En 1880, mientras investigaba en los archivos de El Escorial, el zoólogo, explorador e investigador Marcos Jiménez de la Espada encontraba un manuscrito olvidado durante más de tres siglos. Se trataba de 18 capítulos de la obra más completa jamás realizada sobre la cultura Inca, escrita a mediados del siglo XVI por un cronista y conquistador español. Un siglo más tarde, la historiadora Carmen Martín Rubio encontró la obra completa, compuesta por 82 capítulos, mientras rebuscaba en la biblioteca de la Fundación March en Palma de Mallorca, convirtiendo aquel texto en el documento etnográfico más importante de todo el mundo andino. En él se revelaban nuevos, desconocidos y olvidados datos sobre la cultura y la historia Inca, y al que su autor tituló “Suma y narración de los Incas”. Este gallego fue uno de los pocos conquistadores españoles que aprendió la lengua oficial del inca, el quechua, lo que le valió para ser intérprete y mano derecha de Francisco Pizarro, granjearse la amistad y la confianza de la nobleza inca y casarse con una de las princesas más poderosas de todo el imperio, viuda de Francisco Pizarro y del último emperador, Atahualpa. Esta es la historia de un erudito, un explorador, un cronista y un conquistador que en Perú es considerado un héroe por su mediación entre incas y españoles: Juan Díez de Betanzos y Araos, un gallego con historia.

Marcos Jiménez de la Espada. https://es.wikipedia.org

Se cree que Juan nacía en la villa de Betanzos, en la provincia de A Coruña, alrededor del año 1510. Era descendiente directo del influyente linaje de los Andrade de Betanzos y se trasladó a Perú en 1532, rondando los veinte años de edad.

Existe constancia de que, en agosto de 1536, ayudó a Francisco Pizarro en el sitio de Lima, un asedio durante el cual las fuerzas del soberano Manco Inca cercaron la recién fundada Ciudad de los Reyes, Lima, defendida por Pizarro y donde nacería una estrecha amistad entre el gallego, el conquistador y sus hermanos que perduró toda la vida.

Pizarro capturando a Atahualpa. https://es.wikipedia.org

Tras el asesinato de Francisco Pizarro, Betanzos, que había comenzado a estudiar la lengua oficial del imperio Inca, el quechua, pasa a servir a su hermano Gonzalo y comienza a trabajar como asesor, intérprete y escribano del gobernador de Perú, Cristóbal Vaca de Castro. Pero el 20 de noviembre de 1542, el emperador Carlos I promulga en Barcelona las “Leyes Nuevas”, ideadas por Bartolomé de las Casas, que pretendían mejorar las condiciones de los indígenas de la América española, brindándoles una serie de derechos para que vivieran en mejores condiciones y que establecían la prohibición de su esclavización por cualquier causa o motivo. 

En aquel momento se creó el Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Lima y se eligió como primer virrey a Blasco Núñez Vela, que aplicó enérgicamente el cumplimiento de las Nuevas Leyes, provocando la rebelión de muchos españoles que perdían su mano de obra gratuita. Eligieron como líder a Gonzalo Pizarro, dando inicio a una serie de enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas imperiales, comandadas por Pedro de La Gasca, a quien Betanzos jura lealtad como legítimo representante del emperador en el Virreinato. 

Blasco Núñez Vela. https://es.wikipedia.org

Tras la derrota de la rebelión, Juan es recompensado con tierras, se pone bajo las órdenes directas de Pedro de La Gasca y se convierte en el tercer esposo de la princesa inca Cuxirimay Ocllo, bautizada Angelina Yupanqui, viuda de dos de los personajes más influyentes de la historia de Perú: el último emperador inca, Atahualpa, y el conquistador Francisco Pizarro, lo que da una idea del peso, la reputación y la autoridad que tenía Juan en su época.

Pedro de La Gasca. https://es.wikipedia.org

Esta unión, además de propiciarle prestigio entre la nobleza inca, también le permitió disfrutar del acceso directo a toda la cultura y sabiduría inca y de una holgada posición económica, lo que provocó que dejase de lado la aventura para convertirse en un hacendado radicado en Cuzco.

En septiembre de 1551, llegaba a Lima Antonio de Mendoza, segundo virrey de Perú y primero de Nueva España quien, por recomendaciones de La Gasca, encarga al gallego una delicada y complicada misión: que escriba una relación de la historia prehispánica de los Incas. Desgraciadamente, Mendoza moría nueves meses después de tomar posesión del cargo, pero Juan decidió seguir adelante con su obra recopilando datos a los que ningún occidental había tenido acceso antes gracias a su adaptación a las costumbres y la lengua de los Incas.

Antonio de Mendoza, segundo virrey de Perú. https://es.wikipedia.org 

En junio de 1556, llegaba a Perú el tercer virrey, Andrés Hurtado de Mendoza, quien traía una carta personal del rey Felipe II para un joven inca que se había rebelado contra los españoles haciéndose fuerte en la ciudad de Vilcabamba: Sayri Tupac. La misiva le pedía que abandonase la rebeldía e iba acompañada de garantías para él, su familia y sus hombres, pero el rebelde pidió al virrey una embajada negociadora en la se incluyó a Juan, como experto en la lengua quechua y asuntos nativos.

Sayri Tupac. https://es.wikipedia.org

Las influencias que la nobleza incaica le habían otorgado y sus conocimientos de todo lo relacionado con los Incas, provocó que, gracias a su mediación, el joven rebelde accediera a deponer las armas. Así, el 5 de enero de 1558, Sayri Tupac entraba en Lima recibido como un rey, tras acogerse al perdón real para vivir integrado entre los españoles

Mientras tanto, Juan seguía ejecutando el encargo que le había encomendado el fallecido segundo virrey de Perú, interrogando y preguntando a sabios y ancianos que todavía conservaban la memoria de su pasado. Juan, como fiel traductor y escribano que era, narró la historia más verídica jamás contada del imperio Inca, un imperio comparable a lo que supuso Roma en Europa.

Portada de la obra “Suma y narración de los Incas”. https://bvpb.mcu.es/ Ilustración 2

Tituló a su obra “Suma y narración de los Incas” y en 1557, la terminó. Por desgracia, su fallecimiento en septiembre de 1560 provocó que los manuscritos quedasen olvidados y archivados hasta que, 430 años más tarde, la historiadora Carmen Martín Rubio, los recuperó en la biblioteca de la Fundación March en Palma de Mallorca.

En Perú, Juan es considerado un héroe, gracias a su legado, que perpetuó la historia de los incas, y a su mediación para evitar más muertes entre rebeldes incas y españoles. En su país, en cambio, pocos recuerdan al gallego que se casó con una princesa inca, que fue el gran cronista de Perú y que dejó para la posteridad la historia más veraz jamás contada de uno de los mayores imperios de todos los tiempos.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

  • es.wikipedia.org
  • dbe.rah.es
  • mcnbiografias.com
  • desnivel.com
  • pueblosoriginarios.com
  • cronicasdelaemigracion.com
  • cervantesvirtual.com
  • cultura.gob.es
  • cervantesvirtual.com
  • ebuah.uah.es