Ferrol como ciudad universitaria: "Aquí me siento más relajada, es vivir la universidad de verdad"
- Lejos de las grandes urbes universitarias, Ferrol se sitúa como un refugio para estudiantes de otras partes de Galicia, de España y del mundo. Con precios y alquileres más bajos, distancias cortas y una rica comunidad universitaria, la ciudad naval se posiciona como un destino alternativo para quienes buscan una experiencia universitaria diferente
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Ferrol, conocida por su tradición naval y su historia industrial, guarda una faceta menos evidente pero llena de vida: su comunidad universitaria. Lejos de las grandes urbes universitarias, la ciudad naval se ha convertido en un lugar peculiar y acogedor para estudiantes de todas partes de España y del mundo.
Son 39 estudiantes de otras comunidades autónomas y de otros países los que están descubriendo la vida universitaria este año en Ferrol, además de aquellos que vienen de otras partes de Galicia y completan su formación universitaria en el campus ferrolano.
Marcos, Iago, Emma y Carolina son algunos de esos jóvenes que nos cuentan, a través de sus ojos, lo que significa estudiar, convivir y disfrutar del ocio universitario mientras cursan la carrera de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo del Producto (EUDI).
"Viene hasta gente de A Coruña"
Marcos, natural de la ciudad de A Coruña admite que su percepción inicial de Ferrol estaba marcada por prejuicios. "A pesar de lo que la gente pueda pensar, no es nada como parece. Te vas adaptando y acabas encontrando oportunidades", explica en su tercer año de carrera, donde comparte piso en el barrio de Esteiro, epicentro de la vida universitaria.
Sus amigos de A Coruña incluso se sienten atraídos por la autenticidad de los jueves universitarios ferrolanos: "Los jueves universitarios son la hostia, viene hasta gente de A Coruña. Mis amigos se enamoraron de Ferrol, siempre que pueden se escapan los jueves", cuenta.
Iago, también coruñés, comparte la misma opinión: "Cuando llegué tenía miedo, pero el primer año fue increíble. Aunque en segundo y tercero la novedad se pierde, la ciudad sigue ofreciendo mucho. Siempre la defiendo".
"Me dijeron los profesores que la universidad era muy buena, conocía a exalumnos que hicieron Erasmus aquí y que fue una buena experiencia"
Los jueves universitarios están caracterizados por quedadas o "previas" en sus pisos de estudiantes y rutas por bares como Apotheka o El Jardín, en la calle Pardo Bajo, terminando la noche en la discoteca West.
Los estudiantes de EUDI organizan también diferentes fiestas y actividades para recaudar dinero y celebrar su propio San Pepe -patrón de su carrera- y que festejan poco antes de los exámenes finales en un camping de una de las playas de Covas. Se trata de una fiesta dedicada especialmente a los estudiantes de primer año, a la que acuden también profesores.
Organizan desde beer pongs en el bar El Jardín, venden desayunos en el campus y hasta proyectan películas en su facultad, algo que -según los estudiantes- les da mucha vida y se crea mucha comunidad.
De Venecia a Ferrol: "Aquí me siento más relajada"
Para Emma, estudiante italiana de la Universidad de Venecia, Ferrol ha supuesto una experiencia liberadora. Vino a cursar el primer cuatrimestre sin conocer nada de la ciudad, salvo la recomendación de sus profesores y antiguos alumnos. "Me dijeron los profesores que la universidad era muy buena, conocía a exalumnos que hicieron Erasmus aquí y que fue una buena experiencia", admite.
Y para ella, también lo está siendo. Emma advierte que al principio el idioma era un hándicap, ya que la mayoría de la gente no hablaba inglés y, a pesar de que ella tenía un B2 de español, le costaba hacer amigos porque el resto de estudiantes se esperaba que- al ser estudiante de Erasmus- no hablase el castellano. Aun así, considera que la gente es muy abierta. "Son muy diferentes de Italia. Allí la gente juzga mucho las apariencias y aquí no. Parece otro mundo, otra realidad", comenta.
