Hace once meses poca gente podría haber imaginado que la temporada del Dépor se iba a desarrollar como lo hizo. A la hora de analizar el ascenso de categoría y el regreso al fútbol profesional aparecen muchos detalles pero uno de ellos sin duda fue la aparición de jugadores de cantera.
Los casos más destacados son los de Mella y Yeremay. En el caso del futbolista gallego, la temporada estaba planificada para que fuera jugador del filial. El inicio de la pretemporada no fue ideal y de hecho tras los primeros entrenamientos con el primer equipo, el jugador regresó con el Fabril. Fueron sólo unas semanas y un pequeño paso atrás que sirvió para coger impulso.
Mella derribó la puerta del primer equipo de la mejor manera posible. En el caso de Yeremay, el canario fue importante casi desde el primer momento de pretemporada. Su buen entendimiento con Lucas dentro del terreno de juego hacía presagiar grandes alegrías para un futbolista que necesitaba una temporada con continuidad para convertirse en el jugador que hoy es.
Ambos tuvieron la desgracia de sufrir lesiones importantes en la primera vuelta pero en cuanto estuvieron disponibles para el equipo, Idiakez no dudó en apostar por ellos. Los dos superaron con creces el rendimiento de otros compañeros que partían con ventaja en pretemporada y su aportación fue clave para el ascenso.
También hay que mencionar los casos de Rubén López, Martín Ochoa y Dani Barcia. Los tres tuvieron roles diferentes pero aportaron mucho al equipo cuando fueron requeridos para ello. Rubén encandiló al técnico vasco que le dio la titularidad en Copa ante el Tenerife y respondió con un gran partido. A partir de ahí se convirtió en un fijo en las convocatorias y tuvo minutos en casi todos los encuentros de la segunda vuelta. Marcó un gran gol en Balaídos ante el Celta B.
Ochoa aprovechó la lesión de Barbero para asomar en el primer equipo. Para el recuerdo quedará siempre su gol en Sabadell que sacó al equipo del descenso y dio un respiro a una plantilla y cuerpo técnico que estaba en el alambre. Una inoportuna lesión cortó su proyección y tuvo que recuperar sensaciones en el Fabril.
El caso de Barcia es diferente. Imanol lo puso como lateral el día del Celta B y naufragó. Sin embargo el central tiró de personalidad y siempre que jugó cumplió con creces. De hecho en algunos momentos de la temporada su buen rendimiento pedía alguna titularidad más.
Los datos no mienten y así fue la participación de los cinco jugadores:
- David Mella: A sus 18 años y en su primera temporada en el primer equipo disputó un total de 29 partidos, 17 como titular con 1.653 minutos y seis goles.
- Yeremay: Con 21 años el canario jugó 25 partidos, 23 de ellos como titular sumando 1.993 minutos en la temporada y cuatro goles.
- Dani Barcia: El central de 20 años jugó 12 partidos con siete titularidades y 686 minutos sobre el terreno de juego.
- Martín Ochoa: El delantero de 19 años jugó un total de 11 partidos con cuatro titularidades y un importante gol en Sabadell. En total disputó 322 minutos.
- Rubén López: El centrocampista de 19 años jugó un total de 17 encuentros y dos de ellos como titular. Recambio habitual para Idiakez, sumó 293 minutos sobre el terreno de juego y anotó un gol ante el Celta B.
Otros jugadores del Fabril también llegaron al primer equipo como el caso de Iano Simao, Kevin Sánchez o Diego Gómez. A ellos hay que unir al guardameta Alberto que tras muchos años de trabajo recibió la recompensa de debutar con el primer equipo en Zubieta en el encuentro ante la Real Sociedad B.