• 20 años del ‘Centenariazo’: "Es el mejor partido en la historia del Deportivo"

Se cumplen dos décadas de una de las dos fechas grabadas en el imaginario colectivo del Deportivismo. Aquel 6 de marzo de 2002, hace hoy justo veinte años, el Deportivo de La Coruña humillaba al Real Madrid en su estadio y el día de su centenario, ganando su segunda Copa del Rey en un épico partido en el que los coruñeses aplicaron una cura de humildad al "Madrid de los galácticos".

El Deportivo de Irureta, Fran, Mauro Silva, Maakay y toda esa generación de jugadores irrepetibles se imponía 1-2 al Madrid en su propio estadio, en una fecha inédita para una final de Copa del Rey, que se había cambiado justo para coincidir con el día del aniversario del conjunto merengue.

Todo estaba preparado para que el partido se convirtiese en una gran celebración, pero el invitado de la lluviosa Galicia fue el perfecto aguafiestas. Los dos goles iniciales del Deportivo fueron imposibles de remontar para un Real Madrid. Pese a la arrogancia inicial del planteamiento madridista (dar por hecho que iban a ganar la Copa del Rey en su estadio, el día de su centenario, ante un convidado de piedra), el club de Chamartín se comportó de manera caballerosa con el justo vencedor, dejándole incluso su reserva en el Asador Donostiarra para celebrar la victoria.

El Real Madrid y el Deportivo, junto con el Valencia, eran en esos momentos los tres equipos más potentes de España, con un Barcelona viviendo los peores años de las últimas décadas. El Real Madrid venía de ganar la Liga la temporada anterior, justo por delante del equipo coruñés. El Deportivo también terminaría segundo ese mismo año 2002, por detrás del Valencia, mientras que el Real Madrid se quitaría el sinsabor de esta humillación ganando su novena Champions League frente al Bayer Leverkusen, con aquella volea de Zidane.

Esta segunda Copa del Rey del Deportivo fue el quinto título en la historia del club, y el penúltimo hasta la fecha. La victoria en esta Copa del Rey le permitió al Deportivo disputar la Supercopa 2002, en la que se impondría al Valencia por un contundente 4-0 global tras el partido de ida y de vuelta.