El 6 de junio de 1944, más de 4.500 barcos transportarían 130.000 soldados y 20.000 vehículos a lo largo del Canal de la Mancha, convirtiéndose en el mayor movimiento de personas y material de la historia de la Humanidad. Conocida como la Operación Overlord, el Desembarco de Normandía, fue el comienzo del fin del dominio nazi en Europa. Durante el llamado Día D se produjeron más de 3.000 bajas en el ejército estadounidense, siendo una de las batallas más sanguinarias de la Segunda Guerra Mundial. Entre aquellos 3.000 héroes que sucumbieron ante la resistencia alemana se encontraba un español, un gallego que tenía un sueño: convertirse en ciudadano norteamericano para poder vivir en Nueva York trabajando en su taller mecánico. Pero para cumplir ese sueño tenía que luchar por el país que le había acogido. Desgraciadamente, una mina en la playa de Omaha acabó con ese sueño, y le convirtió en un héroe inmortal. Esta es la historia del gallego Manuel Otero Martínez, el único español que estuvo presente aquel día en que la historia de la Humanidad cambió para siempre.

Operación Overlord. https://live.warthunder.com/

Corría el año 2013. En una fría, lluviosa y oscura noche de abril, Manuel Arenas y Antonio Osende, integrantes de la “Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets” de A Coruña, viajan en su coche por estrechos caminos apenas iluminados por los rayos de la tormenta.

Recreación histórica de los Royal Green Jackets en A Coruña. http://royalgreenjackets.blogspot.com/

Su destino es una antigua casa en Serra de Outes, en la provincia de A Coruña. Su propietaria llevaba meses llamando a Arenas porque tenía algo extraordinario que mostrarle: el féretro de su tío, un gallego que, según ella, había desembarcado y muerto en la playa de Omaha durante el Desembarco aliado el Día D.

Casa a la que acudieron Manuel y Antonio. Cortesía de Manuel Arenas

Al llegar a la fría casa, la mujer los lleva al “faiado” (desván) para enseñarles el féretro. Lo que allí encontraron les dejó estupefactos. Delante de sus ojos no había un féretro, sino un arcón de madera y zinc que el ejército estadounidense utilizaba habitualmente para transportar los cuerpos de sus caídos durante la Segunda Guerra Mundial.

Arcón de zinc y madera que encontraron en el desván. Cortesía de Manuel Arenas

Sin salir de su asombro, descubrieron algo todavía más extraordinario. En el arcón de zinc había una inscripción de la US Army con una numeración y un nombre: 32868826 Manuel Otero

Inscripción de la US Army en el arcón. Cortesía de Manuel Arenas

Maravillados, la mujer también les enseñó cartas y un escrito con el escudo de los Estados Unidos de América por el cual se le concedía a Manuel Otero la distinción del Corazón Púrpura.

Diploma de concesión del Corazón Púrpura a Manuel Otero. Cortesía de Manuel Arenas

Tras investigar en los archivos históricos de Francia, España y Estados Unuidos, y recorrer miles de kilómetros, los dos hombres descubrieron y recrearon una extraordinaria historia de la que nadie había hablado jamás, la historia del único español que participó en el Desembarco de Normandía.

Manuel Otero Martínez nacía el 29 de abril en Serra de Outes, en la provincia de A Coruña. Manuel era carpintero en el pueblo hasta que se embarcó en el vapor Inocencio Figaredo, meses antes de dar comienzo la Guerra Civil Española.

Manuel Otero Martínez. https://www.elespanol.com

A Manuel el inicio de la contienda le sorprendió fuera de Galicia y, como a otros muchos españoles, le tocó un bando independientemente de sus ideas políticas. Y a Manuel le tocó el republicano. Parece que le hirieron en la sanguinaria batalla de Brunete, fue trasladado a Valencia para tratarlo, donde fue hecho prisionero, y finalmente fue encarcelado en Barcelona. Terminada la contienda fue liberado y volvió a casa.

Bombardeos aéreos de Barcelona durante la Guerra. https://es.wikipedia.org

Pero regresó para hacer las Américas, y parece ser que entró en Estados Unidos por Hawái, hasta acabar en Nueva York. Se instaló en un suburbio llamado Westchester, donde abrió un taller mecánico parar ganarse el pan, pero tras dos años intentando vivir el sueño americano, vio que necesitaba algo para poder prosperar: la nacionalidad estadounidense.

Westchester, Nueva York. En la actualidad. https://www.kaffurymagazine.com

Así que decidió alistarse en el ejército como voluntario en un programa que permite a sus integrantes conseguir la nacionalidad sirviendo seis meses para el país. Parecía sencillo, un trámite. Sin embargo, pocos días después de alistarse Japón atacaba Pearl Harbour y Estados Unidos entraba en guerra.

