Hace más de sesenta años se fundaba en Ourense una pequeña ciudad. En ella se promovería la salud y el desarrollo de los niños a través de la defensa de sus derechos y la igualdad. Además, ellos serían los protagonistas absolutos de esta pequeña comunidad y todos serían considerados ciudadanos con idénticos derechos. En una sociedad reprimida por la dictadura franquista, esta revolucionaria nación tenía sus propias elecciones democráticas, su propia moneda, aduana y una escuela de circo, la segunda del mundo tras la de Moscú. Actuaría por toda Europa, América, Asia y Australia en lugares tan emblemáticos como el Grand Palais des Champs-Elysées de París o el Madison Square Garden de Nueva York. Los niños, futuros ciudadanos del mundo, fueron los protagonistas de una utopía que un cura fundó a las afueras de Ourense: La Ciudad de los Muchachos de Benposta.
Jesús César Silva Méndez era un joven seminarista ourensano que en 1956 paseaba por su ciudad con un sueño rondando su cabeza. La leyenda cuenta que, durante uno de sus paseos en su moto, captó la atención de quince chavales que jugaban en la calle, a los que les propuso crear su propia nación democrática. Un halo de luz en una época de oscuridad.
Aunque su idea no era del todo original. El padre Edward Flanagan había creado la Boys Town a principios del Siglo XX en Nebraska, Estados Unidos pero, tras visitarla, Silva pensó que no era lo que él quería. No ambicionaba un hogar para niños desamparados sino un lugar en el que tendrían cabida todas las razas, religiones y condiciones, y en el que se forjarían los futuros revolucionarios y dirigentes que harían del mundo un lugar mejor.
La utopía comenzaba su andadura en el bajo de su madre en 1956 para trasladarse en 1963 a la Finca de Benposta, a las afueras de Ourense, una propiedad de 200.000 metros cuadrados. Allí fue donde comenzó su leyenda.
La Ciudad de los Muchachos acogía huérfanos y refugiados de todo el mundo. Durante sus primeros años de vida, la ciudad sobrevivía gracias al apoyo económico de la familia del Padre Silva y a la venta de periódicos, trapos y chatarra, pero no por ello dejaban de vivir la aventura que Silva había imaginado.
Todas las decisiones se tomaban en un parlamento, había centros educativos, ayuntamiento, hospital, banco, bar, supermercado, una gasolinera, aduana, una de las primeras escuelas de medios audiovisuales de España e incluso llegaron a tener su propio canal de televisión. A pesar de su ideología basada en los principios católicos, la Ciudad de los Muchachos llegó a albergar la única capilla musulmana de Galicia.
Pero la fama internacional llegó en 1966, gracias a la creación de la Escuela de Circo, la segunda escuela de circo del mundo tras la de Moscú, y de su propio espectáculo, el Circo de los Muchachos. El circo que crearon fue pionero, con música rock en directo y sin usar animales en su performance, sirviendo como hoja de ruta e inspiración al famosísimo Circo del Sol. Se cuenta que la primera misa que ofició el Padre Silva fue celebrada bajo la carpa del circo, encaramándose al altar tras hacer una pirueta y un salto mortal… El tío de Silva era Manuel Feijoo, empresario del Circo Americano.
Su primera actuación, con el nombre de “Revolution Circus”, se produjo en Plaza Cataluña, en Barcelona, ese mismo año. Tras el éxito alcanzado se lanzaron en una gira por toda España y Portugal. En 1970 pasaron por Bélgica, Holanda y Francia, siendo el primer circo de la historia en actuar en el Grand Palais des Champs-Elysées, en París. En 1973 actuarían en el Madison Square Garden de Nueva York y a lo largo y ancho de los Estados Unidos, así como en América del Sur, llegando hacer una gira por Asia y Australia. Dieron la vuelta al mundo, siendo recibidos por Emperadores, Reyes, Presidentes y Jefes de Estado.
Su popularidad fue tal que en la década de los 80 se montó una sede de la Ciudad de los Muchachos en Madrid. “Ciudad Feliz” estaba situada al lado de las Ventas y era una pequeña ciudad que contaba con zoo y parque de atracciones. Los que han crecido con Barrio Sésamo, un programa infantil de la década de los 80, recordarán el trenecillo que aparecía en la apertura de este programa. Ese trenecillo bordeaba Ciudad Feliz.
Benposta, la Ciudad de los Muchachos llegó a acoger a 50.000 niños llegados desde todos los rincones del planeta. Aparecieron en el No-Do, acudían a recepciones con Franco, rodaban películas en todo el mundo y se publicaban cientos de libros y artículos sobre el proyecto a nivel mundial.
Pero, como toda utopía, no pudo mantenerse con el tiempo y a principios de los 80, con la llegada de la democracia y la apertura, comenzó el declive. Los niños se convirtieron en adultos, pocos se convirtieron en los líderes que el Padre Silva imaginaba, el circo ya no era tan atractivo, los ingresos cayeron y comenzaron los problemas, tanto internos como con el Ayuntamiento de Madrid, la Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense. En 2004 se ponía fin a la utopía del Padre Silva. Entre todos la mataron y ella sola se murió.
El proyecto del Padre Silva sobrepasó los límites de nuestro país. Por todo el mundo hay ciudades denominadas "Benposta", basadas en los principios formulados por el jesuita: en Colombia, Venezuela, Nicaragua, Santo Domingo, Mozambique o Bruselas.
El Padre Silva recibió a lo largo de su vida varios reconocimientos y distinciones tales como la Medalla de la Paz de la ONU, el Premio del Sindicato de Espectáculos, el Trofeo París Match, la Medalla de los Amigos del Circo de Francia, la Espada Samurai de Japón o la Medalla de oro al mérito en Bellas Artes entregada por el Rey Juan Carlos. Además, fue propuesto en tres ocasiones como candidato al Premio Nobel de la Paz por países como Israel, Japón o La India.
En abril de 2016, la finca de Benposta era subastada debido a un embargo de la Seguridad Social y vendida por un valor de 412.000€. En la actualidad aún hay gente viviendo en la Ciudad de los Muchachos.
Se estima que más de 200 millones de personas en todo el mundo llegaron a presenciar el espectáculo del Circo de los Muchachos.
El sacerdote Jesús César Silva Méndez vivió en la Ciudad de los Muchachos hasta su muerte, el 2 de septiembre de 2011. La noticia de su muerte llegó a aparecer en medios internacionales como The Telegraph. Con él se iba un sueño que, durante años, fue realidad: La Ciudad de los Muchachos.
Historias de la Historia…
Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn 2019. Storyteller. Jefe de Compras.
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Referencias:
- elpais.com
- es.wikipedia.org
- lasexta.com
- ctxt.es
- furgoneteate.com
- galiciamaxica.eu
- farodevigo.es
- lavozdegalicia.es
- laregion.es
- telegraph.co.uk
- grandpalais.fr
- lavanguardia.com
- turismodeourense.gal