Lucas Pérez regresó este sábado a los terrenos de juego tras varias semanas lesionado. El jugador aparecía en la zona mixta de Riazor para analizar el encuentro pero, antes de que los periodistas realizaran preguntas, Lucas tomaba la palabra para lanzar un mensaje muy claro.
"Estoy muy contento por la victoria del equipo pero no me ha gustado nada lo que ha pasado esta semana. No es para los medios de comunicación, sino a nivel social. Soy una persona educada con principios y valores y esta semana se han metido con mi vida privada y con mi lesión. No seamos cómplices ni normalicemos estas situaciones porque nadie sabe lo que pasa en la vida privada de las personas. Si a alguien le preocupa la vida de mi hijo, tiene un padre y una madre que lo aman. El que quiera saber de mi vida privada, que venga a Abegondo. Estoy triste por todo esto y yo vengo de vuelta, pero si esto le pasa a un chaval de 25 años y puede ser de otra manera. Lo que me pasó es que tenía un esguince de rodilla que me impedía volver. No dudemos de los servicios médicos ni de nada porque son personas maravillosas", declaraba el jugador.
Las redes sociales volvieron a mostrar su lado más oscuro con ciertos comentarios, rumores e incluso fotografías que han molestado mucho al futbolista coruñés.
En el plano deportivo, Lucas reconoció que nada más saltar al terreno de juego "se me pusieron los pelos de punta. Esto es el Dépor. Nos ha tocado sufrir y ahora trabajamos para llevarlo a donde queremos. Mi único objetivo es ayudar al equipo de mi ciudad".
El equipo regresará el domingo que viene a Riazor para medirse al Arenteiro a falta de cinco jornadas para el final de campeonato y con el objetivo del ascenso cada vez más cerca.