Hace 24 años, en 1998, también se disputaba el Campeonato del Mundo de Fútbol, pero en una ubicación lejana a la actual sede en Qatar: Francia. Fue el Mundial de grandes estrellas y leyendas del balón como Zidane, Bergkamp o Ronaldo, y las filas de la selección española estaban dirigidas por el entrenador Javier Clemente con Luis Enrique, Raúl González, Zubizarreta, Fernando Hierro o Morientes entre los jugadores.
En la parte de la cobertura informativa, la realidad no dista mucho de la actual, ya que siguen siendo pocas las mujeres que están al frente de las informaciones deportivas de eventos de este calibre, pero entre la minoría, España contó en esa competición con Julia Luna, de TVE y la gallega y actual concejala de Deportes en A Coruña, Mónica Martínez, trabajando para la TVG.
La oportunidad le llegó con tan solo 26 años, dos de experiencia en el periodismo y con pocos eventos deportivos de relevancia en su corta trayectoria (un Masters de Tenis en 1997). Durante 40 días, Martínez estuvo en Francia trabajando en el evento junto con otro joven redactor, Chicho Moldes, un cámara y un productor. Entre sus vivencias, cuenta con orgullo las breves declaraciones que consiguió sacarle a Maradona (ya retirado del fútbol), aunque sin cámaras, o la entrevista con el exdeportivista e hijo de un rey nigeriano, Peter Rufai, que consiguió tras mucha insistencia y dificultades, ya que la selección de Nigeria en aquel mundial se alojaba en un imponente castillo.
La ahora concejala de Deportes no sintió el Mundial del 98 como un trabajo, sino que define la cobertura como "un sueño cumplido" pero que no estuvo exento de dificultades, dado que recuerda el "examen continuo" al que le sometían compañeros periodistas de otros medios sobre las alineaciones, jugadores o estadios o su actitud muchas veces "paternalista", además del lamentable episodio que tuvo que vivir con unos aficionados que interrumpieron una conexión que realizaba para alzarla en el aire sin su consentimiento en la plaza del ayuntamiento de París. Algo que afortunadamente no se llegó a emitir porque se trataba de un falso directo.
"Iba a trabajar y demostrar con hechos a pesar de las críticas"
"No sabía si reír o llorar, fue una experiencia brutal tan joven y tras solo dos años trabajando en un medio de comunicación y siendo mujer", explica Mónica Martínez sobre el momento en el que le comunicaron que sería una de las redactoras de la Televisión de Galicia que cubriría el Mundial de Francia. En aquel momento, otras periodistas mujeres de deportes eran Ana Carregal y Loreto Costa (que continúan en la actualidad), además de Araceli Gonda (ahora guionista). "Te das cuenta con los años y sobre todo ahora, 24 años después, de lo que aquello significó", explica, a la vez que se muestra afortunada de los compañeros y jefes que tuvo, algo que considera importante "para que una mujer pueda tener su sitio, además de aportarle confianza".
"Me encantaba el trabajo, era joven y quería comerme el mundo", reconoce Martínez, que estuvo 10 años en la TVG y posteriormente trabajó en otras cadenas como Antena 3. "Nos tocó la lotería al poder disfrutar de esa experiencia, éramos como niños en una juguetería", recuerda sobre la experiencia en Francia, donde coincidió con otros profesionales de la comunicación relevantes en la época como Tomás Roncero, Pipi Estrada, Iñaki Cano, Jesús Gallego o José Antonio Luque. En cuanto a mujeres, la concejala asegura que junto a la selección española estaba ella y Julia Luna, de TVE.
"Íbamos primero allí donde estaba la selección española y yo para los demás compañeros periodistas y jugadores era como una niña, en el medio de todos aquellos hombres mi figura era como la de una cría", admite Martínez, que recuerda que durante un entrenamiento de la selección con bajas temperaturas, varios periodistas discutieron entre ellos para ver quien era el que le prestaba su jersey. "Que no pase frío la niña decían con actitud paternalista", dice la concejala, lo que apunta que era su día a día: "Un trato generalizado al estar siempre rodeada de hombres, pero nunca me molestó, yo iba a trabajar y demostrar mi valía con hechos a pesar de las críticas", argumenta.
"Te das cuenta con el tiempo de que como tenías que saber más que ellos, me examinaban a diario con preguntas sobre los jugadores y sus equipos o los estadios, estaban buscando el fallo", afirma sobre aquellos momentos. "En aquella época no era consciente y años después te das cuenta de lo que pasaba, pero me sabía todo y me daba igual y lo tomé como un juego", asegura. La cobertura del Mundial se complicó cuando fue eliminada la selección española: "Éramos periodistas de Galicia persiguiendo a las selecciones de Francia o Nigeria", comenta, a la vez que reconoce que quizás ser una profesional joven en aquel momento le pudo "jugar a favor" a la hora de conseguir ciertas informaciones y lidiar con los responsables de prensa.
