Eneko Bóveda no estará a las órdenes de Borja Jiménez en la nueva temporada en 1ª RFEF. Con la salida del lateral vasco, el Deportivo pierde al último futbolista que se mantuvo ininterrumpidamente en la plantilla desde que militaba en LaLiga Smartbank. En las últimas tres temporadas, dos en Segunda y la última en Segunda B, todos los jugadores que habían jugado en la élite en Riazor hicieron sus maletas.

Algunos incluso retornaron después de marcharse. Fue el caso de Emre Çolak o, actualmente, Celso Borges. El otro caso es el del capitán, Álex Bergantiños, que tenía contrato en vigor con el Dépor, pero esa temporada jugó cedido en el Sporting de Gijón.

A punto de comenzar la cuarta temporada consecutiva fuera de la máxima categoría, la suerte ha sido muy diferente para aquellos futbolistas que consumaron el descenso a la división de plata en la temporada 2017/18.

Porteros: Ninguno titular en la élite

La portería fue uno de los grandes lastres de aquel equipo. Cuatro guardametas titulares con el primer equipo, cinco si contamos la subida de Francis Uzoho del filial. De todos, solo Rubén ha jugado al menos un partido en Primera división. El portero de Coristanco se marchó a Osasuna y consiguió subir con el equipo navarro. Hizo buenas actuaciones en Segunda y rindió en Primera hasta que sufrió una lesión de rodilla. Este año perdió la titularidad frente a Sergio Herrera y acaba de fichar por el AEK Larnaca de Chipre.

Pantilimon fue el segundo meta que más partidos jugó. El rumano defendió 6 veces la portería blanquiazul y encajó 9 goles. Se marchó en enero de 2018 al Nottingham Forest, en la 2ª división inglesa. De ahí, en 2020 le cedieron al Omonia Nicosia y esta temporada se marchó al Denizlispor turco. Actualmente terminó contrato y se encuentra sin equipo a sus 34 años.

Otro de los metas de esa temporada fue Tyton, que ahora juega en el Cincinatti de la MLS y encaja una media de dos goles por partido con el equipo norteamericano. 49 goles en contra en 26 partidos lleva el guardameta polaco en Estados Unidos.

Datos parecidos lleva Maksym Koval en la liga saudí. El portero ucraniano llegó en invierno del Dinamo de Kiev y apenas jugó un par de partidos en la segunda vuelta con Seedorf. En su debut cometió una cantada y concedió un penalti que le costó la roja, todo en 40 minutos. En tres temporadas en el Al-Fateh ha sumado 16 porterías imbatidas en 76 encuentros disputados. Sin embargo, acumula 128 goles en contra en los otros 50 partidos, casi tres de media por partido.

Incluso Uzoho tampoco está en el Dépor. El portero nigeriano disputó el Mundial de Rusia en 2018 antes de marcharse cedido, primero al Elche y después al Omonia Nicosia, donde sufrió una lesión de rodilla de casi 6 meses. El APOEL de Chipre lo incorporó en propiedad la temporada pasada.

Defensas: Se salvan a cuentagotas

Foto: Rcdeportivo.es Eneko Bóveda

La linea de atrás también recibió muchos palos en el año del descenso. Pese a todo, varios de aquellos futbolistas se han mantenido en la máxima categoría e, incluso, han aumentado notablemente sus prestaciones.

Fabian Schär fue uno de los primeros jugadores en despedirse del Dépor. Su paso por Riazor fue breve, de apenas una temporada. Se marchó al Newcastle de Rafa Benítez y, desde entonces, se ha consagrado como un central de garantías en la Premier League. Las lesiones, sobre todo esta temporada, le han impedido ser un central regular en las alineaciones titulares del Newcastle, pero cumple con creces cuando está sano. Tanto, que el jugador suizo viene de jugar la Eurocopa con su selección. Schär anotó uno de los penaltis en la tanda en la que Suiza eliminó a Francia. No tuvo la misma suerte en los cuartos de final. Falló su lanzamiento contra Unai Simón.

