El 18 de marzo de 1314, Jacques de Molay, último gran Maestre de la Orden del Temple, era quemado en la hoguera frente a la catedral de Notre Dame, en París. Segundos antes proclamaba la inocencia de la Orden y lanzaba una maldición contra el Papa Clemente V y el Rey Felipe IV. La tradición nos cuenta que, antes de la disolución de la Orden, un templario trajo a Galicia uno de los mayores tesoros de Jerusalén, uno de los recipientes en donde Jesucristo convirtió el agua en vino, durante las Bodas de Caná. Una vasija de la que se decía que tenía propiedades milagrosas. Esta es la historia de una reliquia de Tierra Santa que acabó en Galicia y que se puede contemplar en la Iglesia de Santa María de Cambre.

Cambre es una pequeña población situada a las afueras de la ciudad de A Coruña, con una extensión de unos 40 km² y 25.000 habitantes. Además de preciosos paisajes, restos de asentamientos romanos, un puente medieval, y que es mi lugar de residencia, este maravilloso pueblo tiene una joya en su corazón, la iglesia románica de Santa María de Cambre.

La historia de esta preciosa iglesia se remonta al siglo IX. Todo parece indicar que un noble de la zona decidió abrazar la vida monacal y para ello mandó edificar un monasterio que sería donado el 16 de agosto del año 932 al compostelano San Paio de Antealtares. La iglesia del monasterio, único elemento que se conserva en la actualidad, fue construida en el siglo XII, por lo que es al menos medio siglo más antigua que la Catedral de Santiago de Compostela.

Entre las joyas de esta increíble estructura se puede encontrar un capitel con la fecha de 1194 grabada, una Virgen y el Niño en piedra del Siglo XII, una talla de Santa Gertrudis del Siglo XVI y la que, posiblemente, es la mayor pieza de interés de esta fantástica iglesia, la milagrosa Hidria de Jerusalén.

¿Pero qué es esta hidria? El primer milagro que se le atribuye a Jesús ocurrió durante las Bodas de Caná. Según el Nuevo Testamento, durante la celebración del festejo se acabó el vino, por lo que Jesús ordenó que se llenaran de agua seis vasijas que se usaban para las purificaciones. Cuando el agua se sacó de los recipientes (conocidos como hidrias), lo hizo convertida en el mejor vino. La tradición nos cuenta que uno de estos recipientes llegó a Cambre.

Hay teorías que dicen que fueron los monjes benedictinos quienes la trajeron de Jerusalén, otras lo atribuyen al noble Fernando Pérez de Traba, y otras informaciones cuentan que fueron los templarios quienes trajeron la pila a Galicia. Lo que está 100% contrastado es que procede de Jerusalén. Tiene una inscripción en caracteres del Siglo XII que dice: “IDRIE IhlM” (Hidria de Jerusalén), su material de construcción es piedra calcárea, imposible de encontrar en Galicia y típica de Palestina y los detalles decorativos son idénticos a los que se hacían en Jerusalén hasta el Siglo XII.

Sea como sea, parece que la hidria inicialmente llegó a la vecina iglesia de Santa María del Temple, a escasos kilómetros de Cambre y, posteriormente fue trasladada a su ubicación actual tras la disolución de la Orden de los Templarios.

En la actualidad, está bastante deteriorada, le faltan las asas, y está rota y desgastada en varias partes. Como toda reliquia mágica y objeto poderoso, se decía que poseía la capacidad de curar y proteger de las enfermedades y, para ello, había que hacer sonar las campanas nueve veces, raspar la hidria y con el polvillo de piedra resultante, hacer un ungüento que tenía las supuestas propiedades curativas. Siglos de “raspado”, la dejaron con su aspecto actual. 

Hasta tal punto los vecinos la consideran un tesoro que, en 1675, hubo un levantamiento popular para evitar que se llevasen la reliquia. El Arzobispado de Santiago de Compostela había reclamado que la hidria fuese llevada a la Catedral para guardarla con el resto de tesoros compostelanos, pero cuando llegó el día del traslado, se encontraron con un motín popular en el que tuvieron que intervenir las fuerzas militares. El recipiente no se movió de su ubicación. En fechas tan recientes como 2012 la polémica volvió a rodear a la reliquia. La hidria desapareció de la iglesia y fueron muchos los vecinos que lo denunciaron ante la Policía. Finalmente se aclaró el malentendido, la pila había sido cedida durante 6 meses a la exposición “Gallaecia Pétrea”, que se estaba celebrando en el Museo de Galicia, en la Cidade da Cultura de Santiago.

La de Cambre no es la única hidria de Caná conocida. Por toda Europa encontramos decenas que proclaman ser las auténticas. Si tenemos en cuenta que según la Biblia fueron seis las utilizadas por Jesús, las cuentas no dan…

Por cierto, antes de morir en la hoguera, Jacques de Molay, el Gran Mestre de los Templarios, volvió a retractarse de forma pública de todas las acusaciones, proclamando la inocencia de la Orden y, según cuenta la leyenda, lanzando una maldición a los conspiradores, a los que emplazó al castigo divino en el plazo de un año. Sorprendentemente, la supuesta maldición se cumplió. El papa Clemente V fallecería el 20 de abril de 1314 y Felipe IV lo haría el 29 de noviembre de ese mismo año, víctima de un accidente de caza.

Desconocemos la veracidad del origen de esta hidria, pero resulta cuanto menos extraño que unos monjes benedictinos, Pérez de Traba o un grupo de caballeros Templarios decidieran hacer un complicado y peligroso viaje desde Tierra Santa hasta Cambre con una pieza de piedra que pesa cientos de kilos sin haber algún poderoso motivo por medio. Quién sabe. Haberlas, haylas…

Historias de la Historia…

Iván Fernández Amil. Top Inspira en LinkedIn. Storyteller. Jefe de Compras.

https://www.linkedin.com/in/ivan-fernandez-amil/

https://www.instagram.com/ivanfamil/

Referencias:

• es.wikipedia.com
• lavozdegalicia.es
• reliquiosamente.com
• cope.es
• alfonsodelavega.com
• wikiwand.com
• elmundo.es
• sonmaravillas.com
• noticiasorprendentes.com
• lugaresmagicosde galicia.blogspot.com
• galiciapuebloapueblo.blogspot.com
• laopinioncoruna.es
• 100-lugares-en-galica.blogspot.com