Dépor, ¿y ahora qué?

Dépor, ¿y ahora qué? RCDeportivo

Deportivo

Dépor, ¿y ahora qué?

Sin candidatos claros, el futuro de la plantilla, el cuerpo técnico y el club es una incógnita

23 abril, 2019 10:59

Las opciones de ascenso se redujeron drásticamente este fin de semana. El Deportivo tocó fondo después en un 2019 para olvidar. La grada estalló y pidió la cabeza de los, a su modo de ver, responsables de la situación. "Directiva dimisión", entonó Riazor desde todos sus graderíos. Y el consejo decidió que era el momento de irse.

Dejan al equipo a cuatro puntos del playoff, casi 5 años después. En Segunda, como cuando llegaron. Cabe preguntarse, en estos momentos, ¿qué futuro le depara al Dépor sin directiva y con el equipo naufragando cada fin de semana?

¿Hay algún candidato para postularse?

Seguro que en los próximos días empiezan a salir nombres de posibles candidatos a ocupar el palco de Riazor. Con la bomba todavía recién explotada, es difícil imaginar quién cogerá al Deportivo en esta complicada situación. Cascallar, Conchado o Miguel Otero fracasaron a la hora de ser presidentes en el pasado, pero pueden ver esta como su ocasión de conseguir despacho en la plaza Pontevedra.

¿Y Lendoiro? No parece que Augusto César sea una opción real para la presidencia. El presidente más laureado del club volvía hace dos jornadas al palco de Riazor, en un signo de reconciliación con la directiva actual. Son muchos los que añoran a Lendoiro, como son los que no lo pueden ver ni en pintura. A sus 73 años y con sus recientes problemas de salud, se antoja complicado pensar que pueda volver a hacerse cargo del club en una situación tan delicada en lo deportivo.

¿Cómo queda el club?

Constantino Fernández llegó a un club defenestrado en lo económico y frágil en lo deportivo, que conseguiría el ascenso a primera gracias a una plantilla justa de fondo y capitaneada por un Fernando Vázquez que inauguraría la silla eléctrica del banquillo con el actual consejo. Cuatro años después, el acuerdo con Abanca que viabiliza la existencia del club es el mayor aval de Tino para justificar su gestión.

Además, se creó el Deportivo Femenino, una decisión vista de forma muy positiva por la opinión pública. También se modernizó el club, adaptándolo a los nuevos tiempos a nivel de marca comercial. En cuanto a la plantilla, se acometieron fichajes muy beneficiosos, como el de Lucas Pérez, que dejó importantes beneficios tras su marcha al Arsenal. Pero también se regaló a media plantilla tras el último descenso. Andone, que podía haber salido por 20 millones en el verano del 2017, lo hizo por menos de 10, por ejemplo.

La cantera también ha fracasado bajo la tutela del actual consejo. El descenso del Dépor y el hundimiento de otros equipos de las categorías inferiores, incapaces de nutrir al primer equipo ni en su etapa en Segunda, evidencian la necesidad de cambios desde la base.

¿Qué pasará con Carmelo y Martí?

Ambos son empleados del club y, como tal, la renuncia del consejo no les afecta en sus funciones. Sin embargo, Carmelo del Pozo, director deportivo del Deportivo, queda en una posición muy delicada. El ejecutivo de Tino Fernández confió en él pese a haber sido relegado de sus funciones en el Levante solo unos meses antes.

La confección de la plantilla, a priori, parecía buena para tratar de buscar un nuevo ascenso a Primera. Pero el nefasto mercado invernal, desprendiéndose de una pieza importante como Carles Gil par traer a dos jugadores sin equipo y un extremo que apenas han tenido minutos, lo sentencian. Además, su apuesta personal por Natxo González también afecta a su credibilidad para dirigir la parcela deportiva.

Por último, tampoco tiene buen cartel entre la afición. Declaraciones desafortunadas y chulescas ante los medios para tratar temas concretos no sentaron bien al deportivismo. Un ejemplo es cuando habló de la salida de Francis. Del Pozo fue acusado de racismo por insinuar que el meta nigeriano había venido a A Coruña sin ropa ni dinero. Tuvo que pedir disculpas por aquello.

Martí es totalmente externo a estas cuestiones. Si asciende, continuará un año más. Si no, se irá. El balear vino para encauzar la situación, pero no ha conseguido sumar puntos en sus dos primeras jornadas en el club. La nueva directiva tendrá que tomar decisiones una vez finalizada la temporada y en función a la categoría en la que se juegue.