Keko Gontán se ha convertido en el triste protagonista de la semana blanquiazul. El madrileño, uno de los jugadores más destacados del equipo, se retiraba con molestias del campo del Marino durante la segunda mitad.

El club anunciaba el diagnóstico de las pruebas que indican que el extremo sufre problemas musculares en los isquiotibiales. Como suele ser habitual, el parte médico no muestra el grado exacto de la lesión pero lo normal es que el jugador se pierda los dos últimos encuentros de la temporada.

El jugador fue clave en el mejor tramo de campeonato y es titular indiscutible para Rubén de la Barrera. De hecho la peor racha de resultados de la temporada coincidió con su ausencia. El equipo regresa este miércoles a los entrenamientos muy pendiente de la evolución de su compañero. Descartado de manera casi segura para el trascendental choque ante el Langreo, lo normal es que tampoco esté disponible para el duelo ante el Numancia.

El Dépor se juega su futuro más inmediato en dos jornadas que marcarán el devenir de la entidad herculina. Este domingo podría ser equipo de Primera RFEF si vence al Langreo y el Numancia no gana en A Malata. Eso descargaría de presión al equipo de cara al partido de la última jornada ante los sorianos.

De la Barrera deberá mover el equipo habitual ante la baja de Keko. Los blanquiazules siguen teniendo muchos problemas de cara a portería y es una de las grandes asignaturas pendientes de la temporada.

Riazor, con 5000 espectadores

Esta será una de las mejores noticias del fin de semana. La evolución favorable de la pandemia y las grandes dimensiones de Riazor han provocado que la Xunta permita un aforo de 5000 aficionados en la última cita en casa de la temporada. El apoyo de la gente será clave para ayudar al equipo en este importante duelo.