En 1976, un gravísimo accidente conmocionó el mundo del motor. El 1 de agosto, la Fórmula 1 disputaba el Gran Premio de Alemania en el antiguo circuito de Nürburgring, una pista de 22 kilómetros de longitud apodada “Infierno Verde” que ese día viviría su última carrera con ese trazado. La carrera se inició bajo la lluvia, aunque la mayor parte del circuito se mantenía seca, lo que obligó a los pilotos a cambiar los neumáticos, entre ellos, Niki Lauda, piloto de Ferrari quien, tras efectuar su parada, empezó a imprimir un ritmo infernal. Sin embargo, en una de las curvas, la suspensión de su Ferrari 312T2 se rompió, empujando su monoplaza hacia el lado derecho, donde chocó contra las protecciones volviendo a la pista envuelto en llamas siendo arrollado por otros dos pilotos. Tras ser rescatado, Lauda fue trasladado al hospital en helicóptero con quemaduras graves e intoxicación por inhalación de humos. El piloto austriaco perdió la oreja derecha, las pestañas y las cejas, y sufrió importantes secuelas físicas durante el resto de su vida, pero tan solo seis semanas después volvió a los circuitos para retomar la lucha por el título. A pesar de este gravísimo accidente, Niki Lauda acabaría ganando dos mundiales de Fórmula 1 y, aún hoy, es considerado uno de los pilotos más rápidos de todos los tiempos. Lo que quizá no sepas es que el mismo año en el que tuvo su grave accidente, su supuesto tío abuelo dio a conocer al mundo las raíces gallegas de esta leyenda del motor: una pequeña aldea de Ourense, Loña do Monte.
Andreas Nikolaus Lauda nació en Viena, Austria, el 22 de febrero de 1949 en el seno de una familia acomodada. El futuro de Andreas se encontraba en la industria del papel, de la que su padre tenía varias empresas, pero decidió ser piloto de carreras en 1968, contra la voluntad de su familia.
Debido a esta oposición, tuvo que utilizar el ingenio para financiar su carrera a través de préstamos que conseguía gracias a su seguro de vida, con los que se podía permitir adquirir mejores coches y, poco a poco, competir en categorías más exigentes y, por tanto, más caras, sin depender de patrocinadores externos.
Empezó su carrera en la Fórmula Vee y después pasó a la Fórmula 3. En 1971 llegó a la Fórmula 2 europea con el equipo March, pero su talento, su meticulosidad y capacidad para identificar los defectos más pequeños de sus coches, llamaron la atención de Enzo Ferrari, quien lo contrató en 1973. Dos años más tarde, Lauda llevó a la escudería italiana a su primera victoria en 20 años en el prestigioso y legendario Gran Premio de Mónaco, lo que lo consolidó como uno de los mejores pilotos de su generación.
Niki fue campeón del mundo con Ferrari en 1975 y un año después de su grave accidente, en 1977. Al año siguiente se retiró de los circuitos y fundó una aerolínea, pero las deudas y una cara y larga querella de Austrian Airlines le obligaron a regresar en 1982. Dos años más tarde con McLaren ganó su tercer campeonato al imponerse a su compañero Alain Prost, pero al año siguiente el francés arrasó en las pistas y Lauda decidió dejar las carreras para siempre, aunque solo en la pista.
A lo largo de su carrera en la máxima competición acumuló 25 victorias y 54 podios en 177 carreras y falleció el 20 de mayo de 2019, a la edad de 70 años, en un hospital de Zúrich.
Pero, ¿por qué se afirma que Lauda tiene orígenes gallegos?
Si bien en casi todos los medios se apunta que su abuelo paterno fue el abogado y empresario vienés Hans Lauda, según otras fuentes su abuelo paterno realmente fue un gallego natural de Loña do Monte, una aldea del municipio de Nogueira de Ramuín, en la provincia de Ourense: Juan Lauda Crespo.
Juan nació en 1890 y se dedicaba a confeccionar cuerdas que vendía en las ferias de la región. En 1908, con 18 años, emigró junto a su hermano Sixto a Buenos Aires, de donde regresaron en 1913, pero Juan volvió a marcharse. Primero estuvo en Cuba y después puso rumbo a Estados Unidos, donde se casó con una gallega con la que tuvo cinco hijos.
Uno de ellos era José Lauda Soto, que llegó a ser piloto y capitán de las fuerzas aéreas de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Tras el fin de la guerra, José se casó con una austriaca con la que tuvo un hijo, pero el matrimonio duró muy poco y la pareja se divorció tras el nacimiento. Aquel hijo se llamaría Andreas Nikolaus Lauda y su abuelo era de Ourense.
Las especulaciones sobre este origen gallego comenzaron justo el año de su grave accidente, tras unas declaraciones a los diarios ABC y La Voz de Galicia de Sixto Lauda Crespo, hermano de su supuesto abuelo. Este apuntaba la posibilidad de que el piloto fuese hijo de su sobrino a partir de fechas, parecidos físicos y apellido, porque además del apellido Lauda y la coincidencia de fechas, muchos miembros de la familia guardaban un extraordinario parecido físico con el austriaco.
Pero, entonces, ¿es esto cierto o no? No lo sabemos, pero sí sabemos que solo un gallego podría hacer algo como esto… Niki contó en una ocasión que, cuando era joven, renunció a conservar sus trofeos. Además de ser feos, él los consideraba objetos inútiles, así que se los regaló a un mecánico local a cambio de que le lavara sus coches de calle siempre que se lo pidiera. Cuando el mecánico murió, recuperó los trofeos y sus hijos los vendieron por eBay tiempo después, por lo que, desde ese momento, tuvo que volver a pagar por lavar el coche.
En la actualidad no sabemos si esta relación es real, pero siguen existiendo fuentes que afirman que es completamente verídica. A día de hoy, el abuelo paterno oficial de Niki Lauda es Hans Lauda, abogado, empresario y presidente de la Federación de Industrias Austriacas entre 1946 y 1960. Y mientras no se demuestre lo contrario, seguiremos sin tener un piloto gallego en la Formula 1. De momento…
Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.
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Referencias:
es.wikipedia.org
elespanol.com
lavozdegalicia.es
abc.es
galiciaconfidencial.com
lavanguardia.com
espanaexterior.com
800vueltas.com
automovil.blog
elsofadelaf1,blogspot.com
elcorreogallego.es
farodevigo.es