Pero da Ponte, el mujeriego y borracho trovador gallego de Alfonso X que asesinó a su maestro
La historia de un trovador gallego que participó en la corte de dos grandes reyes castellanos y que cometió un terrible crimen contra su mentor, Alfonso Eanes
11 agosto, 2024 05:00William Shakespeare, Walter Scott, Victor Hugo, Balzac, Alejandro Dumas o Richard Wagner crearon sus obras bajo el influjo de un trovador cuya influencia en Europa todavía sigue vigente: Chrétien de Troyes. Su fuente de inspiración se encuentraba en la tradición celta y en las leyendas bretonas a las que Chrétien les otorgó una dimensión cristiana y épica que cambiarían para siempre la civilización occidental, ya que es el autor de los primeros libros de caballería, además de ser considerado el progenitor de la leyenda del Grial, el Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda. Los trovadores como Chrétien nacieron entre los siglos XI y XII en las cortes nobiliarias del sur de Francia, debido a una cultura nueva y refinada, en la que poetas nobles y plebeyos cantaban a las damas y las batallas. Por eso, no sorprende que cualquier señor intentara rodearse de estos artistas que contaban al mundo sus hazañas. Un rey castellano quiso tener a su lado a los dos mejores del momento, Alfonso Eanes de Cotón y su discípulo, Pero da Ponte, para que enriqueciesen la corte de su hijo, el príncipe que algún día se convertiría en Alfonso X el Sabio. Pero aquellos dos artistas eran mujeriegos, borrachos y juerguistas empedernidos y acabarían enfrentándose en una taberna de mala muerte donde el discípulo asesinó a su mentor. Y esta es su historia.
En poco tiempo el fenómeno de los trovadores comenzó a extenderse desde Francia al resto de Europa, sobre todo a España y Alemania. El origen de estos artistas en su mayoría era noble y solían cantar y componer para las cortes reales. Para sus creaciones empleaban la lengua vulgar, ya que era la más sencilla de usar para sus cantares y además favorecía que llegase a más público.
Alfonso Eanes de Cotón era considerado uno de los mejores trovadores de su generación. Había nacido en la villa de Negreira, en la provincia de A Coruña y su talento a la hora de trovar era tan legendario como su vida de borracheras, mujeres, juergas y tabernas.
Su vida se puede ejemplificar por el hecho de que recorrió buena parte de Castilla y el Camino Francés detrás de una mujer de la cual no conocía ni su estado civil ni su condición. Una mujer de la cual ya hablamos aquí, María Pérez la Balteira.
Alfonso Eanes llegó a la corte de Fernando III el Santo a consecuencia de la sensibilidad y cultura superior de la que podía presumir el príncipe Alfonso, y que estaba muy alejada de la de sus contemporáneos, lo que hizo que su padre se convirtiera en defensor y protector de trovadores y juglares, y que la corte real fuese el lugar perfecto en el que dar rienda suelta a su creatividad.
Junto al de Negreira llegó a la corte, en 1235, Pero da Ponte, otro gallego nacido en Pontevedra o Pontedeume, un dato que nunca ha llegado a confirmarse completamente. Algunas fuentes indican que Pero da Ponte tenía alguna deformidad física y que era un juglar (debido a su baja condición social), además de peor compositor que Alfonso de Eanes quien, además de su amigo, era su mentor.
Tanto Pero como Alfonso Eanes formaron parte de la corte de Fernando y de la de su hijo, Alfonso X el Sabio, participando activamente en las guerras junto a los reyes y ejerciendo los cometidos que les asignaba el monarca, como cualquier otro cortesano. Y entre batalla y batalla, componían sus obras, entre ellas, la que contó la muerte de la reina Beatriz, primera esposa de Fernando, en 1235, la que alababa la conquista de Valencia en 1238, la que contaba la caída de Sevilla en 1248 o la que lloraba la muerte del rey Fernando en 1252.
Pero también había tiempo para las juergas, las tabernas, el juego y las mujeres hasta tal punto que incluso el propio Alfonso Eanes se definía a sí mismo como “un gran putanheiraficado”, una expresión que no voy a traducir…
Pero durante una de aquellas juergas en una taberna de mala muerte de una ciudad recién fundada, Villa Real, más conocida hoy en día como Ciudad Real, Pero da Ponte y Alfonso Eanes tuvieron una discusión durante la cual Pero cosió a su maestro a cuchilladas. Inmediatamente se deshizo del cadáver, pero la noticia de lo que había hecho corrió como la pólvora llegando hasta los oídos del mismísimo Alfonso X, quien lo acusó de asesinato con el objeto de hacerse con las “cantigas” de su maestro.
A pesar de todas las pruebas y del dedo acusador de un rey, Pero nunca fue encarcelado ni juzgado y siguió con su vida como si nada, empleando las obras robadas a su mentor como si fueran suyas y sin preocuparse en exceso de las acusaciones que le llovían por todas partes.
Aún así, todos sabían cuáles de las obras que interpretaba eran de su autoría y cuáles eran las robadas a Alfonso, ya que su talento no alcanzaba ni mucho menos al de su maestro.
Se sabe que Pero da Ponte compuso 53 textos y que estuvo activo entre 1235 y 1260 aunque se desconoce qué fue de él a partir de esa fecha. Curiosamente, a pesar de que era considerado un vividor de muy mala reputación, a pesar de ser un asesino y a pesar de ser un ladrón, los historiadores lo sitúan como uno de los grandes compositores de su tiempo. Existen en la actualidad más estudios sobre él que sobre su maestro Alfonso Eanes, quien no solo fue asesinado, sino que quedó prácticamente olvidado para la historia excepto para su pueblo natal, Negreira, donde uno de sus auditorios y un premio de poesía llevan su nombre.
Y todo porque, entre lances de juego y jarras de vino, a manos de un amigo la muerte le sobrevino…
Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.
Referencias:
es.wikipedia.org
elespanol.com
lavozdegalicia.es
dbe.rah.es
xacopedia.com
miciudadreal.es
hispanamusica.wordpress.com
roteiroliricomedieval.gal