Sidnei y Luisinho buscaron acomodo en LaLiga. El brasileño se marchó al Betis y ahí lleva tres temporadas. En Heliópolis ha sido un jugador habitual en las alineaciones de Setién, Rubí y Pellegrini, aunque nunca llegó a ser indiscutible en el once. Luisinho fichó por el Huesca, recién ascendido. Con el conjunto alto-aragonés ha vivido dos temporadas en Primera, otra en segunda con ascenso y una rotura de ligamentos. Esta semana se confirmó su traspaso al Leixões de la 2ª División de Portugal.

Juanfran se quedó también en Primera. No terminó de encontrar su sitio a préstamo en el Leganés y se lanzó a la aventura del Alanyaspor turco, donde es ahora titular habitualmente. Albentosa se quedó en España, aunque lo hizo en Segunda. El Dépor lo mandó cedido al Nástic de Tarragona antes de rescindirle el contrato en invierno de 2019. El jugador valenciano pasó por el fútbol del este de Europa, primero en el CSKA de Sofía y después en el Dinamo de Bucarest.

Arribas y Gerard Valentín también dejaron el club tras una presencia testimonial en la última temporada en Primera. Arribas se marchó a Estados Unidos antes de fichar por el Real Oviedo. Valentín lleva tres temporada en el Lugo, dos de ellas en forma de cesión. Y Fernando Navarro se retiró al acabar la temporada del descenso del Dépor.

Bóveda era el único defensa que se mantenía en la plantilla. Llegó en enero del Athletic Club como opción para el lateral derecho y el centro de la zaga.

Centrocampistas: Diáspora y segundas partes

El futbolista Fede Cartabia. RCDeportivo

De todos los jugadores del centro del campo de aquella plantilla, Fede Valverde es el único que se ha mantenido en LaLiga Smartbank todos estos años. El uruguayo nunca consiguió hacerse con la titularidad en A Coruña ni demostrar lo que sí ofreció en su regreso al Real Madrid.

Mosquera, Krohn-Dehli y Cartabia se quedaron en Segunda. El coruñés fichó por el Huesca en el verano de 2019 y ascendió a Primera. El danés se retiró tras el ascenso frustrado de Mallorca. Fede lidió las lesiones en Segunda. Su salario obligó al club a cederle al Shabab Dubai de Emiratos Árabes.

Menos tiempo se quedó Carles Gil, que jugó la primera vuelta con Natxo González antes de fichar por el New England Revolution de la MLS. Tras un gran inicio, las lesiones le han lastrado en los últimos meses.

La diáspora comenzó antes de acabar la temporada. Bruno Gama se marchó en enero al Alcorcón y, de ahí, al Aris de Salónica. A Grecia también se fue Guilherme. Jugó Champions con el Olympiakos antes de salir traspasado al Al-Sadd de Xavi Hernández. Bakkali regresó a Bélgica, primero al Anderlecht y, de ahí, cedido al Beerschot.

Muntari se quedó en España. Después de los 6 partidos que jugó con el Dépor en Primera, fichó por el Albacete, que alcanzó ese año el playoff de ascenso. Él solo jugó 70 minutos repartidos entre dos encuentros.

Por supuesto, hubo dos segundas oportunidades que hicieron honor al dicho cinematográfico. Emre Çolak llegó al rescate del Dépor en enero de 2020 tras jugar en el Al-Wahda saudí. El turco comenzó bien en Segunda, pero tras el parón de la liga desapareció por completo y acabó enfrentado con la afición. Este año jugó 9 partidos en el Karagümrük y acaba de fichar por el Hatyaspor, ambos de la liga turca.

