Alumnos de toda Galicia se convierten en modelos y fotógrafos en la exposición de Meisel

En la exposición de Meisel 93, en A Coruña, hay un pequeño rincón reservado para la creatividad y el aprendizaje. Un plató de fotografía e ideas donde 9.000 escolares de centros gallegos pasan para experimentar y poner en práctica lo aprendido en los talleres que realizan sobre la exposición.

La Fundación Marta Ortega acompaña la propuesta expositiva, como ya hizo con la de Peter Lindbergh, de talleres destinados al alumnado desde primaria a universidad, con el que buscan despertar el interés por la fotografía de moda y dar a conocer el arte de los protagonistas de las exposiciones.

En esta ocasión los talleres giraron sobre el concepto del "ojo artístico" de Meisel: "Educar la mirada hacia la cultura visual de la fotografía, en primaria reconocer la narrativa básica de las imágenes y en secundaria profundizar en la representación de lo femenino y lo masculino o la diversidad", cuenta Guillermo Calviño, profesor de Ciencias de la Educación en la UDC y fotógrafo, uno de los 17 encargados de dar estas formaciones, que forman parte del grupo Arte-Facto de la UDC.

Una de las actividades consiste en trabajar con proyecciones que ellos mismos crean

"Meisels y Naomis para rato"

Durante la mañana del martes pasaron por el puerto los alumnos de bachillerato del instituto Antón Fraguas, de Santiago de Compostela. Cursan la especialidad en arte, por lo que muchos de ellos ya están familiarizados con la interpretación, que pondrán en marcha siendo modelos, o con lo audiovisual, que entrenarán trabajando con fotos, luces y efectos en el plató.

"La propuesta es que el alumnado adolescente, que tiene una relación intensa pero amateur con la fotografía, tenga un primer contacto con lo profesional, con focos, iluminación… Con la idea de conseguir imágenes muy sugerentes, que es lo que más les motiva, porque luego las usas en sus redes sociales. Descubren que gracias a la fotografía consiguen articular ese discurso que de alguna forma está en su cabeza", explica Calviño.

Primero, trabajan en los centros educativos la unidad didáctica, guiados por Guillermo Calviño u otros profesionales. Con lo aprendido, sobre Meisel y otros referentes de la fotografía preparan su propia propuesta, que luego realizarán en el plató de la exposición. "Yo les pedí dos ideas, una para trabajar las fotos de Meisel en las que reinterpreta fotos icónicas de la música rock. Les enseñé estas imágenes para que imaginaran como hacer las fotos con sus propios referentes musicales, algunos venían preparados para esto, caracterizados como Rosalía o Bowie".

La segunda propuesta, consiste en trabajar con proyecciones: "Les puse referencias de artistas que utilizan la proyección de texto sobre el cuerpo y ellos crearon algunos textos alusivos a la diversidad sexual, al modo de ser de cada uno, la identidad individual". Con estos planteamientos, grupo a grupo, los adolescentes llenaron el plató cumpliendo cada uno con su papel, algunos se convertían en modelos con una seguridad apabullante, otros cogían el rol de organizadores o de cámara… "Fue una actividad muy interesante. Nos colocamos y había gente muy segura de si misma y posaba, nosotras íbamos más cohibidas, pero fue interesante ver como cada compañero se expresaba en las fotos", cuentan Rosalía y Aurora, dos alumnas de primero de bachillerato que participaron en el taller.

Guillermo Calviño enseña a los alumnos el resultado de la sesión

"Creo que tenemos Meisels y Naomis para el futuro. En la experiencia de hoy, con alumnado de bachillerato de artes, vimos alumnos con vocación por la interpretación o la moda, así que no descartaría que alguien de aquí nos acompañe en este mundo en los próximos años", explica Calviño, quien también se muestra encantado de poder descubrir estos talentos y trabajar con jóvenes implicados en una actividad diferente a las habituales clases. "Una alumna le dijo a su profesora que ojalá tener más clases así, más prácticas, orientadas a producir cosas interesantes y romper con esos esquemas rígidos", cuenta el fotógrafo.

La experiencia se completa con una visita a la exposición. Desde la Fundación explican que pasarán por este taller unos 9.000 alumnos de 80 centros educativos de toda Galicia. "Venir a este espacio contemporáneo y visual y experimentar con esto, creo que genera un aprendizaje significativo que les anime a ver otras exposiciones", cuenta el fotógrafo.