La nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU, ABAU por sus siglas en gallego) incluirá preguntas tipo test, las faltas de ortografía bajarán un 10% la nota en los exámenes y los alumnos podrán elegir entre distintas preguntas, aunque requerirán que hayan estudiado todo el temario. Así lo refleja el borrador del proyecto de real decreto de las pruebas, ante el que el conselleiro de Cultura, Educación, FP e Universidades en funciones, Román Rodríguez, ha lamentado que no se homogenicen los exámenes entre comunidades autónomas.
Rodríguez saluda que el Gobierno central "rectifica" con el borrador del nuevo modelo de la EBAU, que entrará en vigor en el próximo curso 2024-25, porque "no difiere en casi nada" del que ya está en vigor. El conselleiro de Educación en funciones ha criticado a través de un comunicado que el Gobierno central haya enviado este borrador "a escondidas" el viernes.
"El Ministerio acierta cuando rectifica", asegura Román Rodríguez, que indica que la nueva propuesta elimina "la exagerada optatividad" que se había establecido durante la pandemia de la Covid-19 "y que ya no tiene sentido". El conselleiro, además, lamenta que el Gobierno central "lleve tanto tiempo generando incertidumbres en el sistema educativo" y no es capaz "de sacar adelante un nuevo modelo".
La Xunta defiende un modelo homogéneo entre las comunidades autónomas, algo que no recoge el borrador. En este contexto, argumenta que los estudiantes gallegos están "entre los mejores" de España en resultados académicos, "según todos los indicadores oficiales", pero eso "no se traduce después" en las notas de la EBAU, ante lo que el Gobierno gallego insiste en que se aplique "el mismo nivel de dificultad" en las pruebas y en la corrección.
La propuesta de la nueva EBAU
El borrador del proyecto de real decreto de la nueva EBAU, al que ha tenido acceso Europa Press, establece que los ejercicios estarán estructurados en diferentes apartados que, a su vez, podrán contener una o varias preguntas o tareas. Estas podrán tener respuestas cerradas, semiconstruidas o abiertas, aunque estas dos últimas deben sumar como mínimo el 70% de la puntuación.
El documento elaborado por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades también establece que en cada materia se hará entrega de un único modelo de ejercicio. Algunos apartados, sin embargo, podrán incluir la posibilidad de elegir entre varias preguntas o tareas, siempre que esta elección no implique la disminución del número de competencias específicas objeto de evaluación.
En aquellos ejercicios en los que las preguntas o tareas propuestas requieran la producción de textos por parte del alumnado, la valoración correspondiente a la coherencia, la cohesión, la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación, no podrá ser inferior a un 10% de la calificación correspondiente a la pregunta o tarea.
La propuesta de la nueva EBAU precisa que la aplicación de estos parámetros que bajan un 10% la nota por las faltas de ortografía y gramaticales "podrá flexibilizarse en el caso del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo".
La prueba de acceso a la universidad constará en Galicia de cinco ejercicios sobre las siguientes materias: Lengua Castellana y Literatura II y, si la hubiera, Lengua Cooficial y Literatura II; Historia o Filosofía, a elección del alumnado; Lengua Extranjera II; y la materia específica obligatoria. Los ejercicios de la nueva prueba tendrán un diseño competencial que "permitirá comprobar el grado de consecución de las competencias específicas de las materias"; y requerirán del alumnado "creatividad y capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez".
Las preguntas o tareas se contextualizarán en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos y en entornos próximos a la vida del alumnado. La duración de cada uno de los ejercicios será de 90 minutos, con un descanso entre pruebas consecutivas de un mínimo de media hora. No se computará como periodo de descanso el utilizado para ampliar el tiempo de realización de las pruebas del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.
"Tanto los elementos curriculares objeto de evaluación, como el número y el tipo de preguntas o tareas se adecuarán a la duración del ejercicio. A tal fin, se tendrá en cuenta que el alumnado necesitará dedicar un tiempo significativo tanto a la lectura y al análisis de la posible documentación aportada, como al diseño de la estrategia para la resolución de las preguntas o tareas planteadas", señala el documento.
En el caso de que las preguntas o tareas lo requieran, para la realización de los ejercicios de las diferentes materias, el alumnado podrá hacer uso de documentos o herramientas auxiliares, tales como diccionarios, calculadoras, formularios o tablas. El uso de este material, en todo caso, estará condicionado a las características de cada materia y a los criterios de evaluación aplicables.