Mejores formas presentó Celso Borges. El futbolista costarricense volvió a Riazor la pasada temporada tras jugar en el Göztepe turco. Aunque sus formas y trato son muy diferentes al de Çolak, su rendimiento en esta segunda etapa en el Dépor no ha sido el esperado. Ahora mismo está concentrado con Costa Rica para jugar la Copa Oro.

Delanteros: Regularidad lejos de Riazor

Borja Valle y Emre Çolak en un entrenamiento. RCDeportivo

Aquel Dépor bajó con tres delanteros de nivel suficiente para competir en la máxima categoría. Y lo han demostrado tras salir del Dépor. Lucas Pérez regresó al Arsenal y, de ahí, se fue cedido al West Ham. Hizo poco en Londres, hasta que el Alavés lo reclutó para su delantera con otro ex-deportivista, Joselu. Lucas rindió a gran nivel en su primera temporada en Mendizorroza, 11 goles y 5 asistencias, números ligeramente mejores que en su último año en el Dépor. Esta última campaña tuvo problemas de vestuario y durante varias jornadas estuvo fuera de los planes del entrenador, Pablo Machín.

Adrián López siguió ligado a la élite. El asturiano regresó al Oporto para fichar por Osasuna a la temporada siguiente. Con los navarros ha jugado los últimos dos cursos en Primera división. Quedó libre el 30 de junio tras marcar solo 3 goles en 43 partidos.

Florin Andone tampoco ha salido bien parado. El Brighton pagó más de 5 millones al Dépor para hacerse con sus servicios tras el descenso del equipo coruñés. El ariete rumano fue un jugador de rotación en Inglaterra. Aun así, anotó 4 goles en 26 partidos. El Galatasaray reclamó sus servicios en 2019 para formar pareja con Radamel Falcao, pero dos roturas de ligamentos terminaron con su temporada. Volvió a Brighton y apenas ha jugado con el equipo de reservas.

El último fue Borja Valle. Jugó muy poco en Primera, y apenas lo hizo como punta. Tuvo más protagonismo en Segunda, pero dejó el club tras el paripé contra el Fuenlabrada. Se marchó al Dinamo de Bucarest con Rubén de la Barrera, pero regresó al poco tiempo por los problemas extradeportivos del club rumano. En enero fichó por el Real Oviedo, aunque terminó contrato al final de junio.

Los entrenadores: Paso atrás y paso a un lado

Clarence Seedorf. RCDeportivo

En los banquillos no hubo paz aquel año. Pepe Mel comenzó la temporada. le dejó su sitio a Cristobal Parralo, que subió del Fabril. Como el equipo no remontaba tampoco, la directiva dio un volantazo para fichar a Clarence Seedorf como entrenador.

Pepe Mel tardó, pero encontró estabilidad tras salir del Dépor. Tomó el banquillo de la UD Las Palmas a mitad de temporada en 2019 y no lo ha soltado. Esta será su tercera pretemporada con el equipo canario, con el que tiene un año más de contrato.

Cristobal Parralo ha tenido más vaivenes. El técnico madrileño dirigió al Alcorcón en la temporada siguiente al despido del Dépor. Con los alfareros quedó en mitad de tabla en Segunda, pero no continuó en el club. Acudió a la llamada del Racing de Santander a media temporada, aunque no le salieron las cosas. Solo ganó un partido de 12 en el equipo cántabro. Este año recaló cerca, en el Racing de Ferrol. En A Malata cumplió el objetivo de meter al Racing en 1ª RFEF y afronta la nueva temporada con la ilusión de luchar por el ascenso.

El tercer protagonista de aquella temporada en la banda de Riazor fue Seedorf. Seguramente la figura más mediática en un banquillo del Dépor en los últimos 20 años, al menos el que presentaba la mejor trayectoria como futbolista. La realidad es que al neerlandés no le fue bien en Coruña. Ni tampoco en Camerún, su única aventura en los banquillos tras salir del Dépor. Solo dirigió 10 partidos de la selección camerunesa antes de dejar el cargo en verano de 2019.