: ¡El planetario!".