En plenas celebraciones por el ascenso a Segunda División, una fecha icónica de la historia del Deportivo cumple años. Se trata del penalti de Djukic. Han pasado ya 30 años del día en el que el conjunto herculino se quedó a las puertas de levantar su primer título oficial en aquel momento.

Aquel 14 de mayo de 1994 el Deportivo llegaba líder a la última jornada. Una victoria en casa ante el Valencia le daba al equipo dirigido por Arsenio una liga. Los nervios, la tensión y la presión se adueñaron de un grupo de jugadores que no eran capaces de superar a un rival que llegó primado por el Barcelona.

Todo cambió en el tiempo de descuento, cuando el colegiado pitaba penalti a favor del Dépor tras una internada de Nando en el área. Todos se abrazaron, jugadores y aficionados se encontraban ante una ocasión única para hacer historia.

Sin Donato en el campo, habitual lanzador del equipo, los jugadores empezaron a mirarse para buscar al encargado de lanzar el penalti. Bebeto prefirió no hacerlo y la responsabilidad recayó sobre Djukic. El central, nervioso desde el momento en que cogió la pelota, lanzó realmente mal y González detuvo el lanzamiento. El guardameta ofreció una peineta a un público que en ese momento entró en estado de shock.

El pitido final sumió al Deportivo en la dura realidad de haber perdido un título en el último minuto del último partido. A pesar de ello la afición levantó a los suyos en una muestra de amor incondicional a unos colores.

La vendetta llegó un año después cuando el Dépor levantó el título de Copa del Rey precisamente ante el Valencia, cerrando así el círculo. El penalti de Djukic transformó a un equipo que aprendió a perder e inició una racha triunfal en la que consiguió encadenar seis títulos nacionales con una Liga, dos Copas y tres Supercopas.