Augusto César Lendoiro.

Augusto César Lendoiro. Moncho Fuentes

Deportivo

Lendoiro recuerda a Fernández Tapias: "Fefé, Florentino, El Galletas… y mi adiós"

El expresidente del Dépor escribe sobre el empresario vigués fallecido esta semana y pone en valor el trabajo que realizó como directivo del Real Madrid

27 octubre, 2023 12:46

El expresidente del Dépor, Augusto César Lendoiro, ha querido recordar a Fernando Fernández Tapias, empresario gallego que falleció esta semana. El que fuera mandatario blanquiazul recuerda los momentos que vivieron durante la época en la que Lendoiro presidía el Deportivo y el vigués formaba parte de la directiva del Real Madrid.

El comunicado completo

La inexorable ley de la vida, que afecta de forma especial a los directivos con los que he convivido años y años en el fútbol, ha llamado a Fernando Fernández Tapias, el entrañable "Fefé".

Un amigo del que, como gallego, me siento orgulloso porque pasará a la historia por triunfar desde muy joven en el mundo empresarial español y por ayudar, sin ser su mundo, a hacer aún más grande al Real Madrid.

"Fefé" ha sido el indiscutible número 2 de Florentino Pérez en sus dos etapas al frente de aquella especie de "Consejo de Ministros" en el que se convertían sus Juntas Directivas y sus comidas oficiales, en las que te encontrabas hasta cinco presidentes de las empresas del Ibex 35, pero Fernández Tapias no era uno más.

Es cierto que "Fefé" no era un hombre fácil. Creo que le gustaba aparecer como un tipo duro, pero, bajo esa cierta apariencia de hombre prepotente, escondía -como si temiese mostrar sus debilidades- una persona inteligente, socarrona y con una retranca gallega que lo convertían en presa difícil para periodistas y rivales. Se las sabía todas, porque, desde los 16 años, en vez de jugar en la calle, se enfrentó de tú a tú con el mundo empresarial.

Florentino le tenía tanta consideración que pedía siempre que, en el palco de Riazor, el vigués se pudiese sentar a su lado. Y lo aceptábamos, porque, aunque rompía el protocolo, a "Fefé" lo apreciábamos de verdad.

Disfrutábamos los dos picándonos con chistes malos sobre Vigo-A Coruña… y celebrábamos la buena marcha laboral de su sobrino Jacobo, hijo de su hermano Antonio, "El Galletas", gran presidente del Liceo de hockey, al que yo y el consejero Javier Chaver, habíamos ayudado a conseguir los primeros títulos del histórico club coruñés.

"Fefé" era una calcomanía de ese hombre afable, cariñoso y de sonrisa perenne que era "El Galletas". Me parecía estar compartiendo con su hermano jornadas memorables del Liceo en Alcoy, Tenerife y eso ayudaba a que nuestra buena sintonía fuese en aumento.

Recuerdo un momento curioso y simpático vivido con "Fefé". Fue -por su paladar exquisito no es de extrañar el lugar- una noche del verano de 2003 en Zalacaín, el mítico templo de la restauración madrileña.

Yo estaba allí invitado por el Bayern de Munich -representado por Rummenigge, Hoeness y Giovanni Brankini– que estaban empeñados en el traspaso de Roy Makaay.

Cuando todos nos dirigíamos al reservado, observo que, desde una mesa redonda, nos sonreían y vigilaban gente muy conocida: María Teresa Campos (DEP), Terelu-Pipí Estrada y Nuria y Fefé, que estaban a punto de celebrar su primer aniversario de boda.

El secretismo con el que habíamos llevado la reunión Bayern-Depor se había ido al garete. Me acerqué para saludar a esa mesa que sería la delicia de un reportero del corazón, pero, antes de que pudiese hablar, en tono burlón "Fefé" me espetó: "¿Que hace un coruñés en Madrid rodeado de alemanes?". Una sonrisa forzada fue mi respuesta.

Eran ya fechas en las que Pitina (DEP) y Nuria se habían convertido en inseparables en el Palco del Bernabéu. Era un síntoma más de la amistad y de la extraordinaria admiración existente entre "Fefé" y Florentino.

Ahora Nuria -quizás el único gran amor de "Fefé"- está abatida y yo, en estos días tan tristes y duros para ella, le quiero devolver todo el cariño con el que siempre nos atendió. A ella, y a aquellos hijos que de verdad lloran la muerte de su padre, quiero hacerles llegar mi sentir.

Adiós, querido "Fefé". Cuando veas a Antonio, no te olvides de darle el más grande de mis abrazos. Era, como tú, un gran tipo. Os queremos.