Una de las primeras decisiones importantes que tomas en la vida es la de escoger carrera, y después de esta, viene la de escoger si piso o residencia. Son muchos los estudiantes de toda España los que se trasladan a A Coruña para continuar con sus estudios. Esta ciudad cuenta con cantidad de residencias universitarias que acogen a jóvenes durante su carrera.

Esta semana es para instalarse. El próximo lunes, 9 de septiembre, comienzan las clases en las universidades gallegas. En la residencia universitaria pública Elvira Bao ya se sienten los nervios del inicio del curso. Tan solo en este centro cuentan con 108 estudiantes alojados en sus instalaciones. Se trata de la única residencia pública de la ciudad, que otro año más llena sus habitaciones. 

Pedro Pazo es un vecino del municipio de Ponteareas (Pontevedra) y es el tercer año que se hospeda en la residencia Elvira Bao. Estudia Sociología en la Universidade da Coruña y terminó en este centro por la recomendación de un compañero cuando iba en segundo de carrera. El primer año probó a compartir piso, pero no le convenció la idea, por lo que decidió cambiar de aires.

"Desde mi experiencia personal me encantó. Es cierto que tiene sus pros y sus contras, pero para mí los pros compensaron con creces", cuenta Pedro. En este caso, dependiendo de la beca que tengas, este tipo de alojamiento es más económico que un piso, según cuenta el estudiante: 253 euros mensuales si se tiene beca. De ahí que sea tan alta la demanda de solicitudes. Este año el centró recibió 206 peticiones, frente a las 157 de 2021. 

Independientemente del precio, Pedro no se cambiaría. "A mí personalmente me encanta estar en un entorno tan comunitario como es la residencia, y aunque se podría mejorar en muchos aspectos, pienso seguir residiendo hasta que termine la carrera", confiesa.

Muchos alumnos de primer curso

Según los datos facilitados por el centro, la mayoría de los alumnos alojados en la residencia son del primer curso (57), 21 de segundo, 5 de tercero y 2 de último año de grado universitario. Muchos jóvenes se cambian a piso en cuando cumplen uno o dos años en la carrera. Las residencias ayudan a conocer gente cuando se llega nuevo a una ciudad, de ahí que tomen la decisión de buscarse un alojamiento con media pensión. 

En el caso de Pedro, decidió quedarse en la residencia a pesar de estar en segundo curso. "Otra gente simplemente prefiere cambiar por no tener que compartir habitación. Yo por ejemplo he tenido mucha suerte estos años de tener un compañero de habitación estupendo así que nunca me supuso molestia compartir habitación, al contrario, agradezco la compañía de un amigo", explica.

Pedro Pazo con amigos en la residencia Cedida

Asimismo, cuenta que son muchos los que se quejan de la falta de cocina. En esta residencia no disponen de una cocina equipada, por lo que dependen del servicio de comedor y, por tanto, más dinero que pagar al mes. Así como la falta de un servicio de lavandería. 

Por otro lado, lo bueno de las residencias es la diversidad y riqueza cultural que te puedes encontrar en ellas. En la de Elvira Bao hay estudiantes de Valladolid, Alicante, Cáceres, Asturias, Las Palmas de Gran Canaria, Sevilla y Segovia, así como de México, Turquía, Irlanda, Italia, Alemania, Francia y Eslovenia. 

Otras residencias

En A Coruña hay otras residencias como puede ser la de Siglo XXI. Joan Mira, Regional Operations Mánager de Resa en Galicia cuenta que dispone de un total de 246 plazas, y está al completo para este curso.

Respecto al número de solicitudes que ha habido para este curso, la demanda ha experimentado un gran incremento en los últimos dos años. En esta residencia en concreto, cuentan con un 12% más de demanda que el año anterior y más de un 20% respecto a hace dos años, según el Manager de Resa.
Así, son cientos los estudiantes que escogen este tipo de alojamiento para residir durante su etapa universitaria. Es el caso de Pedro, y de otros muchos, que esperan con ansias la vuelta de las vacaciones para volver a ver a sus compañeros de cuarto y de pared.