Desde el viernes y hasta el próximo 28 de noviembre, la fotógrafa e ingeniera, Carolina Martínez, expondrá en el ‘Novembro Fotográfico’ del concello de Pontedeume (A Coruña). ‘Traza’, así se llama la muestra, se podrá visitar en la Casa de la Cultura de la localidad, de 18:00 a 20:00 horas. Seis fotografías de gran formato, dos nubes fotográficas y dos capturas de Street View nos introducen en este relato visual con el que Carolina nos habla de territorio, de "patria emocional" y de su abuelo, al que rinde homenaje.

Su mirar capta la esencia de esa Galicia que no debe querer emular a Nueva York, sino que debe "querer ser nosotros". Con ‘Traza’, Martínez abre las puertas a un territorio rural que conoce a la perfección y en el que trabajó durante un período prolongado de tiempo.

"Viví con mi abuelo desde que nací", explica Carolina a Quincemil. Con él inició el ritual diario de unos paseos que se convertirían en el hilo conductor de ‘Traza’.

Unos recorridos al aire libre con los que esta fotógrafa se crió y que se fueron haciendo más breves a medida que pasaban los años y la salud de su abuelo se iba resintiendo, hasta que se "redujeron a pequeños círculos alrededor del comedor de casa".

Su abuelo, que falleció hace dos años, "nunca dejó de caminar" y este es, de algún modo, el homenaje visual a este referente de Carolina que ha tenido la oportunidad de proyectar en Pontedeume.

Martínez se confiesa, además, una amante de los fotolibros y le encantaría que ‘Traza’ pudiera tomar la forma de una publicación en formato físico.

Carolina se inició en el mundo de la fotografía con 13 años de edad y actualmente compagina la actividad cultural con su trabajo como ingeniera. Sobre la compatibilización de ambas facetas, confiesa que "una nunca se acaba de quitar los trajes y el de agitadora cultural va siempre conmigo".

Ese "amor por la cultura" y el "querer apoyar el talento emergente" han dejado un trazo indeleble en una Carolina que encuentra en el arte una manera de canalizar lo vivido.

Este noviembre será fotográfico en Pontedeume, a través del objetivo de Carolina que, con trazo firme, cuenta la historia del paisaje, la cultura y ese paseo diario que ha hecho inmortal, a través de su cámara.