Noticia del ataque japonés a Pearl harbor. https://www.yesterdaystractors.com/ 

Otero fue enviado a Inglaterra para adiestrarse en combate y preparar el desembarco aliado en las costas de Francia. Su destino fue la Big Red One, una División del 16º Regimiento de la 1ª División de Infantería del Ejército de los Estados Unidos de América, que serían desplegados en la playa de Omaha el Día D. Tras meses de ejercicios y maniobras alcanzó la graduación de soldado de primera clase y se embarcó rumbo a Normandía.

Manuel Otero. http://m.mve2gm.es/

El 6 de junio de 1944 Manuel llegaba en una barcaza a la playa a las 7:40 de la mañana. Con su fusil envuelto en plástico para no mojarlo y la carta del General Eisenhower a mano, tuvo que recorrer 100 metros hasta llegar a un pequeño muro de piedras. 

Carta de Eisenhower a las tropas el Día D. https://www.elocuent.com/

Su mando le dio la orden, junto a dos compañeros, de intentar tomar un bunker. Cuando intentaron atravesar el alambre de espino bajo el intenso fuego de las ametralladoras alemanas, pisaron una mina, lo que provocó la muerte de Manuel y de uno de sus compañeros.

Desembarco de tropas el Día D. https://www.washingtonpost.com/

Entre el 60% y el 70% de su unidad caería ese día en la playa de Omaha, y se estima que más de 3.000 soldados aliados murieron en todos los sectores de desembarco.

Manuel Otero fue enterrado en Normandía, en el cementerio de Coleville, junto a miles de estadounidenses y sus cruces blancas. 

Cementerio de Coleville, Normandía. https://www.locationscout.net

A pesar de la poca documentación existente, los dos investigadores gallegos confirmaron sin atisbo de duda la historia del héroe gallego porque en Coleville se erigió un monumento en honor a los caídos de la Big Red One. En aquel obelisco homenaje se encuentra inscrito el nombre de Manuel Otero, como uno de los fallecidos durante aquella fatídica e histórica jornada.

Monolito en Normandía. Cortesía de Manuel Arenas

Nombre de Manuel Otero grabado en el monolito. Cortesía de Manuel Arenas

A finales del año 1947, la familia de Manuel solicitó ante la embajada de Estados Unidos en España la repatriación de su cuerpo. Sus restos mortales fueron enviados desde Normandía, en aquella caja de zinc y madera que su familiar aún conserva en su desván. Durante el viaje, su cuerpo fue escoltado por el Ejército de los Estados Unidos y la Cruz Roja Internacional.

Noticia en prensa del entierro de Manuel. Cortesía de Manuel Arenas

El 18 de septiembre de 1948, en una ceremonia multitudinaria a la que asistió el agregado del mando militar americano en Madrid, el ataúd de Manuel Otero, sobre el que reposaba la bandera estadounidense, era despedido con honores, con salvas al cielo de los que habían sido sus compañeros en el ejército estadounidense y varios oficiales de la US Army. Manuel era enterrado en casa, en el cementerio de San Juan do Freixo de Sabardes, en Serra de Outes, y sería condecorado con la Medalla del Corazón Púrpura. 

Bandera y medallas de Manuel Otero. Cortesía de Manuel Arenas

Además, su familia recibió una pensión vitalicia de 900 pesetas (menos de 6 euros al cambio actual, pero considerable en la época) y un diploma con todos sus méritos, que aún conservan.

Tumba de Manuel Otero en Serra de Outes. https://www.europapress.es

El párroco, en el certificado de defunción, dice: "Manuel Otero Martínez ha sido enterrado por soldados del Ejército norteamericano con todos los honores el 18 de septiembre de 1948".

Lápida de Manuel Otero en Serra de Outes. Cortesía de Manuel Arenas

Y su historia quedó olvidada.

Hasta que dos amigos y enamorados de la historia, Manuel Arenas y Antonio Osende, decidieron investigar qué había de cierto en aquello que una mujer de Serra de Outes les contaba sobre un familiar que había muerto en la Operación Overlord.

Así fue como un gallego se convirtió en leyenda aquel día en que la historia de la Humanidad cambió para siempre. El día en que Manuel Otero Martínez cayó luchando por la libertad en la playa de Omaha.

Una de sus hermanas, residente en Italia, con un retrato de Manuel. Cortesía de Manuel Arenas

Historias de la Historia…

Iván Fernández Amil. Top Inspira LinkedIn. Storyteller. Jefe de Compras.

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Referencias:

  • OSENDE BARALLOBRE, A. Manuel Otero Martínez un gallego en “Omaha Beach”. Publicaciones Arenas, 2016
  • es.wikipedia.org
  • elespanol.com
  • lavozdegalicia.es
  • elpais.com
  • luzes.gal
  • elcorreogallego.es
  • huffingtonpost.es
  • farodevigo.es
  • cope.es
  • normandywarguide.com
  • m.mve2gm.es/