Además, señala la importancia de la figura de los tutores de la universidad, quienes les brindaron a los estudiantes internacionales una mano para integrarse y poder conocerse entre ellos.
Pero lo que marcó la diferencia para la joven universitaria fue el método de aprendizaje más práctico y la dinámica de la ciudad, donde valora las distancias cortas. "Aquí es muy importante estar en grupo y verse, algo que en Italia es muy difícil de hacer por los horarios o la gente, que vive muy lejos", a lo que añade: "En Italia no te puedes mover sin coche. Aquí vivo mucho más despacio, me siento más relajada, es como vivir la universidad de verdad".
La experiencia SICUE: Canarias en Galicia
Desde Gran Canaria, Carolina, destaca la independencia que siente al vivir en esta parte del mapa. "Aquí te coges un coche y en cinco horas estás en otra comunidad autónoma, puedes conocer mucho más", señala, a lo que añade entre risas: "La mayoría de la gente de SICUE- intercambio de estudiantes entre comunidades autónomas- se van al sur, yo soy la rara, me gusta más la montaña y el frío".
Destaca el buen carácter de los gallegos, algo que relaciona con los suyos. "Los gallegos y canarios se parecen mucho a la hora de recibir a la gente, son compasivos y muy amables", cuenta.
En cuanto al ambiente universitario, esta estudiante valora las actividades organizadas: "Desde cenas hasta fiestas, siempre hay algo que hacer, y la gente te acoge muy bien". Sin embargo, admite que extraña a su familia y amigos, aunque ha encontrado consuelo en la independencia que ha ganado.
El coste de vivir y estudiar en Ferrol
Una de las mayores ventajas de Ferrol para los estudiantes es su asequibilidad, algo en lo que los cuatro estudiantes están de acuerdo. Iago y Marcos recuerdan los tiempos en los que en A Coruña, por ejemplo, disfrutar una noche les costaba entre 10 y 20 euros, algo que ahora consideran "imposible" y pueden seguir haciendo en Ferrol.
Emma también nota la diferencia con los precios. "Será un trauma volver a Italia en ese sentido, estoy aprovechando a comprar todo lo que puedo aquí", bromea.
Sin embargo, no todo es perfecto. La mayor preocupación de los estudiantes ahora mismo es la subida de los alquileres. En ciudades como A Coruña o Santiago el alquiler es más alto, donde una habitación puede llegar a los 250 o 300 euros por cabeza en un piso compartido entre tres o cuatro personas.
"Yo me cambié de piso cada año y he ido notando como están más caros, hay menos y los que hay son antiguos, con humedades, ventanas viejas y aún así te cobran como el resto"
"En Santiago conozco a gente a la que le ha subido tanto el alquiler que no lo pueden asumir y tienen que dejar de estudiar la carrera ahí... y que tengas que llegar a ese punto de dejar la carrera por no poder costear el alquiler, no puede ser", comenta Marcos.
En Ferrol el precio es menor, pero Marcos, quien ha vivido en tres pisos diferentes, también ha notado la subida en la urbe. "Yo me cambié de piso cada año y he ido notando como están más caros, hay menos y los que hay son antiguos, con humedades, ventanas viejas y aún así te cobran como el resto", comenta, quien pagaba el primer año 150 euros al mes con otro compañero y ahora paga 210 euros compartido entre tres personas.
Aunque sigue siendo más asequible que en otras ciudades universitarias, la tendencia al alza preocupa a los estudiantes, que ven cómo el encarecimiento de los alquileres amenaza con replicar los problemas de otras urbes.
Con sus pros y contras, Ferrol ofrece una experiencia universitaria diferente, marcada por la cercanía de su gente, la asequibilidad de la vida y una comunidad unida. Aunque no compita con las grandes ciudades en términos de infraestructura o entretenimiento, sus estudiantes han aprendido a encontrar y crear sus propias oportunidades. Entre fiestas, estudios y encuentros multiculturales, Ferrol demuestra que ser pequeño no es un impedimento para ser vibrante.