El 15 de agosto, los talibanes se hicieron con el control de Kabul, retomando así el poder de Afganistán dos décadas después. La toma de poder de todo el país por parte de este movimiento que entronca con el salafismo, una corriente utlraconservadora del islam, ha desplazado a la mujer de la vida pública y recortado sus derechos.

Este cambio político y social en el país afgano es la base sobre la que sustenta un proyecto educativo desarrollado en un colegio de A Coruña de la mano de las universidades de A Coruña y Santiago, en el que se buscó abordar con el alumnado de 11 y 21 años cuál es su percepción sobre la situación a la que se se están viendo expuestas muchas familias afganas en su país al ver usurpados derecho básicos como la libertad de expresión, la educación y la igualdad.

Alicia Tojeiro, profesora en el colegio Isidro Parga Pondal de Oleiros (A Coruña), elegida como la mejor docente de Primaria de España, propuso a su alumnos, los limpiamundos – que luchan por un mundo mejor-, participar en un proyecto de Body Maps o mapas corporales sobre las mujeres afganas.

Pero estos alumnos de Primaria no estuvieron solo, pues este proyecto se llevó a cabo junto a profesoras y alumnos de la UDC y USC, en concreto de Terapia Ocupacional y Grado de Magisterio, en A Coruña, de la mano de Natalia Rivas- Quarneti y Tania Fátima Gómez respectivamente; y Trabajo Social, en Santiago de Compostela con Lorena Añón.

"La vuelta al colegio en el mes de septiembre supuso inevitablemente abordar la situación a la que se estaban viendo expuestas muchas familias afganas en su país", explica Alicia Tojeiro sobre este proyecto que contó también con la colaboración de Ecos do Sur, ONG a la que, además, los limpiamundos donaron sus libros para ayudar a los menores al aprendizaje de las dos lenguas oficiales en Galicia.

Dos acciones de aprendizaje

Durante dos meses se llevó a cabo un trabajo de investigación y se crearon dos acciones impactantes: los Body Maps o mapas corporales narrados, metodología que permite la expresión libre de emociones, pensamientos y sentimientos mediante el arte , y la creación final de una acción de teatro espontáneo de la mano de las mujeres de Matagalpa.

Todas las acciones desarrolladas tanto con el alumnado pequeño, de 11 años, como con los universitarios, de 21. A todos ellos se les mostraron tres fotografías de tres mujeres afganas, todas ellas activistas. Sin tener más información que la imagen, niños y jóvenes tuvieron que imaginarse cómo sería la vida de cada una de ellas. El resultado sacó a la luz los estereotipos que tienen tanto niños como jóvenes.

En el caso de los más mayores, según explica la profesora Lorena Añón, los universitarios rompieron con los estereotipos que habían construido en los mapas corporales narrados. A través de esta actividad, "aprendieron a mirar", a "no juzgar" y a "empatizar". Comprendieron que detrás de cada mujer hay una historia que no se le parece a la que se habían imaginado y que, por tanto, "no hay que dar nada por supuesto".

Esta actividad, según explican, deja un mensaje claro para la ciudadanía. Y es que se puede romper con la educación tradicional.