Francisco Bellas, segundo por la derecha, en el Citic con los investigadores del proyecto con la Universidad de Qatar.

Francisco Bellas, segundo por la derecha, en el Citic con los investigadores del proyecto con la Universidad de Qatar.

Educación

Cómo se educa en inteligencia artificial (y se explica) desde la Universidade da Coruña

El investigador del Citic Francisco Bellas trabaja con la Universidad de Qatar para crear un plan formativo nacional que exponga con “claridad” a estudiantes de Secundaria el funcionamiento de la IA. También liderará un proyecto europeo con recomendaciones para profesores y empresas que desarrollan esta tecnología

13 agosto, 2024 15:50

Desde que la Inteligencia Artificial (IA) adquirió un mayor protagonismo en A Coruña con la difusión de diversos proyectos surgidos de la Universidad y gracias a la designación del edificio de La Terraza como sede de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia), cobra también más relevancia el trabajo que en esta materia desarrollan empresas, académicos y profesionales en el ámbito investigador y, sobre todo, educativo. El Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y la Comunicación (Citic) de la Universidade de A Coruña (UDC) se ha convertido en un foco de referencia cuya actividad se consolida en España y traspasa fronteras. El último de sus exponentes en internacionalizar sus conocimientos es el investigador Francisco Bellas, que trabaja como asesor de la Universidad de Qatar en un plan nacional sobre educación en IA aplicado a las escuelas secundarias del país asiático.

Bellas es miembro del comité de expertos de la Xunta que asesora sobre la IA en el ámbito educativo. Su punto de vista respecto a la formación en esta tecnología es preventivo y defiende que la inteligencia artificial “sea explicable”. “La IA nos ha impactado a todos, especialmente ChatGPT, y su aplicación en la educación es importante porque puede ser peligrosa y se nota la preocupación en los docentes y en los padres, no tanto en los estudiantes”, expone.

Qué hacer, qué no hacer. A cuestiones tan básicas como estas pretenden responder proyectos como el Qatar, en el que Bellas participa junto a otro investigador internacional y cuatro locales. La Universidad qatarí contactó con la UDC debido al proyecto europeo AI+ que coordinó hasta hace dos años, en el cual se probaron unidades didácticas para estudiantes de bachillerato con profesores de IA y docentes de Secundaria para que los segundos, “sin necesidad de ser expertos”, tuvieran un conocimiento más próximo en esta materia.

“Qatar es un país muy pequeño pero invierte mucho en educación y quiere que con proyectos como este sus estudiantes trabajen en planes formativos en IA a través de propuestas curriculares específicas y avances en la comunidad educativa”, explica Bellas. El investigador principal, Zubair Ahmad, ha visitado dos veces el Citic para trabajar con el investigador coruñés.

Comisión Europea

Francisco Bellas es desde 2003 profesor de programación, robótica autónoma y aprendizaje automático en la Facultad de Informatíca y la Escuela Politécnica de Ingeniería de Ferrol, y desde hace cuatro años trabaja también en el Citic. Su actividad sobre la difusión educativa de la IA extiende su alcance internacional con la participación como experto en la Comisión Europea.

Para el último cuatrimestre de este año ha sido escogido para liderar un grupo de trabajo del European Digital Education Hub, en el que participan una treintena de especialistas en el campo de la IA. En este marco se expondrán y concretarán recursos y recomendaciones para que las herramientas que aplican IA en el ámbito educativo sean “imparciales, responsables, transparentes y éticas”.

“Es la explicabilidad de la IA”, destaca Bellas. “La IA da una respuesta, pero ¿de dónde viene esa respuesta? Para comprender cómo actúa, en qué se basa, crearemos unas guías de recomendaciones que ayuden a los profesores a saber qué pasa cuando se utiliza la herramienta de la IA. Pero también habrá recomendaciones dirigidas a las empresas o consorcios que desarrollan la propia IA. Se busca el reto de la transparencia: saber por qué decide como decide la inteligencia artificial”, explica Bellas.