"En los años que trabajé en deportes no vi evolución. Hay cosas que no me ofenden, prefiero hacer oídos sordos"
Sobre el suceso con varios aficionados "con copas de más" que interrumpieron su falso directo cuando estaba grabando en la plaza del ayuntamiento de París, Martínez explica que en las imágenes se la ve riendo, pero reconoce que esa risa era símbolo del nerviosismo que le producía la situación que estaba pasando en una plaza llena de gente. "Si eso hubiera pasado actualmente hubiera reaccionado de otra manera y crearía indignación social. Eso a un hombre no se lo hacen", opina, mientras subraya que en los años que trabajó en deportes no vio evolución. "A veces tanto mis compañeras como yo hemos tenido que aguantar de todo en un campo de fútbol, es un asunto delicado. Yo no me ofendo, prefiero hacer oídos sordos que responder o darle importancia, porque si te revelas en ese momento al final alientas a quien te está ofendiendo", dice.
Otros momentos complicados de su cobertura en el Mundial del 98, recuerda que fueron en los Campos Elíseos durante la celebración de la afición francesa del triunfo de su país: "La manera de zarandear los coches no era normal, pensé que iba a pasar algo grave", cuenta, todo ello unido a las cargas policiales que se produjeron antes de algunos encuentros y en las que se vio obligada a huir con su cámara para evitar incidentes. Paralelamente a demostrar su valía y hacerse valer como mujer periodista en un mundial con el aspecto comunicativo dominado por los hombres, Martínez pone en valor que tanto ella como su compañero tenían que buscar sus propias informaciones, montarlas y escribirlas, un "yo me lo guiso, yo me lo como", detalla. "Mi libreta estaba llena de redacciones de noticias, hacíamos nuestra labor en la calle, a muchos kilómetros de casa y con pocas herramientas", aclara.
Acerca de la realidad humana y periodística en el actual Mundial de Qatar, la concejala de Deportes hace gala de su indignación: "En 2022 un Mundial en un país sin derechos humanos ni respeto a las mujeres es un retroceso absoluto. Hace 24 años éramos pocas y ahora debería haber muchísimas más y el campeonato del mundo se está celebrando en un sitio donde las mujeres apenas importan y me parece gravísimo", expone.
Visibilizar a los referentes y el Primer Plan de Igualdad en el deporte
Sobre la progresión en el tiempo transcurrido desde que dejó el periodismo y se metió en el mundo de la política en lo referente a las mujeres en el deporte, Martínez alega que "la progresión no es equitativa". "Hay muchas mujeres que estudian periodismo y que ejercen la profesión y gran parte de ellas hoy en día están cosificadas, pero ya pasaba antes, que tachaban a alguien de estar en algún lado por ser "guapita" o "mona"", critica. "Con la cantidad de mujeres profesionales que hay, a la hora de la verdad habitualmente el hueco no lo cubren ellas", asegura, mientras detalla que los referentes profesionales para ella durante su etapa en comunicación deportiva fueron Olga Viza y María Escario. "Ahora mismo hay referentes, pero hay que buscarlas y visibilizarlas y que ellas den ese paso como tal", destaca.
En esta línea, opina que "actualmente estamos en un momento de auge del fútbol femenino" pero advierte que "aún queda mucho camino por recorrer". "Gracias a gente como Alexia Putellas las niñas tienen referentes y ven que se puede y antes también había muchas chicas que triunfaban en ese mundo, pero si no se cuenta no se sabe", aclara, a la vez que hace un llamamiento para dar más pasos adelante en el deporte femenino "para alcanzar una igualdad real".
Asimismo, desde su puesto actual la concejala destaca que el gobierno local coruñés "es claramente feminista y empeñado en la igualdad" y pone en valor iniciativas de su área como la creación del Consello Municipal de Deportes, una herramienta de comunicación para todos los clubes con la que buscar soluciones mediante grupos de trabajo.
"El más activo "casualmente" es el de mujer y deporte y estamos ahora trabajando para elaborar el Primer Plan de Igualdad en el Deporte", algo sobre lo que detalla que el ayuntamiento de A Coruña es pionero porque ningún otro ayuntamiento de España dispone de algo semejante. Esta herramienta previsiblemente estará en funcionamiento a partir del 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.