Manu Sánchez, entrenador del Dépor Abanca: "Lo más difícil fue vencer el escepticismo"

Manu Sánchez se declara deportivista hasta la médula "desde que tiene uso de razón". Debutó como portero a los 6 años y lleva más de 10 entrenando al equipo femenino Orzán, germen del Dépor Abanca. En solo tres años ha guiado al Deportivo Abanca, la sección femenina del Dépor, directo a la Primera División. Ya os contamos la historia de cómo se formó este equipo campeón, y ahora entrevistamos a uno de sus principales artífices: el entrenador.

Ahora es fácil celebrar el éxito, aunque detrás hay mucho esfuerzo y también mucha fe en el potencial de las jugadoras y en el cambio de los tiempos hacia una igualdad real en el deporte. Hablamos con Manu sobre cómo fue el recorrido, de sus dificultades pero sobre todo de la tenacidad que ha llevado al Dépor ABANCA a convertirse en el primer equipo femenino gallego en jugar en Primera.

¿Cómo es la apuesta por el fútbol femenino en el Dépor?

Una apuesta decidida y sobre todo valiente por crear un equipo profesional femenino, en un momento complicado para el club, con una situación económica delicada.

¿El ascenso marca un antes y un después?

Sí por supuesto. La irrupción del Dépor marca un punto de inflexión. A raíz de la creación del Dépor surgieron muchos más equipos, los que no tenían sección femenina la hicieron. La forma en la que se crea el equipo, apostando por jóvenes valores gallegos, ha supuesto una reactivación del fútbol femenino, que creo que estaba un poco muerto. Junto con el apoyo de la Federación Gallega ha supuesto un soplo de aire fresco.

¿Quién dio el paso más decidido?

El Dépor necesitaba salir a una categoría potente como mínimo a segunda, si queríamos contar con jugadoras del nivel y porvenir como el de Teresa Abelleira o Nuria Rábano no podíamos quedarnos en categorías territoriales porque sería un atraso para ellas. El equipo que se prestó a colaborar en todo momento fue el Orzán, se firmó un acuerdo de colaboración y así fue como nació el proyecto hace tres años.

¿Cómo se logra sumar apoyos en el arranque?

El primer año fue muy complicado, arrancar de cero y vencer el escepticismo. Se creía que esto iba a ser un proyecto de cara a la galería, para quedar bien socialmente y poco más. Nadie entendía ni creía mucho en lo que nosotros sí que teníamos claro,que el Consejo de Administración, sobre todo Tino, quería hacer un equipo femenino de verdad, quería ir a por todas. Hubo pocos apoyos al inicio, fue complicado. El gran apoyo llegó con ABANCA, ellos creyeron en lo que estábamos haciendo y eso le dio el soporte económico y el nombre al equipo.

¿Cómo definirías el equipo?

A este equipo lo definiría como inolvidable. El grupo humano es espectacular. Muchas de ellas empezaron hace tres años cuando arrancamos en 2016, y han ido creciendo como profesionales y como personas. Desde fuera se ve el éxito, pero ha sido un año de muchísimo trabajo, de mucha exigencia. Ha habido una conexión incluso fuera del vestuario, con los médicos incluso con los jardineros del club, un equipo que salió de la nada.

Se puede decir que verdaderamente sois equipo dentro y fuera del campo

Sí, sin duda. La verdad es que es algo que también ve la gente. Estos días que hemos estado en actos de celebración nos lo han dicho. Es algo que desprendemos, una unidad y un espíritu de equipo que no se ve en muchos otros sitios.

Aunque encadenasteis 29 victorias seguidas, ¿hubo algún momento difícil?

El primer partido de Liga fue un momento difícil, tropezamos con un empate contra el Lugo, además fue precisamente cuando nos estrenamos en el campo de Abegondo. Desde fuera eso generó dudas, aunque el cuerpo técnico y en el vestuario lo asumimos de forma natural, conscientes del trabajo que se estaba haciendo. El resto de momentos difíciles están relacionados con lesiones de compañeras, que se sufren en común, precisamente por esa unidad que tenemos.

¿Cómo crees que se percibe este nivel del fútbol femenino?

Creo que estamos empezando a superar el escepticismo. Cuando me saqué el título de entrenador aún tuve que contestar muchas preguntas que me hacían del tipo "esto del fútbol femenino, ¿cómo es?". Tenía que explicar que era exactamente lo mismo, 11 contra 11 y un balón… A nadie le llamaba especialmente la atención, pero a medida que se iba conociendo la gente se iba sorprendiendo de cómo jugaban en la categoría femenina. Las jugadoras no tienen nada que envidiar técnicamente de jugadores profesionales. Me atrevería a decir que hay futbolistas profesionales que no ven el fútbol como lo ve ella. De la misma forma que en el atletismo puede haber marcas diferentes para hombres y mujeres puede haber un ritmo diferente. Pero en el fútbol femenino ves lo mismo, buenos regates, disputas de cabeza, controles orientados y golazos.

¿La afición está preparada para apoyar al equipo femenino igual que apoya al masculino?

El Dépor siempre ha tenido una afición muy comprometida y muy viajera. En absolutamente todos los partidos que hemos jugado hemos tenido a la afición en las gradas, siempre había una bandera o una camiseta del Deportivo. Incluso en uno que jugamos a puerta cerrada en Braga, en el estadio Primero de Mayo, cuando íbamos a empezar el partido vimos una bandera del Dépor ondeando, de unos aficionados que se habían saltado los controles de seguridad para poder estar allí animando.

¿Para cuándo jugar en Riazor?

El consejo de administración que ahora sale estaba dispuesto a escuchar lo que pidiéramos. Era un clamor del vestuario y del cuerpo técnico no tocar nada y jugar el playoff en el campo donde habíamos disputado la Liga porque nos sentíamos más cómodos. Hemos disputado ya tres Teresa Herreras en Riazor y no tengo ninguna duda de que cuando lo veamos oportuno y veamos que la afición nos va a empujar a ello, se jugará en Riazor sin ningún problema.