El debate entre los partidarios de la jornada intensiva y de la partida en los colegios es un clásico. En Galicia muchos colegios han ido incorporando durante los últimos años la jornada intensiva de mañana hasta volverse la opción mayoritaria en Infantil y Primaria, pese a que algunos organismos señalan que esta opción empeora el rendimiento del alumnado y la conciliación familiar. Entre ellos se encuentra la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que recomienda el modelo de jornada partida para luchar contra el absentismo escolar.

La pandemia ha sido una de las responsables de la extensión de la jornada continua por, en teoría, disminuir el riesgo de contagio al reducir los momentos de entrada y salida del centro. Según el informe Jornada escolar continua: cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo publicado el año pasado por el Centro de Políticas Económicas de Esade, durante el curso 2019/2020 el 50,9% de los profesores españoles tenía jornada intensiva, un porcentaje que se amplió hasta el 72,3% en el curso 2020/2021, y que sigue incrementándose.

El estudio cuestionaba esta deriva y señalaba que la jornada continua tiene efectos negativos en las familias, especialmente para las madres, debido a las dificultades que supone para la conciliación. Además señalaba que aunque "no existe evidencia rigurosa sobre el efecto de la modalidad de jornada sobre el rendimiento académico", los estudios apuntan a que "la jornada partida está asociada a mejores resultados".

El texto resaltaba asimismo la evidencia en torno a los beneficios que tiene para los alumnos/as pasar más tiempo en la escuela "en términos académicos y socioemocionales". Así como que la jornada partida "con un almuerzo temprano y una pausa después, se adapta mejor a los biorritmos de los alumnos/as y mejora su salud, ciclos de sueño y bienestar".

Mejor para reducir el absentismo escolar

La OCDE respalda este análisis y aporta otra variable positiva de la jornada partida: reducir el absentismo escolar. En su estudio Propuestas para un plan de acción para reducir el absentismo escolar temprano de España que fue publicado en junio destaca modelos como los de Dinamarca y Portugal donde "han adaptado sistemas flexibles de jornada completa para ampliar el tiempo de aprendizaje".

"España podría valorar la posibilidad de adoptar un enfoque similar por las ventajas que podría aportar, en particular para los alumnos desfavorecidos. Se ha demostrado que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje y otros indicadores sociales y conductuales", destaca.

El organismo añade además que el horario de mañana supone que "cerca del 47% de los hogares" paguen clases extraescolares para sus hijos, "más de la mitad de las cuales se corresponden con clases de apoyo sobre materias curriculares en el caso de los hogares de ingresos bajos". Por lo que la apuesta por el modelo partido supondría también un ahorro para las familias.

Niñas y niños en un comedor escolar (Shutterstock)

La opinión del profesorado

Los estudios apuntan por tanto que el horario partido sería beneficioso tanto para el alumnado como para las familias, pero no así para el profesorado, a quienes el horario matinal beneficia "tanto en términos de bienestar como en posibilidades de conciliación". De hecho, en la encuesta realizada por Esade los/as maestros se muestran mayoritariamente a favor de esta jornada.

El organismo atribuye no obstante este apoyo al "deterioro de las condiciones laborales" del profesorado tras la crisis, con mayores ratios y el aumento de la interinidad y la rotación, lo que hace que la jornada "sea uno de los escasos márgenes de mejora de los que disponen a corto plazo".

"Es posible que muchos docentes hayan visto en la jornada matinal la puerta para mejorar en sus derechos laborales tras una década de crisis económica y pandemia", añade.